𝗡𝗼𝘄 𝘆𝗼𝘂 𝘀𝘂𝗰𝗸.

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—Gracias por venir por mi, Matsu, un rato más en esa casa y sentía que el cuchillo en mi cuello era un hecho.—Negó ante ese extraño agradecimiento de Leiko y acomodó su brazo sobre sus hombros para comenzar a caminar en dirección a la salida del edificio. El clima estaba extrañamente frío, la pelinegra había tenido que salir con suéter para no congelarse en la reunión.

Y vaya que ella odiaba usar aquellas prendas de lana gruesas. Aún así le parecía que se veía adorable con la pieza color celeste enorme cubriendo hasta la mitad de sus muslos. Un jean color blanco y plataformas del mismo color complementaban su outfit. Él en cambio llevaba sólo el uniforme de Toman y Leiko lo había obligado a ponerse una bufanda que ella misma le había regaladohace un tiempo.

Keisuke no había dado huella desde hacía dos días atrás. Se había encargado de ignorarlos a ambos y simplemente irse sin dejarlos siquiera abrir la boca.

Decir que ella no estaba preocupada sería la mentira más grande pero al parecer él le había dejado claro que no quería su presencia cerca.

Y si algo tiene Leiko de sobra es orgullo, así que tampoco fue a rogarle entre llantos para preguntarle qué le ocurría.

—Vamos a saludar a los demás, Lei.—Le dijo para guiarla hasta donde Draken, Mikey y Mitsuya estaban. Sonrió al ver también a Takemichi ahí pero debió esperar para acudir al ojiazul, pues Leiko no iba a soltar su brazo, era un hecho.

—Leiley, ¿Llegaste bien a casa ayer?.—La ojionix asintió ante la pregunta de Mikey. El rubio había pasado por ella y él después de sus clases para ir a comer un menú infantil.

—Fuyu me llevó a comer Dangos antes de llevarme a casa.—Respondió la chica sencillamente, con su icónica sonrisilla y sus pestañas batiéndose.

—Ah, Baji va a pensar que estás aplicando la de Mikey, Chifuyu.—Se burló Draken dejando a un indignado Manjiro y a una Pelinegra aún más risueña.

—Kenchin, supéralo.

—Eso jamás se supera, roba novias.—Se encogió de hombros Mitsuya con su sonrisa característica cargada de burla.

Porque Mikey traicionero era prácticamente el mejor chiste interno que tenían en la pandilla. Ahora incluso a Keisuke le daba risa.

Poco a poco los demás integrantes de la pandilla fueron llegando, entre ellos, Kisaki Tetta. Chifuyu vió con recelo en su dirección acercando aún más a Leiko hacía él, con un mal presentimiento en su garganta. Aún así no habían ni señales de Baji en el lugar, dejándolo tranquilo en ese aspecto, pues sabía que si él llegaba no iba a significar nada bueno.

—Vayan a formarse, vamos a comenzar.—Pidió Mikey luego de hablar un rato entre todos. Obedecieron, él llevándose a la novia de su amigo con el a la primera división junto a Takemichi, y en cuanto todos estuvieron en sus lugares, el líder y el vice líder comenzaron a hablar.

—Extraño a Pah-chin, nadie podrá reemplazar lo calentito que era abrazarlo.—Se quejó la chica cuando Manjiro anunció que iban a dar a conocer su reemplazo como líder de la tercera división.

Aunque no lo pareciera, el Hayashida y Leiko eran bastante más unidos de lo que todos pensaban.

—¡De un paso al frente, el nuevo capitán de la tercera división!.—Exclamó el Sano para que de entre el tumulto de gente, aquel chico comenzara a caminar.

—Maldición.—Gruñó por lo bajo el Matsuno, incrédulo de lo que estaba viendo.

Eso estaba mal, demasiado mal.

Kisaki iba a ser la ruina de la pandilla, Baji lo sabía, Takemichi lo sabía, todos lo sabían.

Entonces, ¿Por qué Mikey lo había elegido a él?.

No notó el momento en que el Hanagaki se alejó de su otro lado para ir directamente hacía Kisaki y darle un golpe en toda la cara.

—¡Michi!, ¡No!.—De inmediato Leiko se soltó de su brazo para correr en dirección a él, intentando evitar que hiciera otra locura. Tomando posición entre el moreno y el rubio, importandole poco la presencia del resto de capitanes o del mismo Mikey.

Los murmullos en el lugar se hicieron presentes de forma rápida, no fue capaz de reaccionar antes de escuchar aquellas conocidas carcajadas con sorna tras su espalda.

—¿Qué está pasando aquí?.

Keisuke hizo acto de presencia en el lugar.

—Esto se ve divertido.—Dijo él, sus ojos se veían opacos y la sonrisa en su rostro era más que falsa.

—Kei, ¿Qué haces aquí?.—La pregunta de su novia fue interrumpida por el golpe seco que dejó en la mejilla de Takemichi.—¡Keisuke!, ¡¿Que haces?!.—Gracias al cielo, Kisaki fue lo suficientemente rápido para tirar de ella evitando que recibiera algún golpe por accidente, Sujetándola a su lado.

Cuando Mitsuya pudo parar al Pelinegro, el Hanagaki ya estaba sangrando.

—Kisaki, por favor suéltame.—Pidió la Hitomi cuando su novio ya estuvo quieto. Tetta obedeció dando un paso atrás.—Gracias.

—Leiko, ¿Qué haces metiéndote en peleas de otras personas?.—Baji le dirigió la palabra con una mala mirada.—Mantente ocupada en tus cosas y no te metas aquí.

—No le hables así, Baji...—Intervino Manjiro sin voltearse a verlo, algo irritado por el escándalo.—¿Qué viniste a hacer aquí?.

—Me voy con Valhalla.

La declaración del ojiambar logró hacer que el silencio rondara en todo el lugar.

—¿Aquí soy una molestia, no?, Si hasta mi novia parece más feliz con ustedes que conmigo.—Leiko quiso replicar pero cuando abrió la boca volvió a cerrarla de inmediato. Cosa que Chifuyu no pasó desapercibida. Con sus botas blancas resonando, Baji comenzó a bajar cada escalón lentamente.—Desde hoy, el capitán de la primera división, Baji Keisuke, es enemigo de la Toman.

Nadie fue capaz de decir absolutamente nada más antes de verlo irse con las manos en sus bolsillos, Kisaki sonrió acomodando sus lentes en el puente de su nariz.

Manjiro fue alentando por Draken, Mitsuya, Nahoya y Muto parecían algo incrédulos.

Chifuyu y Leiko se dirigieron una mirada que fue suficiente para que ambos afirmaran lo que estaban pensando.

El mentía.

Pero, ¿A quién?.

[...]

—Ya, Kazutora, lo hice.

Aquel callejón húmedo y oscuro era el sector que habían acordado para reunirse luego de que Baji renunciara definitivamente a la Toman, uniendose a él de nuevo.

El Hanemiya sonrió al escuchar eso. Se acercó a su mejor amigo, el cual tenía sus nudillos llenos de sangre claramente no de él y una mirada indescifrable en el rostro, para abrazarlo con familiaridad.

—Sabía que lo harías.—Felicitó sin quitarla sonrisa infantil de sus labios. Haciendo que los cascabeles de su arete sonaran por el mover de su cabeza.—Ahora...

—¿Qué sigue?.

—Oh, nada grave.—Murmuró.—Sólo una pequeña prueba de confianza.

Baji calló, sin querer imaginar la mierda que tendría que hacer ahora para llevar acabo su plan.




𝗧𝗮𝗸𝗲 𝗠𝗲 𝗢𝘂𝘁.-𝗞𝗮𝘇𝘂𝘁𝗼𝗿𝗮 × 𝗖𝗵𝗶𝗳𝘂𝘆𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora