Pero el vestido también me recordó la persona que yo era antes de que mi hermano muriera. Era el reflejo de la Elena carismática, aventurera , inteligente, sensible e inocente que yo había sido. Eran todos mis sueños escondidos detrás de una tela, todos los recuerdos enmarcados en mi piel . Mantenía ese suave olor a lavanda del detergente que mamá usaba para la lavadora. La minúscula mancha de vodka que Alaska había derramado sobre el tirante aún hacía acto de presencia, a pesar de haberla lavado cinco mil veces . En la etiqueta , junto a mi nombre, una de las pequeñas caritas sonrientes que a Eva le encantaba dibujar con su rotulador verde.
Si, en él estaba guardada toda mi adolescencia .
Y verlo así, escondido en el fondo del armario, oculto y oscuro, como un viejo trapo, me dolió . Dolía ver cómo todo aquello a lo que yo aspiraba , realmente , no era nada. Dolía ver que las cosas se rompían , que las esperanzas desaparecían y que los vestidos pasaban de moda .
Pero esa noche no iba a aceptarlo. No me quedaba otra opción .
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Lo que nunca te dije
RandomEl mundo de Elena se tambalea cuando es acusada de cometer un crimen terrible . Su única vía de escape es aislarse de todos y guardarse su dolor. Sin embargo, Alex Martínez, el chico nuevo de clase, parece decidido a desbaratar sus planes . Lo que E...