Capítulo 2 "Él"

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"Tomare la oportunidad del destino"

-Dereck- me corrigió ese hombre mirándome expectante a los ojos mientras seguía parado en el marco de la puerta.- Mi nombre es Dereck- me repitió. 

-Dis..culpa, me confundí, hoy amanecí un... poco distraída- mencioné tartamudeando, tratando de entender un poco sobre lo que esta sucediendo.

- ¿Esta es la clase de italiano? - me pregunto mientras entraba del todo al salón.

-sí- conteste como pude.

Apenas y le puede contestar, no me salían las palabras, tenia tantas dudas en ese momento viéndolo parado frente a mi, seguía sin poder creerlo aun, tenia ganas de salir corriendo y gritar, definitivamente no podía pensar con él a tan solo unos cuantos pasos de mi, que diablos era todo esto.

-¿Estas bien?, ¿nos conocemos? – me pregunto mientras tomaba asiento en la silla que estaba al lado mío.

Me miro analizándome, sentí que en ese momento podría ser juzgada y simplemente no diría nada al respecto. De repente empecé a respirar, no me había dado cuenta que estaba
aguantando la respiración, sentía el pulso de mi corazón frenético, no era para mas. En ese momento me puse a pensar en que le podría decir para no sonar tan loca.

Hola, sueño contigo desde hace cuatro años y te conozco tanto como me conozco a mi. Posdata te amo, no, definitivamente sonaría como que estoy mal de la cabeza.

-Estoy... bien- apenas y podía hablar, no podían salir las palabras con el nudo que tenía en la garganta.

-No te recuerdo de ningún lado, ¿segura que estas bien? -Me dijo viéndome directamente a los ojos.

Dios su mirada, sus ojos, definitivamente era él.

-Creo que la maestra comentó algo acerca de que un nuevo estudiante entraría y estoy bien; gracias, no te preocupes, es que recordé que se me olvido algo en... en mi casa. 

Mentira, solo esperaba que la maestra si supiera acerca de que él llegaría, si no quedaría como una payasa.

- Ok, ya entiendo, creo que te confundiste con mi nombre- me sonrió.

Ese hombre era malditamente hermoso. Dios Padre me quería matar, su sonrisa era idéntica, los mismos hoyuelos, los mismos dientes blancos y perfectos; no había ninguna duda era él, por dios hasta tenia el mismo lunar arriba de su pómulo izquierdo.  No podía pensar, no con él a mi lado, pero necesitaba pensar, ¡cómo era posible todo esto!, o sea se que hay personas que se pueden parecer físicamente en el mundo, pero idénticas y  que sueñes con esa persona sin conocerla de ningún lado aparentemente y luego verla en persona, eso ya es otra cosa muy extraña.

-Sí, disculpa- le dije apenas con un suspiro audible.

-No hay problema, ¿y tú como te llamas?- me pregunto.

-Sasha, un placer- dije temblando de pies a cabeza, sintiendo un escalofrió que cruzaba toda mi espina dorsal.

-Él placer es mío Sasha.

Dada por terminada la conversación, él agarró su celular y yo hice como que estaba revisando unos apuntes, tenía tantas preguntas que se formaban en mi cabeza y pocas respuestas. me empece a sentir mal, no podía con la presión, unas nauseas inmensas empezaron a tomar fuerza en mi.

Como pude guarde mis cosas y salí,  corriendo agarrando mi mochila y tratando de tapar mi boca. No me detuve a pensar por qué se levanto como si quisiera seguirme, salí corriendo del aula hacia los sanitarios. Llegando descargue lo poco que tenía en el estomago, una migraña se avecinaba, lo presentía, tenia que largarme de ahí.

Entre Dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora