[V1]Capitulo 2 parte 1:En otro mundo

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Año 989 del Calendario Sagrado.

Continente Yufilia. El reino de Bertram y su capital, Beltrant, se encontraban en la región de Strahl, cerca del área occidental del continente.

En ese país, una madre y su hijo vivían modestamente en una pequeña casa. A pesar de eso, los dos eran felices. La madre era hermosa y atractiva mientras que su hijo era un lindo niño con rasgos faciales neutrales.

En un tranquilo día de verano....

"Oye, ma. ¿Por qué nuestro cabello es negro? En esta ciudad no hay nadie con nuestro mismo color de cabello."

El niño miró atentamente a su madre con ojos de color caramelo. De hecho, en la capital donde vivían, no había una sola persona que tuviera el cabello negro. Por culpa de eso, los dos eran tratados como rarezas por las personas del barrio.

Su madre parecía preocupada por su pregunta.

"Tienes razón, Rio." ella dijo, mientras se tomaba un tiempo para responderle. "Tal vez se debe a que provenimos de una tierra lejana."

"¿Las personas que viven en esa "tierra lejana" tienen el cabello negro?"

"Sí, estás en lo correcto. No somos solo tú y yo. Tu padre también tenía el cabello negro... así como tu abuelo y tu abuela."

Su hijo, cuyo nombre era Rio, había preguntado de manera tan curiosa que su madre no pudo evitar sonreír mientras le respondía. El chico se sintió muy feliz al ver su rostro alegre, por lo que rápidamente le devolvió la sonrisa. Para el niño de solamente cinco años, su madre lo era todo.

"¡Huh! Me gustaría conocer a mis abuelos algún día."

"...Sí, sería maravilloso", la madre respondió. "Te llevaré a verlos cuando te vuelvas más grande. Ellos viven en un lugar llamado Yagumo." Su rostro mostraba inquietud mientras respondía.

"¿En serio? ¿Me lo prometes?"

"Mmhm. Te lo prometo."

..........

Dos años después. Año 991 de la Era Sagrada. Inicios de primavera.

En los barrios pobres de Beltrant, la capital del Reino de Bertram, vivía un niño huérfano. El chico se encontraba acurrucado en el rincón de una cabaña de madera en mal estado. El aire era seco y frío.

"Hah...Hah..."

El chico jadeaba con las mejillas rojas. Comenzó a gemir abiertamente por culpa de sus pesadillas. Las sucias prendas que estaba utilizando estaban empapadas de sudor; se podía ver a simple vista que estaba resfriado. A pesar de que se podían ver numerosas personas viviendo en la cabaña, ninguno de ellos se acercó a ayudarle. ¿Quién sabe por cuánto tiempo el chico había estado así? Estaba solo, yaciendo en el suelo frío mientras vestía una sola capa de ropa. No sería sorprendente que el chico muriera en ese estado. Sin embargo—

Repentinamente, una a luz cálida comenzó brillar y a envolver gentilmente el cuerpo del chico. El calor era diferente del que había estado atormentando al joven... ese calor era cálido y lo suficientemente confortable como para hacerle sentir seguro. El rostro del chico recuperó su color inicial y su respiración se tranquilizó. Por alguna razón, la fiebre del chico se había ido. La luz que había estado envolviendo su cuerpo también desapareció de manera repentina.

"Mmh..."

El chico abrió sus ojos lentamente unos minutos después. Mientras yacía sobre su espalda, comenzó a parpadear hasta que su visión aclaró; un techo de madera débilmente iluminado entró a su vista. Su mente seguía confusa, como si hubiera niebla que le impidiera pensar claramente. La fiebre se había ido, pero no sin dejar consecuencias. Seguía sintiéndose débil y todavía necesitaba recuperar sus energías y fuerzas. Abrumado por la fatiga, el chico se quedó mirando fijamente el techo. Su mente se recuperó hasta el punto en que podía pensar correctamente otra vez; obligándose a sentarse, el chico comenzó a pensar en la situación en la que se encontraba.

Seirei GensoukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora