Hay cosas de las que es mejor no hablar

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Esa mañana despertó tarde, su padre no podía llevarlo al instituto y no tenía tiempo para desayunar. Volvía a ser el nuevo en su instituto y en su primer día de clases llegaba tarde; el día se le iba tornando negro y eso no le agradaba.

Se dio una ducha rápida y bajo las escaleras rumbo a la salida; no tenía ganas de hablar con nadie y menos con sus padres, la mudanza, el compromiso, descubrir la verdad que le ocultaban y perder a su amiga lo habían dejado sin ánimos de luchar por nada, solo le quedaba salir adelante solo.

En la parada del bus puso su reproductor de música de manera aleatoria y en 10 minutos estaba rumbo a su instituto, Bajo y camino las dos calles que lo separaban de Monroy High.

Era un edificio majestuoso, las letras plateadas anunciaban su nombre. Atravesó la enorme puerta y se internó en ese mundo nuevo. Chicos conversando por todos lados, parecía que por ser el primer día de clases nadie se preocupaba por llegar a tiempo eso lo alivio un poco, avanzo pasillos y corredores buscando la oficina de dirección.

Muchos chicos murmuraban sobre una persona en especial, no pudo oír su nombre pero supo que había tenido un accidente esa mañana; lo mas lógico era que fuera alguien popular, un jugador de total o una porrista engreída por lo que no le presto mucha atención al asunto. En dirección la secretaria corría de un armario a otro buscando los legajos e información de alguien en particular; se la notaba preocupaba y algo estresada.

-buenos días, soy Kevin Whitmore; me transfirieron hace poco- saludo de manera educada

- buen día, el director está en su oficina con una emergencia apenas se desocupe te atenderá, soy Anna cualquier cosa que necesites me notificas

Me senté en uno de los sillones de la sala de espera rogando que no demorara en llamarme, el ambiente era muy tenso en la oficina.

30 minutos después

-señor Whitmore pase por favor, disculpe la demora; tuvimos una urgencia con una alumna de la institución- me dijo un hombre bajo, con corte militar, con un bigote muy bien cuidado y un aspecto dentro de todo jovial.

- no se preocupe- trate de no hacer demasiado contacto visual, ese hombre con sus 40 y tantos años de edad inspiraba orden.

- este es su horario de clases, en el horario del almuerzo le asignare un alumno que le enseñe las instalaciones, ahora tiene su clase de inglés, es en el salón B3 con Miss Alejandra le deseo un buen comienzo de año- dijo esto y se levantó a abrirme la puerta de su oficina en una clara señal de que ya podía retirarme.

Me despedí lo más rápido que pude y salí al corredor en la búsqueda del salón B3, los chicos corrían de un lado para otro sin prestarle atención y era algo que agradecía internamente.

Se distrajo mirando el cuadro de honor de Monroy High y termino chocando con una chica de estatura baja, pelirroja y con pecas que le daban un tono adorable a su rostro.

-disculpa, no te vi- se disculpo

-no te preocupes yo también iba distraída, por cierto soy Claudia- le contesto de manera simpática aquella joven.

-Kevin Whitmore, podrías decirme donde está el salón B3? Soy nuevo y estoy un poco perdido.

- yo tengo clases ahora con Miss Alejandra estas lleno para el lado contrario. Vamos sígueme-

Era una chica sencilla y su cuerpo destilaba inocencia, era muy agradable y hasta ahora la única persona que conocía.

Cuando llegaron al salón la puerta estaba cerrada, golpeo suavemente y abrió la puerta: Una chica pelirroja que no pasaba de los 25 años se encontraba al frente de la clase, vestida con una chaqueta y una pollera de vestir ajustada lo miraba sonriente, con sus tacones resonando en el aula se acercó a ellos.

- tú debes ser Kevin, me informaron que vendrías. Te doy tu bienvenida oficial a Monroy High- le dijo de manera coqueta

- soy Miss Alejandra ubícate en algún asiento libre- añadió

La clase continuo de manera calmada era el primer día de clases y ya tenía fecha para un examen de calidad; el día estaba resultando muy agotador y aun no llegaba la hora del almuerzo.

Claudia de tanto en tanto lo miraba y le sonreía de manera gentil, la hora fue pasando y llego el ansiado almuerzo. Salió de su salón y lo primero con lo que se encontró fue con Anna

-El señor Smith me manda a buscar a la persona que te acompañara a conocer el establecimiento- dijo apenas me vio

-Claudia Stuart se encuentra aquí?

-Soy yo -dijo una voz muy baja

-El señor Smith necesita que lo acompañes a recorrer el instituto- fue lo único que dijo señalándome a mí y se fue.

Claudia estaba sonrojada, era una chica muy adorable pero nada se comparaba con Angie, cada segundo pensaba en ella ¿que estará haciendo? ¿Pensara en mí? ¿Me extrañara? Todas estas preguntas y más me rondaban por la cabeza. Me di cuenta que Claudia me miraba y ahí me di cuenta que me hablaba y yo no le había estado prestando atención.

-sígueme- dijo mientras avanzaba entre los chicos que se disponían de ir a almorzar

- Este es el salón de lengua castellana, este es el anfiteatro, este el salón de música, este la sala de proyección, este es el campus... - así me mostro todo el esplendor de Monroy High.

No pude evitar hacerlo la curiosidad era muy grande.

-Clau quien es la chica del accidente? - le dije de manera casual

- primer día de clases y ya está en boca de todos nuevamente- murmuro algo molesta

- clau no me dirás?

- Ella? Es la reina del instituto y es una perra, no te conviene acercarte a ella- dijo enfadada

- que es lo que paso que tiene a todos tan preocupados?

- hay cosas de las que es mejor no hablar, ya cumplí con darte el recorrido, nos vemos- y así como lo dijo se fue alejando por el pasillo rumbo a quien sabe dónde.

Sin duda esta chica sabía como llamar la atención.

**** Hola, es algo corto pero es mejor que nada... ¿qué les parece hasta ahora?
Si te gusto mándale la estrellita es lo único que recibo a cambio de esto.
Se cuidan... hasta la próxima :* ****

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