TRAVESíA POR EL AMOR

CAPITULO 4

Sofía se miró por enésima vez al espejo, había acabado de vestirse en tiempo récord, por una extraña, razón le hizo caso a Mariana y se puso exactamente lo que le dijo, el vestido  azul que ella le había regalado para su cumpleaños número 27, las zapatillas que su mama le dio con el sobre que hacían juego perfecto y los demás accesorios, que consistían en un collar, aretes y pulsera de perlas que su papá le había regalado, ellos se habían puesto de acuerdo para regalarle todo el outfit de su cumpleaños.

Mientras pensaba en eso su celular empezó sonar, la canción Sugar de Maroon 5 le aviso que tenía una llamada, cuando vio la pantalla confirmo sus sospechas, era Esteban, contesto rápidamente, seguro ya había llegado.

-Alo.

-Hola Sofí, estoy afuera del hotel.

-Ok esteban, ya bajo.

-Bueno, acá te espero.

Sofía colgó el celular, lo último que quería era hacerlo esperar, tomo su abrigo, se aplicó un poco más de brillo labial en frente del espejo, se revisó de pies a cabeza por última vez y salió de la habitación.

Tomo el ascensor, que le pareció, demoro una eternidad, cuando llego por fin a su piso noto que estaba algo lleno, pero ya no tenía tiempo para bajar por las escaleras, así que como pudo se hizo campo dentro del ascensor. Al llegar al primer piso casi sale a propulsión, como pudo se arregló el vestido y empezó a caminar hasta la salida del hotel.

Ya casi iba a llegar a su destino, cuando se sintió observada, así que disimuladamente miro hacia atrás y se encontró con los ojos cafés de Manuel observándola embobado desde el mostrador de la recepción, al parecer unos clientes le estaban hablando y él ni enterado se daba, eso hizo sonreír a Sofía, por lo que Manuel pareció salir de su trance y le dedico una hermosa sonrisa antes de retomar su trabajo.

Sofía negó con la cabeza mientras se ponía su gabán y salía finalmente del hotel. Lo primero que observo fue un hermoso Audi negro parqueado en frente ella, en ese momento la ventana del copiloto del auto empezó a descender y fue allí cuando se percató que su "cita" era el conductor del vehículo. Vaya sorpresa que se llevó Sofía.

-Vamos Sofía, sube, te debes estar congelado ahí parada.

Ni siquiera había sentido el frió, se había quedado impactada, es decir, ella sabía que él tenía dinero, pero que había pasado en los últimos años para que tuviera un Audi en una ciudad en la cual no vivía, mejor dicho ¿ahora era más rico aun?

-Sí, ya voy.

Sofía se subió al auto y si cuando estaba afuera por poco y la boca le llega hasta el suelo, dentro tuvo que hacer un esfuerzo aún más grande para que eso no sucediera, ese auto era hermoso, nunca se había subido a uno tan lujoso antes, y es que por un momento olvido que tenía a Esteban a su lado, si no es porque este empieza a reírse bien podría haberse quedado admirando el auto toda la noche.

-¿Qué paso? -Pregunto Sofía.

-Eso es lo que yo quisiera saber-Respondió Esteban con una mirada picara.

-N-nada- Sofía se odio en ese momento por tartamudear-¿Por qué?

Esteban le dio una de esas miradas significativas, que no supo descifrar muy bien que decía, y puso de nuevo su atención en la carretera.

-Por nada, que te parece si vamos a comer comida árabe ¿aún es tu favorita?

Sofía sonrió ampliamente, guauuu lo recordaba, ese era un lindo detalle de su parte.

-Sí, claro que si-Respondió manteniendo la sonrisa aun.

El resto del camino trascurrió con una conversación relajada de los sucesos más relevantes de los últimos años, Esteban le contó que el negocio familiar iba muy bien, digamos que en el aspecto económico todo marchaba a la perfección, que su papá y su mamá seguían casados, pese a la crisis que tuvieron cuando aún era amigos y que Sofía supo, también le comento que en aspecto romántico, bueno, había perdido las esperanzas, o más bien las había dejado en Stan by, por ahora no quería ninguna relación seria, desde que su última novia Katiuska, que de hecho Sofía alcanzo a conocer, lo dejara por otro hombre. Sofía se lo advirtió innumerables veces, ella tenía algo que no le gustaba, además de que Katiuska la detestaba sin razón alguna, llego hasta el punto de prohibirle a Esteban que hablara con ella, y bueno, adivinen a quien le hizo caso a Esteban, pues a Katiuska, pero ¿qué hizo apenas terminaron? después de no hablarle por meses, Llamarla a contarle todo lo que había pasado, ella fue su paño de lágrimas... Y ahí fue cuando todo se complicó.