Capítulo 11

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Capitulo 11

________ estuvo pensativa. Creyó que se había pasado con Jay. Ella lo había provocado, había dejado que la masturbara... y luego ella no había hecho nada para calmarlo. Al contrario, había dado pie a una estúpida discusión. Jay hacía mucho por ella... la estaba protegiendo, le había comprado lo necesario... hasta caprichos que ni ella misma se podría permitir. Debía disculparse. Tragarse su propio orgullo, le costaría lo suyo. Pero sentirse mal... por aquel hombre, era mucho peor.

Jasmine entró en la casa de Jay. Unas botas de charol, de tacón de aguja que cubrían hasta medio muslo. Una minifalda del mismo color... y del mismo tacto: de cuero. Que se le pegaba a la carne del deslumbrante culo. Y un top, también negro. Dejaba ver el ombligo, adornado con un piercing. El pelo negro le caía hasta por encima del pecho, rizado. Los ojos profundamente negros se clavaron en Jay, mientras se sentaba en una silla. Tan natural, tan tranquila. Tan cabrona. ¿Por qué se había presentado así, tan simple? Si Jay ya sabía que ella lo quería matar.

________ salió, aun enrollada en un albornoz. Se apoyó en el marco de la puerta que daba al salón. ¿Una mujer? Oh, Jay no ha tardado en buscarse una... ¿una puta? Eso parecía. Se los quedó mirando. Ahora sí que no estaba dispuesta a disculparse... Jay era un ninfómano o algo por el estilo. No habían pasado ni quince minutos en que ella se situaba debajo de ese fornido y excitante cuerpo y ya estaba con otra mujer en casa.
'¿Pero qué digo? Jay y yo no somos nada, él puede hacer lo que le dé la gana...'

- ¿Qué quieres? - dijo Jay sentándose frente a ella.

- Vaya recibimiento, chico... - sonrió ella, cruzando las piernas - Me esperaba al menos un hola cariño.

- No te mereces tal bienvenida. - Jay arqueó la boca-. Snade habló con mi amigo.

- Mmh... ¿Max? Como me pone ese espía... no olvidare la noche que pasé con él... igual a la que pasé contigo. ¿Todos los británicos, tienen que ser igual de buenos en ese aspecto? Y porque Nathan, está casado con esa... estúpida de la oficina... si no estoy segura...

- Deja ya a mis amigos, zo...

- Ah, ah... - Jasmine negó con la cabeza - no te atrevas a insultarme. No serías al primero al que le corto los huevos por llamarme zorra.

Jay se aclaró la garganta.

- Yo no soy tan vulnerable como los otros hombres a los que has matado. - Fue a buscar una cerveza y le dio un largo trago. Jasmine se rió -. No te rías. Además, a lo que íbamos... Que basta ya de hacerte la mosquita muerta, Jasmine. Snade le dijo a Max, que eres una infiltrada de la mafia rusa.

- ¿Mosquita muerta? - se burló ella - Sí... No niego que soy de la mafia de Alexander. ¿Pero sabes por qué?

- Si, lo sé. Pero yo no tuve la culpa de la muerte de Milena.

- Mi hermana no merecía morir.

- Lo sé. Pero yo no la maté.

- Que tú no la mataras, no quiere decir que no tuvieras nada que ver. Porque fue gracias a ti... que ahora ella, su cadáver, se encuentra quien sabe dónde, ya desintegrado.

A _______ le dieron ganas de vomitar. De acuerdo, esa tipeja no era una de las prostitutas de Jay... era otra payasa de este rollo de la mafia y los espías. ¿Pero quién era esa Milena? Los ojos de Jay demostraban tristeza, y a ella le sorprendió... verlo mal. Él casi nunca expresaba sus sentimientos.

- Yo la amaba, no le hubiera hecho daño.

¿Jay? ¿Amar? Sin saber por qué, a _______ le subió un calor muy incomodo por el cuerpo. Le entró dolor de cabeza.

- ¡No mientas! - Dijo Jasmine perdiendo el control, con lágrimas en los ojos -. ¡Tu no amabas a mi hermana! Solo te la quisiste tirar, como a todas... luego descubriste que ella no era una víctima... y fue cuando quisiste quitarla de tu camino.

- ¡No fue así! - Jay dio un puñetazo en la mesa que sobresaltó a las dos mujeres. Los ojos de Jay se llenaron de furia-. ¡Yo amaba a Milena! ¡Snade y sus policías la mataron! Yo no tuve nada que ver...

- Ella te quería. - Dijo Jasmine-. La decepcionaste.

- ¡Joder, Jasmine! - Jay se frotó los ojos. ¿Está a punto de llorar? - Basta ya. Hace dos años que pasó, y fue doloroso para los dos ¿de acuerdo? Yo... yo no sabía que tú eras su hermana. Y de nuevo, yo no la maté.

Jasmine negó con la cabeza. Sus ojos negrísimos se inundaron en lágrimas. Sacó su
Glock del 28 y la cargó.

- ¿Preciosa, eh? - Dijo acariciando la pistola -. Perfecta para una mujer.

Se la acercó a la cabeza.

- Jasmine, no hagas ninguna locura. - Jay se acercó y le cogió la mano. Ella forzó.

- Déjame. Ya no quiero seguir así. Mi hermana ya no está, mis padres están muertos. No me queda nada.

Si algo sabía ________ era de psicología. Además de ser fisioterapeuta, se había sacado la carrera social.

- No... - murmuró. Ahora los dos prestaron atención a la mujer envuelta en un albornoz. Con una mirada triste-. Siempre hay algún motivo por el que seguir viviendo.

- _______, haz el favor de meterte dentro de tu habitación. - Ordenó Jay.

- Déjame, sé lo que hago.

Jasmine la miró, asombrada. Esos ojos húmedos y negros se clavaron en la chica morena que se acercó a ella. Le acarició la mano.

- Sé por todo lo que has pasado, yo he vivido y he tratado con situaciones semejantes. - ________ le dedicó una sonrisa-. Baja el arma... no hagas tonterías de las que luego puedes arrepentirte aún más.

Jasmine no entró en razón. Preparó el gatillo. Jay intentó quitarle la Glock del 28, pero solo consiguió que apretara el gatillo y que una lámpara cercana explotara en mil pedazos.

- ¿Quién eres? - Murmuró la morena-. ¿Otra muñeca de Jay? Luego dicen que fue Alexander el loco que coleccionaba mujeres. Pero Jay las enamora, las hace sufrir. - Le lanzó una mirada fulminante a Jay.

- No, no te equivoques... - la intentó calmar ______ - no conozco suficiente a Jay como para juzgar, pero sé que él no haría tal cosa.

- Cariño, temo que pases lo mismo que mi hermana... ¿eres la del caso de Donovan, cierto? - Suspiró preparando la pistola de nuevo. Golpeó a Jay y giró sobre ellos, poniéndole un brazo en el cuello. Apretó la pistola contra la cabeza de Jay. - Jay se tira todo ser que respire. Luego las deja destrozadas. Ya me darás las gracias en otra vida. Antes de irme, voy a vengarme... - Apretó el gatillo, apunto de atravesar el cráneo de Jay con la bala de la Glock del 28.

- ¡No! - ________ se puso tensa -. Jasmine, no lo mates, por favor.

________ sintió como debajo de la mesa había algo pegado con cinta aislante. No se demoró en quitarlo. Perfecto. Una calibre del 45. No sabía manejar armas pero aquella estaba cargada y preparada. Se la escondió bajo el albornoz. Se levantó y se puso al lado de Jasmine. No pudo evitar llorar de los nervios. Si pasaba algo, si le pasaba algo a Jay, le cogería un ataque de corazón. En esos 5 días habían pasado más cosas que en todos sus veintidós años de vida.

- Por favor... - Jasmine la miró.

- Debo hacerlo.

- Lo que debes hacer... - dijo ______ aun con su tono pausado-. ¡Es meterte en un loquero! - sacó la pistola y apretó el gatillo, sin pensárselo, disparó a Jasmine.

El brazo que rodeaba el cuello de Jay se aflojó. Y el cuerpo de la hermosa mujer cayó, pesado al suelo.

Protégeme - Jay McGuinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora