One

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La mañana de ese día en New York era fría, el cielo gris anunciaba que no mejoraría y que muy probablemente nevaria más tarde, y no era para más pues Diciembre estaba empezando y el frío de la temporada llegaba con fuerza.

Los vidrios de aquel acogedor apartamento se encontraban empañados, la tetera en la estufa sonaba anunciando que la bebida estaba lista, parecía un día cualquiera y tranquilo pero por supuesto que no lo era, o al menos no para Min Yoongi.

El pelimenta se encontraba llendo de un lado a otro, buscando sus pertenencias por todas partes, el tiempo se le agotaba y si no se apuraba perdería su vuelo. Apagó la estufa y sirvió el té en dos tazas, dió un sorbo a la suya quemándose en el proceso pero poco le importó pues estaba muy apresurado como para perder el tiempo con su lengua que ardía.

— Oye enana ¿Podrías dejar de hablar con el principito y apúrarte? Perderemos el vuelo.— Dijo entrando a la habitación de la pelinegra quien se encontraba sentada en su cama con su celular en la mano

— Ya voy.— Dijo con fastidio pues ella en si ya estaba lista, solo estaba esperando a que su amigo terminará

— Deje tu té en la mesa.— Avisa y la pelinegra asiente apagando su celular para caminar hasta la cocina y beber su té

— ¿Porque no arreglaste tus cosas ayer ah?— Le reclama al ver al pelimenta ir de un lado a otro

— Me quedé dormido y hoy desperté tarde.— Informa
— ¿Sabes dónde dejé mis lentes? Necesito mis lentes, sin ellos no puedo ver cuándo trabajo.— Buscaba desesperadamente, la pelinegra suelta una carcajada divertida

— Están justo frente a ti.— Le informa aún riendo, el pelimenta intenta buscar con su mirada pero no lograba verlos

— ¿Dónde están? No los veo.— La pelinegra ríe más fuerte
— ¿De que te ríes? No es gracioso, mejor ven y ayúdame a encontralos.— Pide y la pelinegra obediente se levanta con su celular en mano y lo coloca frente a Yoongi

— Aquí están, justo frente a ti.— Le dice mostrando el reflejo del chico en su celular, Yoongi mira confundido su reflejo por unos segundos hasta entender y darse cuenta que traía puesto sus lentes

— Oh, Gracias.— Dice y la pelinegra solo suelta más risas

Una hora más tarde aquella pareja de amigos ya estaban abordando el avión para llegar a su siguiente destino.

Tn estaba nerviosa, mucho a decir verdad, pues viajaría nuevamente a Seúl, hacía exactamente seis años que no iba a aquella ciudad y a decir verdad la extrañaba, la ciudad, la comida, sus amigos, realmente extrañaba estar en aquella tranquila y linda ciudad. Sin embargo estaba nerviosa ¿Porque? Porque cada que pensaba en aquella ciudad un solo nombre ocupaba sus pensamientos Park Jimin, aquel hermoso chico que la hizo sentir en las nubes y luego la dejo caer sin previo aviso al duro asfalto.

Ah, muchas veces se preguntaba cómo era que se encontraba el chico, la última vez que le vio fue cuando recién salió del coma y la imagen del pálido chico no era la mejor, tenía demasiadas dudas sobre él y aunque alguna vez intento preguntarle a sus amigos por el estado de su ex novio, ellos solo le decían "Ah, él está bien" una respuesta tan simple que no le ayudaba en nada, tn quería detalles pero claro, sus amigos evitaban hablarle del chico pues creían que le podría afectar.

Pero ahora, tn regresaría a Seúl, y por alguna extraña razón el pensar en la probabilidad de poder encontrarse con Park Jimin le hacía ilusión, pues a pesar de los malos ratos ella realmente apreciaba la amistad con el chico, así que le gustaría verlo aunque sea una vez, no importaba si lo veía de lejos simplemente quería ver por si misma que verdaderamente el chico se encontraba bien, así que esperaba que durante sus dos semanas de estancia en la gran ciudad de Seúl pueda verlo.

Lover | Park Jimin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora