Acababa de llegar al aeropuerto justo a tiempo, el vuelo salía en menos de una hora para Bogotá y ya estaba nerviosa. Era jueves en la noche, llegaría a Bogotá alrededor de las 11 pm, tendría su entrevista a las 3 pm del día siguiente y en realidad no sabía que esperar. Cuando aplico a la beca no pensó siquiera que pasaría la primera ronda, pero en contra de todos sus pronósticos había llegado a la última fase de selección y se encontraba a solo un paso de empezar a cumplir su sueño. Lo que hacía diferente esta experiencia de las anteriores rondas de selección es que todas habían sido realizadas de manera virtual, llenar formularios, contestar encuestas, presentar exámenes, enviar certificados, escribir un ensayo expresando el interés y las razones por la cuales quería acceder al programa y dando razones de peso para justificar porque se le debería otorgar la beca de excelencia de Cambridge. Todo lo había hecho en los tiempos oportunos y de la mejor manera posible; en el ensayo plasmo sus sueños de la manera más profesional que pudo, en las encuestas era honesta, para los exámenes estudio y todo absolutamente todo lo que envió era legal y totalmente cierto. Pero la entrevista... Dios la entrevista, iba a ser el primer contacto real y personal con algún miembro de la universidad, iba a ser presencial, en inglés y con toda la presión y los nervios que eso pudiera llegar a significar.
Cuando llamaron al vuelo estaba más que lista para abordar, se dijo así misma, que esto solo era un pequeño paso, que lo verdaderamente importante e intimidante llegaría mañana, así que de nada valía preocuparse por algo que no estaba en sus manos cambiar, respiro profundo, se relajó y se preparó para abordar.
El vuelo llego sin ningún percance a Bogotá, de allí tendría que tomar un taxi al hotel, tenía un par de amigos en la ciudad, pero no quiso incomodarlos, solo estaría un par de días y no había querido hacer planes porque no sabría como estaría de humor después de la entrevista y antes era totalmente imposible que pudiera concentrarse en algo diferente a pensar como seria. Así que simplemente decidió que los llamaría una vez todo hubiese terminado, hace mucho que no los veía, pensó, seria genial hablar en persona nuevamente con ellos.
Pensando en eso iba caminando sin ver realmente por donde iba y tropezó.
—Ah— dijo Sofía.
—Tranquila—respondió el sujeto.
—Lo siento, iba pensando y no vi por… ¿¿¿Esteban???
En frente de ella se encontraba su mejor amigo de la juventud, Esteban Gómez, habían sido amigos por más de 11 años, y por una estupidez habían dejado de serlo, tenían más de 4 años de no verse ni hablarse, ni siquiera un mensaje, y de un momento para otro se lo encontraba así, de la nada ¿Cómo se supone que debería comportarse?
— ¿Sofía?
Su expresión de incredulidad y asombro casi no cabían en su cara.
—Sí, la misma
—¡Oh vaya! Mucho tiempo sin verte ¿Cómo has estado?
—Muy bien gracias a Dios y ¿tú?
—Si también muy bien, ya sabes trabajando y ¿tú?
Mmmm esto empezaba a ser un poco incomodo.
—Si también.
— ¿Eso te trae a Bogotá?
—No, en realidad no, vengo a presentar una entrevista para entrar a la universidad de Cambridge.
—Oh vaya ¿En serio?
—Sí, totalmente en serio.
—Oh que bueno, ojala todo salga muy bien.
—Sí, bueno… Gracias… mmm creo que me tengo que ir, es algo tarde…
—Oh si claro, ya casi es media noche…
—Bueno ha sido un gusto verte, que estés muy bien… adiós.
—Adiós Sofía, eeee ¿Sofía?
—Si dime…
— ¿Cuánto tiempo vas a estar acá en Bogotá?
—El fin de semana ¿Por qué?
—Bueno yo también, estaré aquí el fin de semana, mmmm, que te parece si…
— ¿Sí?
—Si después de que presentes tu entrevista ¿salimos a celebrar?
Eran ideas mías o Esteban me estaba invitando a salir…
— ¿Celebrar?
—Sí, estoy más que seguro que te aceptaran, así que después ¿qué tal si vamos a cenar?
Y ahí estaba Esteban con su sonrisa encantadora, sus ojos miel hipnotizantes, su cabello castaño claro y su metro ochenta y algo, en su mayor esplendor.
— ¿Me estas invitando a salir?
—Jajajaja por los buenos tiempos…
—Los buenos tiempos….
—Si ya sabes, podrías conversar y ponernos al día de nuestras vidas, ver cómo han salido las cosas, como los viejos tiempos…
—Mmmm.
—Vamos di que si.
—Esteban— y ahí estaba de nuevo mirándome de esa manera que era casi imposible decirle que no—Está bien.
—Ok, dame tu celular y yo te llamo ¿Listo?
—Ok vale.
Y sin más, paso algo que jamás pensé que volvería a pasar, me abrazo y me dio un beso en la mejilla, mientras me susurraba un buenas noches y me abría la puerta del taxi.
No fui consciente de la realidad hasta que el taxista me repitió por enésima vez a donde iba, cuando reaccione, me disculpe y le di el nombre del hotel al cual debía ir.
Llegue al hotel, pedí la habitación que había reservado con anterioridad, y cuando entre en ella, simplemente me tire en la cama, Dios habían pasado tantas cosas en la última semana, demasiadas y no sabía cómo sentirme respecto a los últimos acontecimientos del día… Así que sin siquiera darme cuenta me quede dormida pensando en Esteban y en los muchos años que fuimos amigos y soñé con él y con la posibilidad de cumplir mi sueño y viajar por el mundo, al parecer en mi mente todo podría ser perfecto y tenerlo todo a la vez, cuan equivocada estaba al respecto.
Este capítulo está dedicado a una escritora que conocí aquí en Wattpad que admiro mucho, Thema, espero que puedas pasar por mi novela y leerla, me encantaría y agradecería escuchar tu opinión ¡Un abrazo!
Espero les esté gustando la historia hasta ahora, sus votos y comentarios son más que bienvenidos ¡¡¡un abrazo!!!
Pd: Las que preguntaban por Esteban, ahí les dejo una foto de cómo lo imagino, más o menos :*
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TRAVESíA POR EL AMOR
Romance-Bueno ¿de verdad crees que esto es lo correcto? -Sí, estoy segura Mariana, es lo que he soñado incluso antes de graduarme, y tú lo sabes. -Sí pero creo que es muy apresurado, digo es algo repentino. -Bueno Mariana así es la vida y yo definiti...