Un día bastante productivo.

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A Tiffany ya no le podía ocultar nada.
-¿Cómo puedes saberlo?-
-Te ví volando con la escoba.-
-Te pido por favor que no se lo digas a nadie.-
-¿Ni a Austin?-
-Ni siquiera a él.-
-Te lo prometo, es más te juro que tu secreto seguirá siendo un secreto.-
Yo sabía que en ella sí podía confiar. A Austin, bueno, se lo diré más adelante. Por ahora sólo debe saberlo ella.
-Voy a contarte toda mi historia -
Se la conté. La verdad, la ví muy interesada en saberla. Me sentí más tranquila y relajada al contarle mi secreto a alguien más. Bueno este " secreto" ya no era tan secreto.
Al principio, me sentí algo extrañada. Intenté de todas las formas posibles que nadie se enterara de mi secreto pero no resultó.
Lo más complicado será cuando se lo diga a Austin, espero que se lo tome igual que su hermana.
-Oye, Lucy ¿dónde está tu hermano? Es que he quedado con él para ir al cine juntos.-
-Se está arreglando. Estoy notando que entre vosotros hay una gran química ¿eh?.-
-¿Qué? No, para nada.- me dijo tartamudeando.
-Tiffany, a mí no me engañas, soy una brujita. Lo sé absolutamente todo.-
-Vale es cierto.-
-Sabes, Tiff me alegro mucho por los dos.-
-¡Gracias! ¿Y tú que tal con mi hermano?-
-Muy bien la verdad.-
-Se me olvidó preguntarte, ¿vas a ir a la fiesta de máscaras del instituto?.-
-Si Austin me lo pide, sí.-
-Tenemos que comprar los vestidos y las máscaras.-
-Vale.-
-¿Quedamos mañana para comprarlo todo?.-
-¡Vale! ¿A las 11:00 AM?.-
-Me vendría mejor a las 12:00 AM.-
-¿En algún sitio en concreto?.-
-No, yo te recojo.-
-Vale.-
-Tiffany, ya podemos irnos.- dijo mi hermano.
Os describo cómo iba vestido:
Llevaba puesto un traje de chaqueta gris con una corbata azul que le compré, unos zapatos negros y un ramo de flores que le compré para que se lo diera a ella.
Tiffany llevaba un vestido blanco y naranja. La parte blanca era desde el pecho hasta la mitad de la cintura y todo lo demás, naranja. Un bolsito de color beige y unos tacones blancos.
-Estás... guapísima.- dijo Grey
-Tú también estás guapísimo.-
Se agarraron de la mano y se fueron.
Cuando se marcharon, subí a mi cuarto y cogí mi móvil.
Noté que alguien tiró una piedra pequeña a mi ventana.
-Lucy, abre la ventana.- me dijo Austin a través de Whatsapp.
Me dirigí hacia la ventana y allí estaba él.
-¿No es más fácil que toques el timbre?-
-Quería hacer esto algo romántico.-
-Ni lo conseguiste.- dije burlona.
-Salta del balcón.-
-¿Qué salte? ¡Estás loco!-.
-Loco por tí, mi brujita.-
-¿Cómo?-
-Lucy, lo sé todo. Lo supe desde un principio. Y seas lo que seas te voy a seguir queriendo igual.-
-Bueno, voy a saltar.-
Austin me cogió en brazos.
-Ven, voy a llevarte a un sitio que te va a encantar.- me dijo.
Austin me vendó los ojos con un pañuelo, de tal forma que yo no pudiera ver absolutamente nada.
-¿A dónde me llevas?-
-Es una sorpresa.-
Estuvimos cerca de una hora andando, si no recuerdo mal. Por fin llegamos y Austin me quitó la venda.
Estábamos en un parque y allí se veía perfectamente como poco a poco iba anocheciendo y aparecían las estrellas.
-Vaya, Austin esto es precioso.-
-No más que tú.-
-Austin yo no debo enamorarme de ti.-
-Demasiado tarde, ya lo hiciste.-
No sabía de que forma explicarle que algún día me tendría que ir....

The WitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora