𝗧𝗢𝗚𝗘𝗧𝗛𝗘𝗥 || 𝐂𝐨𝐝𝐞 𝐲 𝐓𝐮 ||

ʟᴀ ᴀʟᴠɪɴᴀ (1)

El atardecer teñía el cielo de Konoha con tonos cálidos, naranjas y rosados, mientras el sol descendía lentamente detrás de las montañas. Desde el mirador de los Hokages, la vista era perfecta. El viento suave hacía bailar las hojas de los árboles y acariciaba el cabello blanco como la nieve de Sora, quien estaba recostada contra una de las grandes rocas que adornaban el lugar. Llevaba su habitual atuendo ninja: la camisa corta de color lavanda, guantes negros y botas gris oscuro que llegaban hasta sus rodillas. Sobre sus piernas descansaba su minifalda lavanda, y la cinta roja atada en su cintura se agitaba con la brisa.

En su mano sostenía un cigarro de marihuana, que ardía lentamente mientras ella exhalaba el humo con una calma profunda. Sus ojos verde-azulados, normalmente brillantes, se perdían en el horizonte, relajados. El estrés del día de trabajo en el laboratorio quedaba atrás mientras se sumergía en el paisaje.

No muy lejos, Himawari Uzumaki subía las escaleras del mirador, acompañada por su amigo Shikadai. La pequeña, con su característico cabello azul oscuro, reía y charlaba con Shikadai, pero se adelantó al verlo más interesado en sus pensamientos.

― ¡Sora! ―exclamó Himawari al ver a la joven de cabellos albinos. 

Sonreía con entusiasmo, corriendo hacia ella con la energía inocente que la caracterizaba.

Sora, sorprendida, giró su rostro hacia la pequeña y ocultó con naturalidad el cigarro detrás de ella, sin perder la compostura. Le sonrió con dulzura, a pesar del leve aturdimiento que sentía.

― Himawari, hola ―dijo Sora con una voz suave y serena, logrando mantener la calma. El viento seguía acariciando su cabello blanco, que se veía más brillante bajo los últimos rayos del sol.

― ¡No sabía que te iba a encontrar aquí! ―dijo la pequeña con emoción mientras se acercaba. ― ¿Qué haces?

― Disfrutando del atardecer, como tú ―respondió Sora con una sonrisa tranquila. ― Y tú, ¿qué haces por aquí?

Himawari se sentó a su lado, observando el horizonte.

― Vine con Shikadai. Boruto nos está esperando abajo, pero yo quise ver el atardecer primero. Me encanta cómo se ven los colores en el cielo, ¿a ti no? ―pregunto Hima.

― Sí, es hermoso ―contestó Sora, mirándola de reojo, todavía disimulando el cigarro en su mano. 

Sus ojos estaban relajados, pero mantenía el control de la conversación con cuidado.

Himawari, con su curiosidad infantil, siguió hablando sin sospechar nada.

― ¿Y cómo te fue en tu trabajo hoy? ¿Estás todavía trabajando en esas cosas de ciencia?

Sora soltó una risa suave, encantada por la inocencia de la niña. Era difícil no relajarse completamente con la energía alegre de Himawari.

― Sí, aún trabajando en eso. Hoy fue un día largo, pero hemos hecho buenos progresos ―contestó con dulzura.

Justo en ese momento, Shikadai apareció en la escena, llegando con paso tranquilo. Vestía su habitual atuendo verde y su cabello castaño, recogido en su clásica coleta, se agitaba ligeramente con la brisa. Al ver a Sora, su rostro normalmente relajado cambió. Su mirada se clavó en el cigarro de marihuana que Sora intentaba ocultar con una mano. Frunció el ceño, claramente disgustado.

― Himawari ―dijo Shikadai, con voz firme pero no agresiva. ― Boruto está esperando abajo, ¿por qué no bajas con él? Tenemos que irnos pronto.

Himawari se levantó, sin darse cuenta del cambio de humor de Shikadai.