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Pov Ryu.

Aparecí en la habitación que me encontraba cuando desperté.

- Estúpida - dije entre risas.

Se encendió la luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche, me giré rápidamente y me encontré a mamá sería.

- ¿Quién es estúpida?- me sonrió.

Una de esas sonrisas que significan que ya lo sabía todo, se me pusieron los bellos de puntas.

- Verás mamá...- intenté ganar tiempo para una escusa.

- La verdad - exigió cruzando sus brazos.

- Digamos...que Cordelia bebió de mi sangre...- iba a decirle solo eso pero por su expresión se veía que quería todo - también le pasé sangre con mi saliva...- me encogí esperando el regaño.

La escuché suspirar.

- Sabes que lo que has echo está muy mal, primero - me enseñó su dedo índice - tú sangre es como una droga para los vampiros y demonios, segundo - levantó el dedo corazón- tú saliva es cómo un afrodisíaco para cualquier raza y por último - levantó otro dedo - no deberías meterte con ancianas las cuales te duplican la edad eres solo un niño.

- Pero mamá por lo que entendí es que nuestra sangre podemos hacer que sepa mal cuando no queremos dársela a alguien - ella asintió - además está es una pequeña venganza para esa mujer.

Ella suspiró derrotada - solo no te pongas en peligro.

- Tranquila mamá seré joven de cuerpo pero no de mente - le sonreí - ahora iré a decirle a papá qué ya puede presentarme a la familia.

- No debí darte tanta información - susurra.

Salí de la habitación hacía el despacho, ande por un largo pasillo hasta llegar en donde el aroma de papá se identificaba. Llamé a la puerta y escuché un pase. La abrí y asomé la cabeza primero encontrándome que dentro estaban Beatrix junto a papá.

- Pasa no te quedes allí - habló papá con una sonrisa.

Entré un poco tímido.

- Encantado soy Ryu - me incliné presentándome a la mujer.

Ella abrió mucho los ojos impactada pero se recompuso de inmediato.

- Encantada pequeño Ryu me llamo Beatrix - dijo presentándose.

Le sonreí inocentemente mientras ella admiraba mis facciones en la lejanía.

-¿Que necesitas Ryu?- me preguntó papá dando pequeños toques con el dedo índice en la mesa.

Miré el dedo y luego mi vista viajó a su rostro.

- Ya puedes presentarme - dije con cara sería.

Él dijo un "jmm" sonriendo divertido.

- Que habrás echo - sonriendo ampliamente.

- Yo no hice nada solo vi un poco la mansión - incliné mi cabeza a la derecha mientras sonreía inocente.

- Beatrix avisa a los demás - ordenó papá a la mujer que solo me miraba.

Esta asintió y salió de la habitación dejándonos solos.

- Sabes hijo mío - se levantó de la silla rodeando el escritorio qué cuando estuvo delante se dejó caer en el - desde allí - señaló el balcón - se ve el jardín - sonrió divertido.

- No entiendo de qué me hablas papá - hice como el que no entendía.

Soltó una carcajada que creo que se escuchó en China.

- Vamos pequeño bribón que ya estarán en el salón - me cogió en brazos.

- Papá tu cabello es de viejo - le cogí un mechón blanco.

El soltó otra carcajada y se teletransporto al salón donde estaban todos incluido mamá.

Mi vista viajó a Cordelia la cuál me miraba con la boca abierta.

- Hijo preséntate - me susurró papá para luego dejarme en el suelo.

- Encantados soy Ryu vuestro hermano pequeño - hice una pequeña reverencia.

- ¡Tú, tú...! - escuché el grito que pegó Cordelia.

- ¿Sí? Cordelia-sama - le sonreí.

Ella boqueó como un pez el cuál sacaron del agua.

Mi rostro no cambió mi expresión pero por dentro no podía parar de reírme.

- Tú eres el monstruo - habló un niño con cabello marrón.

Puse expresión triste.

- No soy ningún monstruo - hice mi mejor papel de víctima.

- Oe Laito no le digas así al pobre Ryu - me defendió el que creo que es Ayato.

- Gracias Ayato-sama - dije haciéndome ver frágil.

Él se sonrojó casi llegando al color de su cabello.

- Hola Ryu soy Shu tu hermano mayor - se presentó de manera amable un rubio.

Le sonreí y dije un encantado.

- Soy Reiji encantando - hizo una reverencia.

- No hace falta ser tan formal Reiji-nii.

Él se sonrojó leve y asintió.

- Yo soy Laito - me dió una sonrisa gatuna - el es Kanato- señaló a un niño qué tenía el cabello morado - y ya conoces a Ayato - señaló al pelirrojo.

- Gusto en conocerlos.

- Yo soy Subaru - dijo un pequeño niño peliblanco.

- Ya te conocía Subaru-nii.

Todos menos mamá me miraron sin entender.

- Subaru-nii vino a visitarme mientras dormía y durmió junto a mamá y yo - les expliqué.

- Pero si estaba dormido - habló el peliblanco menor esperando una explicación.

- Secreto - puse pi índice delante de mí boca.

- Joo~ yo quería saberlo...- se enfurruñó Laito.

- ¿Qué tal si vamos a jugar?- preguntó Shu animado.

Todos exclamamos un sí y salimos al jardín donde nos llevamos casi toda la noche jugando.

- Voy por algo de beber - exclamé antes de teletransportarme a la cocina de la mansión.

- Valla lo qué me a traído el destino - escuché una voz seductora detrás mía.

Me di vuelta encontrándome con...






Continuará...

尺ㄚㄩ ( Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora