Ianthe. - Bill Weasley.

Doce.

Contenido de adulto.

"No, no, no... ¡escucha!" Sky dijo mientras se paraba en el sofá, mirándonos a los seis. "Tenemos tres Escorpio en este grupo de amigos... Y tenemos uno Acuario, Cáncer, Piscis y Leo".

Blanch se encogió de hombros y nos señaló. "¿Cual es tu punto?"

"Bebé." Sky gimió. "Simplemente me pregunto cómo los tres todavía están vivos. Los Escorpio no están destinados a tener amigos ".

"¡¿Disculpe?!" Tyler se puso de pie abruptamente, haciendo que Jo se echara a reír mientras caía contra Pembroke. "Perra, sé que no dijiste que no debería tener amigos".

Miré a Brighton, que estaba sentado en el suelo contra el sofá vacío, dibujando en su cuaderno de bocetos. Entrecerré los ojos, sin querer nada más que ver lo que estaba dibujando.

Parecía concentrado, sus cejas ligeramente juntas en un ceño fruncido mientras movía el lápiz sobre el papel con movimientos suaves.

El resto de nuestros amigos seguían hablando de zodiacos mientras yo me levantaba lentamente para moverme hacia Brighton, con la esperanza de echar un vistazo a lo que estaba dibujando.

Aunque justo cuando me colé detrás de él, arrojó el lápiz a su lado y cerró el cuaderno de bocetos con un suspiro.

"lan, ¿qué dije?"

"¡Qué!" Pregunté en un tono agudo. "¡Solo quiero ver!"

Le hice un puchero mientras colgaba sobre el sofá donde estaba sentada frente a él, mirándome como si estuviera siendo ridícula.

"Te lo dije... es una sorpresa."

Me burlé.

"Odio las sorpresas".

Me puso los ojos en blanco antes de levantarse del suelo.

"Necesito volver a mi dormitorio". El anunció. "Se está haciendo tarde."

"¡¿Tarde?!" Blanch exclamó. "¡No es tarde, maldito idiota!"

"Oi, cierra la boca, rata ruidosa." Brighton hizo una mueca y se tapó los oídos por un momento antes de enviarme una cierta mirada que me decía que lo siguiera.

"¡Brighton!" Sky gritó mientras Bri caminaba hacia la salida de la sala común de Slytherin. "¡No la llames así! Ella no es tan ruidosa..."

Me apresuré a agarrar mi bolso antes de perseguir a Brighton mientras los tres chicos que quedaban en la sala común silbaban sabiendo lo que iba a pasar.

Al mismo tiempo, Blanch y Jo simplemente se rieron.

Tiré mi bolso sobre mi hombro, mirando la alta figura de Brighton mientras caminaba delante de mí, subiendo las escaleras para salir de las mazmorras.

Continuamos ascendiendo por el castillo. Brighton se quedó en silencio, así que yo tampoco hablé. Traté de mantener el ritmo lo mejor posible, pero era más alto y sus piernas eran más largas.

Me abrió el camino hacia el pasillo del quinto piso y me encontré sin aliento al tratar de seguir el ritmo. Caminaba tan rápido que casi tuve que correr.

"Bri, más lento." Respiré, lo que hizo que lo hiciera de inmediato. Me miró, una pequeña sonrisa formándose en sus labios.

"Lo siento." Me sonrió. "A veces me olvido de lo pequeña que eres".

"¡No soy pequeña!" Discutí, empujándolo en el brazo. "No es mi culpa que seas tan alto como una jodida jirafa ".

Brighton puso los ojos en blanco antes de detenerse en el baño de prefecto. Fruncí el ceño cuando dijo la contraseña, permitiéndonos entrar.