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Capítulo Dos ／ Ana, ¿cierto? En donde Ana se reúne con sus amigos
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—Bueno, eso fue un aburrimiento y medio. —Ron ni siquiera había atravesado la mitad de la puerta cuando anunció su disgusto—. No puedo creer que no tenga otra opción.
—Es un honor ser elegido prefecto, Ron. —Hermione casi puso los ojos en blanco mientras lo seguía de cerca—. Hola Harry... y todos los demás. —añadió, al notar cuántas personas estaban sentadas dentro del compartimiento—. Ana, Neville.
Los ojos de Hermione se posaron momentáneamente en Luna, pero no dijo nada de la revista al revés ni de los extraños aretes—. ¿Pasó algo emocionante mientras no estábamos?
—Neville nos cubrió a todos con Stinksap de su nueva planta. —Ana tarareó. Neville se sonrojó de nuevo y desvió la mirada—. Oh no, no te preocupes, imagino que puede ser bastante bueno para la piel. —ella sonrió—, ¿Verdad, Trevor?
Su atención se centró en el sapo sentado alegremente en su regazo. Había aterrizado allí no mucho después de todo el incidente de la Mimbulus Mimbletonia y había permanecido allí, aparentemente prefiriendo sentarse en el regazo de Ana en lugar de luchar por salir del agarre de Neville. Al principio, Ana se había sentido bastante incómoda, considerando que era un sapo y todo, pero no era nada comparado con la baba vegetal a la que había estado expuesta, y se relajó.
Neville, sin embargo, parecía algo preocupado de que a su mascota le agradara alguien más que él, y Ana había decidido devolverle a Trevor de vez en cuando en su nuevo estado relajado.
Ron miró alrededor, ofreciéndole una sonrisa a la Ravenclaw que parecía casi nerviosa: había invitado a Ana al Baile de Navidad dls veces el año anterior, sin haber entendido que diablos tenían tan bueno los chicos de Durmstrang. Al igual que Hermione, no le prestó mucha atención a Luna, más que una cierta mirada hacia Harry y un encogimiento de hombros antes de acomodarse en su asiento—. Entonces no tanto. —confirmó el Weasley.
—Hay dos prefectos de quinto año de cada casa. —anunció Hermione, luciendo completamente descontenta por el saludo de Ron mientras tomaba asiento—. Un chico y una chica de cada una.
