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— Oye emo ¿Que se siente ser virgen?.

Jungkook rodó los ojos tomando su cuaderno para después ir a su asiento. Enserio no soportaba a ese tipo, siempre lo molestaba con sus jueguitos y preguntas estúpidas llenas de mierda. Quería golpearlo hasta dejarlo sangrando por todos lados, pero su gran padre le decía que pronto iba hacer algo mucho mejor.

Y Jungkook confiaba en su progenitor.

Todo el día fue aburrido como normalmente lo era. Siempre que era receso se juntaba con un amigo suyo, bueno al menos Jungkook lo consideraba lo más cercano a un amigo. Jung Hoseok, un híbrido lobo que era demasiado alegre tanto que en ciertas ocasiones su felicidad era abrumadora. Seguía de un lado a otro a Jungkook y a decir verdad eso le gustaba por qué le hacía sentir importante, aunque Hoseok hacia eso con el y con todos.

Por que simplemente así era.

Aunque Jungkook lo sabía, prefería ignorar el hecho de que su amistad no tenía relevancia.

Prefería ignorar los hechos para evitar sufrimientos y arrepentimientos.

Después de que todas sus clases finalizaron por fin pudo salir de aquel horrible lugar en donde se sentía como un miserable por permitir que se aprovecharán de el y le dijeran de cosas. Odiaba tanto a sus compañeros, demasiado que tan solo esperaba el momento indicado para acabar con sus vidas. El iba a ser el último en reír, su risa sería lo último que aquellos oídos ensangrentados escucharían.

Sus grandes orbes captaron como el auto de su padre se detenía justo enfrente de el sacando una mano señalándole que se subiera.
Toda persona que lo viera de inmediato estaría segura que era un papá "Cool" pero no sabían la verdad completa.

Jeon acató la orden señalada y subió al auto dejando su mochila sobre su regazo. Habían compañeros de su clase que lo miraban, estaba acostumbrado a eso ya que de vez en cuando su padre iba por el y eso le hacía sentir feliz. Por que al menos le importaba a una persona y se merecía todo su amor.

— Tu regalo está en casa.

La voz grave del hombre mayor provocó cierta sonrisa en el rostro de Jungkook. Ahora estaba ansioso por saber qué regalo le tenía su preciado padre. Quería hacer preguntas, pero luego pensó que eso arruinaría su sorpresa así que siemplemente se mantuvo ansioso en todo el camino a casa.

૮๑ˊᯅˋ๑ა...

— Sube a tu habitación.

Jeon asintió y aún más emocionado obedeció casi corriendo al instante cuando su padre termino de hablar.
Quería ver su sorpresa, la quería ya.
Al abrir la puerta su habitación estaba oscura, las persianas estaban cerradas y por un momento pensó que un monstruo devorador se lo iba a tragar, eso era ridículo así que ese pensamiento se elimino enseguida.
Trago saliva mientras llevaba su mano al interruptor para encender el foco.

Y lo que vio lo dejo atónito.

Un chico, un lindo... Muy lindo chico con orejas de oso sobre su cabeza estaba de pie con un pastel en sus manos mirándolo con una leve y tímida sonrisa.

¿Que era esto?.

Jungkook no lo sabía. Algo como esto jamás había cruzado por su mente, quiso salir de la habitación pero fue detenido por la dulce voz de aquel chico.

—¿No quieres pastel? — El corazón de Jungkook estaba latiendo más rápido ahora— 
¿Daddy?.

Jungkook abrió enormemente sus ojos al darse cuenta de la situación. Su padre había contratado los servicios de babys and daddys para satisfacer las necesidades de su hijo. Aún así salió huyendo de la habitación corriendo hacia la sala donde estaba su padre sosteniendo su celular con el rostro serio como solía tenerlo siempre.
Al escuchar los pasos apresurados de su hijo giró la cabeza encontrándose con el menor mirándolo.

—¿Y? ¿Te gustó la sorpresa?.

— No — Negó Jungkook— ¿Por que eso? ¿Por que no otra cosa?.

— ¿Que? — La gran actuación del señor Jeon iba a comenzar— No te gustó la sorpresa entonces, ¿Sabes que eso le duele a papi?. Me costó mucho trabajo conseguir a ese chico y me dices que no te gustó — Al ver a su hijo en silencio volvió hablar tras unos segundos— Está bien, si no lo quieres yo lo haré. No voy a desperdiciar mi dinero, si me permites.

—¡No! — Jungkook se pusó enfrente de su padre bloqueando el camino— Yo...Yo si lo quiero.

— De acuerdo, entonces es todo tuyo— Sonrió dejando ver la mayoría de sus dientes y muelas. Una linda sonrisa que parecía de un adolescente— Ve a tu habitación.

Su hijo obedeció y regresó a su recamara a paso lento. No lograba entender el por qué su padre había contratado esa clase de servicios para el si nunca le había dicho nada sobre alguna necesidad sexual y el por qué un chico, no le molestaba en lo absoluto. Solo que no sabía cómo su padre sabía su orientación sexual si tampoco se lo había dicho.

Al abrir la puerta de su habitación se encontró con el híbrido sentado en su cama comiéndose las últimas fresas del pastel.

— Regresaste — El chico dejó a un lado el pastel y se puso de pie con una sonrisa, de esas que nadie de sus compañeros le daba y solo mostraban ante otros— ¿Entonces si serás mi daddy? — Preguntó el chico sin perder aquella radiante sonrisa y es que Jungkook se perdió en ella por qué era tan similar a la de su padre. Jeon asintió dandole una afirmación al castaño quién dio unos pequeños saltos mientras sus palmas chocaban lijeramente creando así unos aplausos débiles— ¡Entonces juguemos!

(ノ•̀ o •́ )ノ ~ ┻━┻

Holaaaa

¿Como están?

¿Ya comieron? ¿ya tomaron agua?

Bueno, solo quiero decirles que la historia va a estar media turbia

Tremendo spoiler 😨🙏

Daddy! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora