Siesta

939 80 84
                                    

Itachi y Naruto estaban en la sala de estar jugando a 'piedra papel o tijera' mientras que todos los demás jugaban a fuera (se estaban puteando al sasuki-kun).

—Un besito Ita-kun. —Pidió Naruto con sus ojitos azules brillosos y sus labios formando un tierno puchero. —Porfis.

Neta ora si Itachi se sentía como un pedófilo. ¡Tenia que esperar a que su novio volviera a la normalidad!

Pero nel, ahora estaba dándole un besito... En la mejilla, al niño que casi se desmaya solo por esa acción.

—Te quiero Ita-kun— Susurró el rubio para luego lanzarse a abrazar al mayor. —Y recuerda que nos vamos a casar.

Juraba que pronto le daria un infarto de ternura por culpa de Naruto. ¡Era tan adorable!, más inocente y que no trata de hacer el delicioso a cada rato.

—¡Itachi-San! Cuide a su hermano, se calló a un barranco el estúpido, no es que nosotros lo hayamos golpeado y luego tirado ahí... Naaah para nada. —informó Rock Lee vendandose sus manos con algunas manchas de sangr... ¡Salsa de tomate!

Itachi suspiro pesado, en vez de que Sasuke cuide a los niños, él lo estaba haciendo.

Luego se lo cobraría.

—Vamos a ver como esta Sasuke. —ordenó el pelinegro tomando en brazos a Naruto chikito. —De verás que al pendejo le hizo falta oxígeno al nacer.

.

.

.

Rock Lee lanzaba múltiples golpes a Gaara sin embargo, todos eran detenidos por la arena que protegía al pelirrojo.

—¡Es trampa! Si nos vamos a putear que sea sin esa arena. —Bufó el de traje verde.

—Nel puto. Si me quieres pegar tienes que pasar primero por mi arena. —Dijo firme sin poder fruncir el ceño por que Gaara no tiene cejas (Lee se las robo, no tengo pruebas pero tampoco dudas).

Lee nuevamente se puso en pose de batalla, corrió hasta el pelirrojo... Pero una pinche ramita hizo que perdiera el equilibrio callendo al suelo de boca.

Se levantó rápidamente y apuntó a la rama.

—¡Vas a ver maldita! ¡Cuando me vuelva un esplendido ninja te retare!

Grito con las llamas de la juventud bien ardidas. Si que si.

—¡Hola amikos! —saludó Sasuke con una sonrisa. Fue ignorado por los dos niños que comenzaron a pelear nuevamente.

—Duele, ¿cierto? —Preguntó Shino parado a lado del Uchiha que estaba confundido— Duele que te ignoren, que ni siquiera se acuerden de ti, que no te tomen en cuenta... Todo eso duele.

Sasuke tenía ganas de llorar, ese niño que explotaba lo entendía tan bien. Se puso de rodillas y lo abrazó.

—¡Ay guacala! ¡Haste para allá!— gritó Shinito empujando a Sasuke que lo apricionaba contra su pecho con fuerza.

Ahora que lo pensaba mejor, estaba mucho mejor así solito. Sin atención por parte de alguien ya sea chico o chica... ¡No le gustaba el contacto físico! Aunque si es una mujer bien bonita pues lo pensaría.

.

.

.

El grupo de niños se encontraba en una habitación de la cabaña acondicionada para cuarto de juegos aunque parecía más una bodega de armamento ninja.

Itachi estaba en el centro siendo rodeado por los niños que le veían atento (Naruto babeando y con los ojos en forma de corazón) por la grandiosa historia que contaba.

Cuidar a: ¡Mocosos insoportables!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora