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Pov Ame.

Ha pasado unos años y Karl solo no se a casado con Cordelia si no con dos mujeres más y una de ellas es su prima Christa.

Tiene ya herederos sus nombres son Shuu y Reiji hijos de Beatrix, son una monada pero a uno le obliga a estudiar y al otro lo ignora.

Cordelia por su parte a tenido trillizos Laito, Kanato y Ayato, también son una monada solo que al último lo sobre esfuerza demasiado.

Y por último Christa está embarazada. Últimamente la encuentro rara así que fui a vivir a su mansión para cuidarla en su embarazo.

- Sabes Ame me gusta pasar el tiempo contigo - comenta una sonriente Christa mientras da un sorbo a su té.

- A mí también me gusta pasar tiempo contigo - le doy un sorbo a mí te pero me da ganas de vomitar - lo siento - me levanto rápidamente y voy corriendo al baño.

- Ame ¿estás bien?- llama a la puerta una preocupada Christa.

- Sí habré comido algo en mal estado...- me enjuago la boca en el lavabo.

- Sí como a un Karl - dice ella co desagrado.

Abro mucho los ojos y me miro al espejo.

- No creo...- intento no ilusionarme.

Abro la puerta y me la encuentro de frente con una pequeña sonrisa.

- Me pasó lo mismo los primeros meses - comentó melancólica mientras se acariciaba su gran abultado estómago.

Me toco el mío sin creermelo por la gran cantidad de años que e estado añorando un hijo. Se me salen las lágrimas de alegría.

- No llores...- me acaricia la mejilla.

- ¡Ya llegué familia! - grita un alegre Karl desde la entrada - ¿Dónde estáis? - vuelve a gritar.

Christa suspira y me da la mano para andar las dos juntas hasta la entrada encontrándonos con nuestro marido.

- ¿Por qué lloras cariño?- se acercó preocupado a mí.

Empecé a balbucear palabras incoherentes entre sollozos.

- No te entiendo...- mira a Christa esperando una respuesta.

- Está embarazada - suelta fría.

Este abre mucho los ojos y mira a su primera mujer.

-¿Es enserio?- pregunta a lo que asiento en respuesta - ¡Por fin! - exclama rebosante de alegría.

Me acarició el estómago dulcemente y empezó a hablarle al bebé bajo la mirada fría de Christa.

Pasaron los meses donde mi vientre crecía cada día los cuales siempre estaban repletos de regalos por parte de Karl pero llegó el día donde nacía el pequeño o pequeña de Christa.

Estaba sentada en la sala junto a las demás esposas e hijos de estas.

- Pareces que por fin quedaste embarazada - comentó con burla Cordelia.

Sonreí dulcemente, no me iba a dejar provocar.

- Sí por fin voy a tener un hermoso bebé.

Ella a escucharme soltó una risita burlón la cual ignoré ya que me habló un pequeño Laito.

- Señorita Ame ¿usted puede tener a una hermanita?- preguntó este.

- ¿Por qué quieres una hermana?- pregunté extrañada.

- Ya somos muchos chicos en la familia - me contestó mientras le echaba una mirada a sus hermanos.

- Ah...pues no sé qué será pero ¿Sí es un hermanito también lo querrás?- pregunté con cautela.

El pequeño asintió eufórica mente - lo querré tanto como si fuera Kanato o Ayato.

Le sonreí dulcemente y le acaricié la cabeza.

- Laito siéntate aquí - le llamó la atención Cordelia mientras señalaba un sillón alejado de donde estábamos.

" Puede ser tan infantil aveces..." Pienso.

Después de estar otro rato en silencio habló una muy respetuosa Beatrix:

- ¿Ha pateado mucho?

Los últimos meses nos vemos estado llevando mejor ya que le e pedido consejo con esto del embarazo.

- Sí es muy energíco - acaricio mi vientre- sobre todo cuando se acerca Karl o algunos de los pequeños parece que los reconoce - río divertida.

- Eso es interesante - suelta la rubia impresionada.

-¡Llévatelo no quiero verlo!- se escuchó un grito desde la habitación donde estaba dando a luz Christa.

Me levanté rápidamente y fui a la habitación encontrándome a las sirvientas con el bebé en brazos y una Christa enfadada.

- Dámelo - ordeno a la sirvienta y esta me lo da.

Me fijo en el bebé y es precioso se parece a Christa.

El bebé abre los ojos y me mira fijamente.

- Hola Subaru - digo dulcemente mientras acaricio su rostro.

- Parece que es otro niño - comenta desganado una voz masculina detrás mía.

- Sí alégrate - le doy un codazo escuchando un quejido.

- Subaru le queda bien - me acaricia la cintura.

- Sí pero suéltame si no quieres un cuchillo de plata en tus manos - amenazo.

- Cariño...- se queja como niño chiquito.

Salgo de la habitación sin mirarlo y es que desde que estoy embarazada solo lo busco para qué me dé un poco de su energía y después no quiero ni que me toque. Los súcubo son territoriales con sus bebés por varios inconvenientes que pueden pasar.

Llego a la sala con un Karl detrás que me sigue como perro a su dueño.

- Mitad niños este es su hermano Subaru - digo alegre mientras los pequeños se me acercan a verlo siendo seguidos por sus madres.

- Se parece a tí cariño - le dice con voz seductora Cordelia.

- Si se parece...- susurra Beatrix examinando al bebé.

- Yo le veo cómo Christa - comento.

- También - me da la razón Beatrix.

El bebé empieza a llorar, lo mezo pero no para así que se lo doy a Karl y cuando lo tiene en brazos para.

- Te toca tenerlo voy a por algo de comer que me a dado hambre - comienzo a andar a la cocina.

- Señorita Ame. - me llamaron, me volteo y veo a un pequeño Kanato nervioso -¿Puedo ir con usted?

Asiento y los dos nos encaminamos a la cocina bajo la mirada de una celosa Cordelia.

- Mira hay pastel de chocolate.

Lo siento en una silla y sirvo una ración de tarta para cada uno pero no doy el primer bocado cuando siento como sí me hubiera hecho pipí.

- No podrías haberme dejado por lo menos probarlo - le hablo a mi barriga con el ceño fruncido.

- Señorita se a hecho pipí - comenta un asqueado Kanato.

- No Kanato esto no es ¡Aaaah! - pegó un alarido por una contracción.





Continuará...

尺ㄚㄩ ( Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora