Luego de que tails y compañía regresaran de ese viaje en busca de las esmeraldas faltantes, ahora se encontraba en su hogar planeando cuidadosamente una estrategia para obtener las últimas esmeraldas que le faltaban... Éstas estaban en la base de carahuevo...
Por lo menos ya llevaba un avance, logró cargar la mayor parte del programa de la vieja base del doctor Eggman a su computadora, volver a recrearlo en su taller no era difícil ya que contaba con todas las piezas necesarias... Por esa parte no tenía preocupaciones.
-debo pensar todo cuidadosamente, no puedo poner en riesgo a Sonic...- meditaba mirando sus planos una y otra vez.
Tan absorto estaba en sus pensamientos que no notó que las horas habían pasado con rapidez...
Se llevó un susto al sentir una presencia a su lado... Al observar mejor se dió cuenta que era el pequeño Sonic quién curiosamente llevaba algo entre sus pequeñas manos.
-¿Qué llevas ahí Sonic?- preguntó algo intrigado.
Ver la cara algo avergonzada del menor le hizo sonreir, pero su sonrisa no duró mucho... Y más al ver al minierizo, que de la vergüenza pasó a poner una cara sería e intimidante.
Tragó saliva ruidosamente... ¿Hizo algo que lo molestara?
Toda culpa fué borrada al ver como con algo de apuro, recibía un plato con un sándwich (algo raro y de dudosa procedencia) entre sus manos.
El doble colas parpadeó por algunos segundos, dirigía su mirada del plato a Sonic y viceversa.
-es... ¿Para mí?- sí... Pregunta boba.
Los grandes ojos del erizo se cerraron por escasos segundos para afirmar con la cabeza.
La acción fué algo inusual y porqué no decirlo... algo extraño, no es que tails menosprecie aquel aperitivo, más bien, era que había olvidado un gesto así viniendo de Sonic... Bueno, del Sonic de su tiempo.
Por largos minutos se quedaron ahí quietos, Sonic mirando curioso el estado estático de tails... Esperaba que lo que había preparado le gustara al mayor, no era buen cocinero pero al menos lo intentaba.
Sonic se sentía angustiado... Desde que llegaron a casa del doble colas no ha descansado ni un solo día, siempre paraba encerrado en el taller escribiendo planos, tecleando en el computador y maldiciendo cuando algo no salía como quería... A pesar de esa agitada rutina que se había impuesto, el zorro jamás se olvidó de él... Cada día estaba el desayuno/almuerzo/cena listo.
A pesar que siempre dice que está bien, el menor sabía que no era así, a Sonic le molestaba no ser de ayuda... ¿Por qué en este tiempo todo recae en tails? ¿Por qué su yo del futuro era tan tonto cómo para no ver el sobre esfuerzo que su supuesto "mejor amigo" hace cada día? ¿Qué ha pasado con él en todo este tiempo?
Poco a poco se comenzó a aterrar... Él no quería ser así en el futuro... Sin tails no es nadie, lo necesita...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la pequeña risa que emitió el vulpino.
-disculpa por aquello, no me estoy burlando... He recordado lo sobreprotector que eras en el pasado o bueno, ¿tu presente?- sonrió alegre.
Sonic analizó sus palabras... Haciendo una mueca de disgusto decidió dejar el tema por el momento, mientras aún siga en este tiempo no iba a desperdiciar el compartir con su buddy.
Si su yo del futuro prefiere la soledad... ¡Pues que lo disfrute! ¡Él ama estar rodeado de sus amigos!
Olvidándose por completo de su otro yo, Sonic le dedicó una amplia sonrisa mostrando su pulgar levantado.
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Una pequeña visita
Fiksi PenggemarDe un extraño portal un Sonic pequeño llegó al mundo de su "yo" moderno, no sabía exactamente qué hacía ahí o porque estaba ahí pero se sentía disgustado por el resiente distanciamiento entre Sonic y tails... Si su yo moderno prefiere a otros en ves...