Capitulo 4

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- ¿Cómo se supone que haga eso? Estoy totalmente acostumbrada a ti, ¿no lo ves? Estos cuatro meses he sido un tipo de marioneta que todos han manejado a su antojo pero que al final del día no sienten nada

-Martina, mírame, estoy aquí y es lo que tenemos por esta noche

** ** **

- ¿Qué es esto? - pregunto Martina

-Mis maletas- respondió Lourdes enojada

- ¿Qué?

-Me voy

- ¿P-por qué?

-Eres una mentirosa- respondió Lourdes terminando de empacar las ultimas prendas de vestir

- ¿D-de que hablas? - cuestiono Martina tentativamente

- ¡Deja de hacerte la idiota! - La castaña por fin estalló- Hace dos horas marcó tu madre. Resulta que según ella: tú y yo terminamos hace un año

Lourdes clavo sus ojos verdes en la rubia quien se mostraba totalmente sorprendida y perturbada

- ¿Qué es esto, Martina? - pregunto Lourdes más tranquila

-Necesitaba el trabajo, Lourdes- trató de justificarse- Sabes que había terminado la universidad sin una oferta de trabajo y yo...

-Lo sé, Martina- respondió Lourdes pausadamente- Pero ¿A qué costo? ¿No pudiste ser sincera conmigo?

-No sabía como te lo ibas a tomar

-Entonces, esto ya no tiene ningún sentido ya- dijo Lourdes secamente- Me voy

- ¿Me estas dejando por qué no fue capaz de decirle a mi madre acerca de nosotras? - interrogó Martina sorprendida

- ¡No! - Lourdes tomó sus dos maletas- Me voy porque ya no eres capaz de confiar en mí, porque fuiste una mentirosa, porque llevamos casi seis años en vano porque ni siquiera me conoces bien, diste por hecho que no me tomaría bien esto. Llevamos seis años, Martina, por dios, años que he compartido contigo todo de mí, lo he dado todo y tú, al parecer, no lo has visto

-P-puedo solucionarlo Lu- El tono de desespero aumentaba en la voz de Martina

- ¿Cómo? ¿Diciéndole a tu madre la verdad? - El silencio de Martina confirmo su pregunta- Esa no es solución para las razones que te acabe de dar

Las dos chicas se miraron por unos segundos. La castaña estaba tratando de ser firme y con toda la voluntad que pudiera sostener sabiendo que aquellos ojos marrones rogaban por otra oportunidad, pero, al mismo tiempo, demostraban miedo y vulnerabilidad

Lourdes abrió la puerta, Martina era incapaz de reaccionar en ese momento, se sentía miserable por haberle fallado a la única persona que de verdad la había conocido, que había sido incondicional durante todo el tiempo que llevaban juntas y, sobre todo, que la había amado

-S-solo quiero un poco de tiempo, Martina

Y dicho eso, cerró la puerta dejando a aquella rubia sola en aquel departamento. Y aunque ambas lo presentían, no sabían que aquel tiempo sería para siempre

** ** **

-Debí haberte detenido ese día

-No sabíamos nada de lo que sucedería, Mar- Lourdes suspiro- No puedes seguir culpándote. Las cosas hubieran sucedido de una u otra forma

estaré bien - martuli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora