Perro pulgoso

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Sasuke estaba tirado en el suelo haciendo una rabieta y gritando un millón de groserías que probablemente los niños repetirían.

Su hermano era un traidor, le dijo que volveria pronto y ya llevaba cinco minutos sin volver.
Se sentía estafado.

—Haste para allá Akamaru. ¡Kiba amarra a este pulgoso! —Gritó Neji con el ceño fruncido. Nomás no se chingaba al niño perro por que no despertaba su byakugan... Bueno si lo tenía pero le daba miedo matar a su quizás, quizás, próximo marido.

El Inuzuka dejó de sacarse los mocos y comérselos para mirar al castaño.

—Ya deja de estar molestando. ¡Estoy concentrado sacando mocos! —Gruño molesto y siguió con su labor bien ardua.

—A ver mocosos inútiles. —Sasuke gritó sin llamar la mínima atención del par. —¡Akamaru deja de creer que Neji es un buen partido para Kiba!... están chikitos aún.

Naruto se acercó mientras abrazaba un bonito peluche en forma de Kurama. Detrás de él venía el sexy Itachi-diosito algo molesto.

—¡¿Por qué no le haz dado de comer a los niños?! —Como que hoy había visita de chancla (o susano) para Sasuke —Tas bien pend... ¡Vente y deja de molestar a los niños.

—¡Pero yo los estaba ayudando a que dejen de moles... —Itachi le hecho una mirada matadora— Esta bien.

Neji suspiro frustrado, Sasuke no servía ni para resolver un problema de niños.

—¿Quieres sopita ramen, Naru-chan? —Pregunto de manera dulce el Uchiha mayor cargando en sus brazos a Naruto que rodeaba su cuello.

Sasuke entrecerro los ojos e hizo un puchero con enojo. Ni hasta cuando Naruto estaba chikito e Itachi grande dejaban de ser empalagosos.

—Si Ita-kun. —Contestó con un sonrojo que causó ternura en el mayor.

Si tan sólo así fuera de inocente su Naruto mayor con el cual estába comprometido.

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Akamaru ladró repetidas veces a su dueño que parecía babear por... ¿Neji?

—Guaf, guaf, guaf, guaf,guaf.— Acá contamos con traductor de perro y dice así... Pinche Kiba ponme atención putito.

Shhh... Toy viendo a una belleza natural. —Calló agarrando a su cachorro para acariciarlo.— Ten, se lo entregas a nuestro proximo domador. —Le entregó al perrito una rosa roja que cortó del jardín de Sasuke.

—Guaf, guaf, guaf, guaf, guaf, guaf. —Ladró bajito para luego tomar con su hocico la rosa... Ojalá te mande a la friendzone.

Saltó del regazo de su dueño y se acercó al Hyūga.

—Ta madre... Me hace dudar de que me gusta mi primis la Hinata. —Susurró el norteñ... ¡Neji!

Por otro lado, Shino estaba estático mirando hacia el horizonte, pensando en si dejaría de ser virgen en algún punto de su vida.

Por que aunque ustedes no lo crean y es puro mame que se me ocurrió a mi derrepente, el Shino recordaba todo su futuro por así decirlo.

¿Acaso no era lo suficientemente atractivo para las chicas?
¡Tenía una hermosa sonrisa!

Pero ya verán cuando este más grande y más sabroso, se arrepentirán de no ser su pareja.

—Ya deja de hacerte pendejo y ayudame a llevar esta leña. —Regaño Sasuke que explotaba al pobre niño.

Cuidar a: ¡Mocosos insoportables!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora