MORDEDURA DE APAREAMIENTO

Parte 5

Harry obligó a Draco a colocarse en medio de dos de las vigas de soporte de metal, empujando al rubio de rodillas en el suelo de cemento, pero sólo antes de empujar los vaqueros del chico más abajo en las piernas por lo que sus muslos quedaron expuestos. —Quieto.

Draco inhaló profundamente ante el comando, su mirada fija en el suelo mientras su brazo derecho fue colocado hacia arriba, la cuerda que estaba atada a la muñeca fue amarrada al poste a unos pies de distancia eficientemente.

Harry observó al rubio, el rubor que se había iniciado sobre la cara de Draco hacia su camino por el cuello del chico ahora se extendía a los hombros. Acercándose al otro poste, Harry tiró de la cuerda conectada a la muñeca izquierda de Draco, sonriendo con avidez cuando vio cómo el rubio tenso los hombros, sus músculos aumentando de tamaño y flexionando la espalda mientras se estiraba hacia arriba y fuera de su apretada restricción.

Joder, las cosas que iba a hacerle al chico.

—Mantén tu cabeza hacia abajo —dijo, dando un paso adelante para empujar la rubia cabeza hacia adelante. Draco se sacudió a su tacto, su aliento salía más fuerte. Harry pudo oler la excitación en él, olía el temor y necesidad que hervía bajo la superficie inusualmente dócil de Draco.

Una parte de él se sentía casi mareado de realizar lo que el chico estaba esperando. Necesitando esto. Deseando esto. Y joder, él felizmente podría darle a Draco todo el dolor caliente y sudoroso que el rubio necesitara.

Draco estaba haciendo todo lo posible para no pensar. Flexionó sus manos, temblando mientras envolvía sus dedos apretados alrededor de la cuerda gruesa atada a sus muñecas. Se sentía atrapado, expuesto, absolutamente indefenso... y joder, se le hacía tan difícil. El miedo que sentía no estaba conectado a pensamientos de Harry matándolo.

No, incluso después de haber perdido su mierda y resultar ser un hombre lobo, Harry Potter era una buena persona, lo amonestaría por ponerse en peligro incluso antes de hacerle daño intencionadamente. No, el miedo de Draco parecía estar más conectado con el hecho de que estaba bastante seguro de que estaba perdiendo la cabeza y que una parte de él había dejado de preocuparse.

Draco tragó al oír al moreno moviéndose detrás de él, el tintineo de metal que estaba seguro de que era la hebilla del cinturón sonando en el aire. Trató de controlar su respiración, la ansiedad y la anticipación le hacía zumbar sus oídos, sus músculos se tensaron mientras esperaba a que el hombre hiciera algo.

Oyó el cinturón antes de que llegara, el aire silbando en silencio un instante antes de que Harry golpeara, fuego hizo erupción a lo largo de la espalda de Draco. Su cuerpo logró ser sorprendido, Draco jadeando y gritando mientras se arrojó hacia adelante desde el dolor, las cuerdas picaban en su muñeca. ¡Duele, Joder, duele! Pero, por Morgana... algo más, también.

Algo caliente que se movía sobre su piel como una ola de vértigo, robó sus pensamientos y miedos e hizo su cuerpo apretado y suelto a la vez.

El cinturón golpeó de nuevo, alcanzando el omóplato, columna vertebral y espalda superior, la piel de Draco ardía como un millón de agujas calientes cuando él gritó.

—Joder, eso es todo —gruñó Harry, viendo lo rojo en la piel del chico, mientras que el rubio se sacudía contra las cuerdas y gemía. Podía oler el deseo inundando a Draco, su propio cuerpo cada vez estaba más caliente en respuesta. Golpeó el cinturón en el culo del chico, gimiendo por el ruido de chasquido y el grito de Draco cuando trató de empujarse hacia adelante para escapar del dolor. Pero no había escapatoria. No, su compañero enojado necesitaba ser castigado, era necesario golpearlo por lo que había hecho mal hasta que Draco no pudiera ignorar lo mal chico que había sido. Malo, sucio, y necesitaba ser castigado.