Seirei Gensouki

[V3]Capitulo 5:Hacia la capital

Habían pasado dos días desde que se decidió el castigo de Gon— finalmente, el grupo comercial de la aldea de Yuba se iba a dirigir hacia la capital.

A pesar de ser bastante temprano por la mañana, varios aldeanos se habían reunido en la plaza central, donde se encontraban varios carruajes tirados por caballos. Entre ellos no solo se encontraba el grupo comercial, Hayate también estaba ahí.

El grupo de Hayate se estaba dirigiendo hacia una aldea que se encontraba en la misma dirección que la capital, por lo que decidieron acompañar al grupo comercial por una parte del camino. Además, varios asistentes de Hayate iban a quedarse junto al grupo comercial con el fin de escoltar a Gon y compañía.

"¡Rápido! ¡Asegúrense de que todos los impuestos anuales se encuentre dentro de los carruajes! El carruaje con los prisioneros se colocará en la retaguardia. Para los que hacen de escolta: no les quiten los ojos de encima ni un solo segundo," Hayate dio órdenes desde su caballo.

Varias personas se estaban moviendo de un lugar a otro apresuradamente.

"Hayate-sama." Ruri le dirigió la palabra desde su costado.

"¿Hm? O-Oh, Ruri-dono, ¿como puedo ayudarte?"

"Oh, no. Solo quería expresarte mi gratitud por todo lo que hiciste. No tenías porqué bajarte del caballo."

Hayate se había bajado del caballo lo más rápido posible, haciendo que Ruri dejara escapar una pequeña risa.

"A-Ah, no, bueno... No te preocupes. No he hecho nada para merecer tal gratitud— solo cumplí con mis deberes como funcionario del gobierno. Más bien, deberías estar agradecida con Rio-dono. Fue él quien se dio cuenta de los intrusos."

"Sí, me aseguraré de agradecer a Rio más tarde. Sin embargo, Hayate-sama y yo no nos veremos en un buen tiempo, por lo que quise darte un regalo. No pude preparar nada lujoso, pero me gustaría que aceptaras esto..." Ruri tendió su mano con timidez. En su palma se encontraba una pequeña bolsa.

"¿...Qué es esto?" Hayate inclinó su cabeza en confusión mientras lo aceptaba.

"Es un amuleto para la buena salud y la buena suerte. Lo hice apresuradamente, así que no está muy bien hecho..." Ruri habló con un tono avergonzado.

"¡O-Ooh! ¡Estoy profundamente agradecido! Lo atesoraré con mucho cuidado." Dejándose llevar por la emoción, Hayate expresó su gratitud.

"Ahaha, estoy feliz de que te guste."

"Por supuesto. Es uno de los mejores regalos que alguien podría desear. Me gustaría regalarte algo también, pero lamentablemente no poseo nada en este momento. La próxima vez que venga, me aseguraré de regalarte algo."

"Este regalo es para agradecerte por lo que hiciste por mi, así que no puedo permitirme recibir algo por parte tuya. Ah, pero, siéntete libre de visitar la aldea cuando quieras. Este amuleto es meramente suficiente por todo lo que has hecho, pero siempre serás bienvenido en nuestra pequeña y aburrida aldea."

"P-Por supuesto. Entonces, tal vez en mis vacaciones..." Al ver la sonrisa de Ruri, Hayate asintió algo vacilante.

"Te estaremos esperando. Ah, a propósito, mi abuela también quería darte algo—" Ruri se giró en dirección de Yuba como si hubiera recordado algo.

"Estoy aquí. Hayate-sama, me gustaría pedirte un favor. ¿Podrías escuchar mi petición?" Como si hubiera estado esperando su oportunidad, Yuba se acercó.

"Ciertamente. Trataré de asistirte lo mejor que pueda." Hayate asintió con vigor.

"Ruri, ve a despedirte de Sayo y Rio," Yuba dijo, creando una oportunidad para quedarse a solas con Hayate.