Mi cabello rubio caía por mi espalda, brillaba con el sol, mis ojos marrón, mi piel clara y algo pálida, mis labios de un rojo carmesí claros, y mi rombo de color morado tirando a lila en mi frente, que era de un tamaño casi "normal". Había sido parte de la aldea de la hoja, Konoha, también parte de una guerra, de la alianza, había sido la capitana de una unidad médica, fui la segunda estudiante de la Sannin Tsunade después de Shizune y antes que Sakura. Conocida como prodigio en el Ninjutsu médico, pero cuando ella llego eso pareció terminar, Tsunade Sensei se centro en ella, y solo ella fue alabada en el final de la cuarta guerra. A pesar de todos mis esfuerzos. Eso me hizo querer irme, irme de Konoha.
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Así lo hice me fui y pareció a nadie importarle, y eso dolió. Ni siquiera mis padres. Lleve un viaje cumpliendo misiones de caza recompensas y cobrando por atención médica que daba. Eso me sostenía económicamente. Una noche llegue a una reunión donde encontraría un ninja del libro Bingo. Cuando mi mirada buscaba al ninja, me fije en un cabello pelirrojo. Me llamo la atención no era un color muy común, pero seguí mi búsqueda. Cuando sentí un brazo tocar mi hombro. ― ¿Buscas a alguien en especial?. ― Pregunto una voz masculina. Mire al emisor de esas palabras y me tope con aquel pelirrojo que antes me había cautivado.
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― Para nada, ¿Y tu buscas a alguien?. ― Pregunte en un tono serio. ― Tampoco lo hago. ― Contesto mi pregunta serio, pero formando una sonrisa algo linda en sus labios. ― Pero acabo de encontrar una chica que llama mi atención. ― Habló en un tono que hizo que mis mejillas ardieran y tomaran un color carmesí. Y este color aumento al ver por completo al muchacho de cabellos pelirrojos. ― ¿Enserio?, vaya en ese caso tendrás que hacer que la muchacha logre sonrojarse por ti. ― Dije formando una sonrisa en mis labios. En ese instante donde cruzamos palabras ninguno sabía en donde se estaba metiendo, ni como sería el futuro.
