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Prólogo ／ in absentia lucis, tenebris valet
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Luisa Calderon había dejado atrás a su familia, porque le habían hablado de una oferta de trabajo. Había venido a Gran Bretaña porque pensó que tendría éxito; tenía talento, podía trabajar, había hablado inglés todos los años de su vida gracias a su madre y sus hermanos la habían ayudado en lo que tenía que decir en la entrevista.
Y luego terminó trabajando en un café, porque el trabajo fue dado a alguien que realmente creció en ese país terriblemente frío y no quería decirles a sus padres que fracasó cuando ellos habían estado tan felices de verla partir, tan orgullosos, ansiosos por ver que podía hacer. No podía volver atrás, no en ese momento.
Y lo conoció, Oliver Lyre, en el café, y más tarde descubriría que era el único lugar que frecuentaba después del trabajo porque estaba muy cerca de este. Pero él era amable y dulce, y estuvo totalmente de acuerdo en que el hecho de que ella no hubiera conseguido el trabajo era totalmente criminal.
Le tomó dos meses ir después del trabajo y en las mañanas, descubrir que ella estaba cubriendo el turno de otra persona y no el habitual, para pedirle que tuvieran una cita. Había un bonito restaurante cerca, y sabía que el prácticamente se había obligado a preguntarle, dolorosamente tímido y con poca suerte cuando se trataba de que muchas personas disfrutaran de su compañía.
Pronto pareció que todo iba bien. Podía volver a llamar a su familia para darles noticias; había conocido a un buen hombre, estaba instalada en su pequeño apartamento y buscaba mejores trabajos, porque el otro simplemente no era para ella.
Y todo iba bien con Oliver. Definitivamente estaba estresado por el trabajo que tenía —y era muy vago al respecto—, y estaba mucho más paranoico en estos días, pero era amable, gentil y servicial en todo lo que podía.
Finalmente, justo antes de proponerle matrimonio, el secreto que pesaba sobre sus hombros salió a la luz. Era un mago, encerrado en un mundo en conflicto de guerra, los problemas con aquellos que no eran poderosos, ni ricos, ni puros. Era un trabajador dentro del Ministerio de Magia, en el departamento de Aurores, se le había acercado un hombre llamado Alastor Moody, y pronto se había unido a una Orden secreta para ayudar a su bando, para tratar de derrotar a este tal Voldemort.
