Inspiró hondo antes de acercarse a cierto chico con un característico hoddie verde con temática de gato.
-Disculpa
Miya volteó a mirarle e inmediatamente le tendió la carta que tenía en manos.
-¿Podrías darle esto a Reki?
-¿A Reki? -preguntó conf...
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El martes había llegado, Reki y Langa se dirigían a Dope Sketch para realizar su jornada laboral en el lugar, el primero más que nada ansiando leer la carta que debía haber recibido ese día.
Pero para su sorpresa y desilusión, no había recibido ni una pequeña nota.
– Fué raro, lo ví pasar esta mañana pero no paró a dejar nada, a parte, lucía diferente
– ¿Diferente? —preguntó el peli-rojo sin entender
– Se tiñó el pelo, fué difícil reconocerlo
– ¿Qué color?
Recibió un pequeño un mordisco en el dedo a lo que soltó un chillido, miró al pequeño animal sobre la barra que luego fué cargado por Langa a su lado.
– ¿Reki, no dijiste que el chico no quería que lo vieras? ¿Por qué estás preguntando por un aspecto físico? —le preguntó Langa aunque parecía más un regaño, aunque su aura de seriedad desapareció al también ser mordido por el animalito en brazos
El chico suspiró antes de anunciar que lo que diría era un secreto.
– ¿Recuerdas el sábado en Miyakojima? —Langa asintió y el gerente lo escuchaba atento— La posada donde nos quedamos, el chico que realizó el servicio de la habitación, era Kyan
– ¿Eh? —soltó el peli-azul— No lo recuerdo mucho
Reki bufó y luego escuchó al gerente chasquear los dedos.
– Kyan vive con su tía, y su tía me contó que sus padres trabajan en una posada en Miyakojima, debe ser a donde fueron ¿Encajaba con su descripción física?
Reki asintió energéticamente — Cabello rojo con mechones azules, ojos de igual color, piel pálida y era bajito —dijo mientras con su mano tocaba un poco más abajo de su hombro señalando la estatura del chico— él mismo me dijo que se llamaba Kyan y casualmente Kyan en una carta me dijo que el fin de semana también estaría ocupado
– Y como vive aquí y fué a Miyakojima era imposible dejarte cartas
– ¿Pueden dejar sus suposiciones y respetar la decisión del chico? —los tres voltearon a ver a Miya ubicado en la puerta— Reki
El chico se acercó al peli-negro quien le tendía un sobre, se emocionó al ver el sello que siempre llevaba, era un oso rojo el cual guiñaba el ojo.
Retiró la pegatina y con toda la emoción del mundo sacó la carta que correspondía a su querido Kyan.
El papel estaba casi vacío, sin sus energéticos saludos ni largas líneas, ni siquiera al final estaban sus variantes pero características firmas.
Sólo tenía escrito un pequeño párrafo.
"Nos vemos en S el próximo sábado en la entrada, hoddie naranja fluorescente, usa uno amarillo."
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