ANTE TODO EL CONTRATO

Capítulo 12

No entendía por qué me ponía nervioso cada que la tengo enfrente, su dulce olor de fresas me tiene loco, su mirada se suavizó por un momento

—por favor tomatito—como comencé a amar ese apodo salir de sus amados labios—yo tengo muchas ganas de ir, por favor—es cierto lo que dijo Adrien, es imposible decirle que no a esa carita que pone

—por favor no hagas eso—dije en apenas un susurro

—¿pero por qué?—hasta ese hermoso berrinche me parecía lindo

—es que acaso no te das cuenta lo que me haces sentir—su mirada estaba perdida, no entendía lo que trataba de decir—es que... que no entiendes que te amo—sentí mis mejillas arder cuando me vio sorprendida, hasta yo estaba sorprendido de lo que solte

—yo... yo entiendo, yo también comencé a amarte, yo también te... te amo

Mi corazón se aceleró demasiado, sentí un dolor en el pecho al ver su lindo sonrojó, volví a ver esos lindos labios, tintados de ese rojo carmín, sin poder resistir un segundo más me acerqué a ella, comencé a besar lentamente sus labios, era delicioso probar aquella linda boca, no se si era sus labios pero mis papilas captaron un dulce sabor a fresa, gemi ante la sensación de su sabor, no sé como pero en algún punto del beso me senté en el sofe de mi sala con ella sobre mi. Sus delicados dedos pasaban entre mis mechones de de cabello, mis manos estaban sobre su fina cintura; ahora, sentirla era una necesidad para mi, sabía que debía parar, pues no solo le decoraria su cintura con marcas de mis dedos, también podríamos llegar a algo más y no es que no quisiera, pero era demasiado apresurado.

Me separé por un momento de ella, verla hecha un desastre era un deleite, verla sonrojada, con el labial corrido, sus labios húmedos e hinchados—eres tan hermosa—ella solo sonrió—¿quieres ser mi novia?..

—yo... Nathaniel despierta—me desconcerté por ello, iba a volver a preguntar o tratar de entender su respuesta—anda se nos hara tarde—la observé confundido, ¿tarde?

Nuevamente intente hablar, sin embargo sentí una sensación de frío, prontamente sentí que me ahogaba, desperté de aquel sueño, me sentí confundido hasta que logré escuchar la risa de Adrien, comencé a entender lo que sucedía

—dios debiste ver tu cara, lo siento amigo—aquel rubio solo se podía reír de mi

—¿Adrien? ¿qué haces en mi habitación? ¿porqué me tiraste agua?—me sentía molesto, no sabía por que había irrumpido en mi habitación

—vamos Nathaniel, sabías que hoy tenemos el viaje al bosque, te dije ayer que hoy saliendo de la escuela nos íbamos, no fuiste a clases—su tono burlón comenzó a desaparecer, dejando solo un poco de enojo e incertidumbre en el—así que vine para acá, tu nana me dijo que llegaste casi al amanecer y en un deplorable estado que no podías ponerte en pie, amigo desde cuando tomas hasta llegar a ese estado

—lo siento se me olvido, pero dame unos minutos en lo que me baño—me levante de un salto dela cama para correr al baño—si gusta pídele algo de comer a mi nana en lo que bajo, no tardo, estás en tu casa

—bien, pero no demores mucho, el auto bus nos dejo, salio hace media hora, tendremos que irnos en auto

—bien—solo pude decir aquello en lo que seguía preparado la ducha para regular la temperatura del agua

Maldición solo esto me pasa a mi, fui a lavarme los dientes mientras espero el agua este en la temperatura que me gusta, observe mi semblante en el espejo, me veía mal, no se por que me deje de convencer de tomar tanto, quizás no fue buena idea

No le di más importancia a mi aspecto por lo que terminando de lavar mis dientes ingrese a la ducha para comenzar a ascearme, quitar un poco el mal aspecto que tenía, mi mente me jugó una mala pasada haciendome recordar un poco de mi sueño, recargue un poco mi frente en la pared del baño, recordando con mayor facilidad mi sueño, no se en que momento mi mano comenzó a defender hasta mi miembro