7._

3.8K 382 71
                                    

Pov Ryu.

Me di vuelta encontrándome con Cordelia. Le doy una mirada cansada y sigo a lo mío.

Agarro zumo de uva y me lo empiezo a beber.

-¡No me ignores!- me reclamó molesta.

"Odio su voz chillona" pensé.

Dejé de beber y la miré a los ojos.

- Que quieres - solté frío.

Ella sonrió seductoramente.

- Quiero de tú sangre.

- No - lo pensé un poco más- bueno ya sabes lo qué tienes que hacer si quieres.

La pelimorada frunció el ceño.

- No voy a volver a...

Se quedó callada a ver mi expresión de enfado.

- No es una opción Cordelia.

Se mordió el labio inferior y se puso de rodillas delante mío mirando hacía abajo.

- Ruega - ordeno.

- Mi señor...por favor deme algo de su sangre - rogó con voz sumisa.

- Besa mis zapatos - dije con media sonrisa.

Ella levantó rápidamente la cabeza para negarse.

- Hazlo - frunzo el ceño empezando a molestarme.

- Sí mi señor...- y así lo hizo, besó mis zapatos.

- Te ves desesperada - digo con burla.

Ella no levantó la mirada del suelo.

Caminé hasta el cajón de los cubiertos, saqué un cuchillo y me hice un pequeño corte en la palma el cuál se curaría rápidamente, tampoco quería darle mucha sangre.

- Ten - extendí mi mano hacía la fémina la cuál se abalanzó y me tumbó quedando ella encima, cogió mi mano lamiendo la como si estuviera semanas sin comer.

Suspiro y fijo mi mano en el techo esperando a qué termine.

Estuvo así unos minutos pero de pronto siento sus dientes en mi mano. Frunzo el ceño y hago qué mi sangre sepa cómo a veneno.

- ¿¡Por qué!?- brama cuando dejó de morder mi mano.

- Sorpresa - sonrió con suficiencia - ahora baja de encima mía - mi rostro cambiá a uno enfadado asustandola, se quita y yo me levanto.

- Agachate Cordelia - le ordeno ya qué estaba de pie.

Ella se agacha, pero en su rostro se veía qué creía qué la volvería a besar.

Le dí una bofetada que hizo qué su rostro girase.

- No vuelvas a morderme sin mi consentimiento - digo con voz siniestras.

- S-si - tartamudea.

Le acaricio el rostro y pego mis labios con los suyos dándole un beso, introduzco mi lengua, pero ella cogió el mando ganando la pelea de lenguas introduciendo su lengua en la mía.

" Ja, pobre " pensé y sonreí para mis adentros.

Nos besamos por un largo tiempo hasta qué ella le empezaron a fallar las piernas cayendo al suelo.

-¿Estás bien?- pregunté con falsa preocupación.

Su contestación fue un gemido. Puse cara de asco y desaparecí de allí dejándola tirada.

尺ㄚㄩ ( Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora