Déjate Amar

Mujeres y recuerdos una combinación explosiva

 Nunca había podido entenderlas muy bien y cuando lograba hacerlo ya era tarde, en ese momento tenía muchos pensamientos en su cabeza y eso le recordaba algo que él pensaba que había olvidado. Un simple nombre era capaz de dañar su estabilidad emocional: Angie

No sabía por qué se acordaba de ella después de tanto tiempo pero no podía negar que la extrañaba y ese día parecían que los recuerdos iban a matarlo, era una chica hermosa y muy simpática, la consideraba perfecta y sabía que ella lo había marcado para todo la vida.

Romántico por naturaleza no podía evitar soñar con otro amor similar al que ellos habían tenido y mientras estaba en el estacionamiento esperando a Ivonne recordó cuanto la había amado.

Flashback

- ¿Del 1 al 10 cuánto me amas? - pregunto mientras veíamos una película en su habitación

- 11 nunca creí enamorarme así Angie, ¿Qué hiciste para que te quiera tanto?- le dije besándole dulcemente la frente

- No lo sé, simplemente fui yo misma contigo y creo que eso funciono- me respondió sonriendo

- Te amo hermosa- le dije y no pude evitar besarla

Su besos tenían un sabor que enviciaban y cada vez deseaba poder llegar a poseerla y hacerla mía pero sabía que ella me haría saber cuándo este lista, los besos aumentaban la temperatura más y más y eso no era bueno, luego no iba a poder parar si no lo hacía ahora mismo.

Decidí levantarme y bajar a la cocina, necesitaba agua fría

Mientras tomaba un vaso recordaba mi promesa de esperarla hasta el momento en que ella este lista y sabía que el amor de ella compensaba cualquier tiempo de espera.

Mientras estaba ensimismado en los pensamientos no me di cuenta que ella estaba mirándome fijamente

- ¿estás bien? ¿no te gustaron mis besos? ¿por qué te fuiste así?- pregunto seriamente

- Mi amor me encantan tus besos pero si seguía ahí después no iba a poder parar y no quiero presionarte a hacer nada que no quieras- respondí intentando calmarla

Estaba hermosa, el cabello revuelto, tenía un sweaters mío que le quedaba enorme, era muy menuda a pesar de tener 17 años y eso la hacía ver como una niña, mi niña hermosa.

- Yo quería que me sigas besando- dijo jugueteando con su pelo

- Yo también quería quedarme pero debíamos parar, amor entiende que me es difícil detenerme

- Y si te dijera que no quiero que te detengas más? –

La mire inseguro dudando de sus palabras

- Seguro?

- Si mi amor, creo que ya es hora

La mire y mientras dudaba pensaba en la pequeña posibilidad de que se arrepintiera.

Coloque una mano en su rostro y con la otra rodee su cintura, me acerque y bese la comisura de sus labios, lentamente baje la mano que tenía en su rostro a uno de sus pechos y la bese como si no hubiera mañana mientras deslizaba la mano que tenía en su cintura hacia su trasero y la apreté fuertemente para que sintiera el efecto que ella tenía en mi cuerpo, para que sienta lo que sus besos me provocaban, me acerque a su oído y susurre eres perfecta

Quería amarla como nadie más podría hacerlo, la levante y la coloque sobre la mesada, ella respondía mis besos de manera ardiente y sabía que lo estaba disfrutando al igual que yo, con mis manos comencé a recorrer su cuerpo, no sabía en qué momento el sweaters había desaparecido pero la tenía delante de mí solo con una musculosa que no dejaba mucho para la imaginación, intento cubrirse con los brazos de mi escrupulosa mirada pero no se lo permití