''La Nobleza: Schwarz & Lamprou'' [Uno✓]

Capítulo Díez

   Georgin Dupont...el nombre de su padre resuena una y otra vez en la cabeza de Rose a lo largo de la madrugada mientras espera unas horas para ir a su trabajo, aun que no se sentía muy bien física y mentalmente para trabajar puesto que hace solo unas cuantas horas su madre se había ido en sus propios brazos.

   - Rose, deja eso y siéntate aquí, estas pálida.- Dice Ellen con preocupación mientras le quita los elementos de limpieza a Rose y la dirige hacía una silla para que se recomponga. - ¿Qué pasó?¿Está todo bien Rose?

   - Es que...yo...eh...

   - Solo dilo, ¿que sucede?

   - Mí...mí madre murió anoche...ella...ella murió en mis propios brazos...- Rose responde con lágrimas derramándose de sus ojos.

   - ¿Que dices?

   - Hace unos días le diagnosticaron un terrible cáncer y me dijeron que ella no tendría mucho tiempo de vida... pero, nunca pensé que iba a morir en tan poco tiempo...Ellen, ella se fue...se fue...

   Ellen se acerca lentamente hacía Rose, levanta su mentón con sus delicadas manos, la observa por unos segundos y luego sin decir nada simplemente la abraza.

   - No llores cariño, ella está en un mejor mundo, ya no está sufriendo, ¿si?

   - Ella...ella me dijo que mí padre está vivo... él vive a unos cuantos metros de aquí...

   -¿Que?¿Como se llama?¿Donde vive?

   - Se llama Georgin Dupont, vive a tres cuadras de distancia.

   -¿Quieres ir a verlo?

   - Pero Ely, él nisiquiera sabe de mi existencia.

   - Pero si tu quieres podemos ir, para que lo conozcas.

    Unos minutos más tardes, Rose y Ellen se encontraban fuera del Palacio de la Nobleza con la excusa de que "Ellen quería tomar aire fresco y puro". Luego caminaron las tres cuadras y se pararon enfrente de una glamurosa casa, dudaron unos minutos, pero finalmente Rose se animó a llamar a la puerta.

   - Hola, ¿puedo ayudarlas en algo muchachas?- Dice un hombre saliendo por la puerta, era alto, delgado con unas cuantas canas en su cabello.

   - Hola, soy la Señorita Ellen Schwarz, quisiera saber si usted es Georgin Dupont o si él vive por aquí.

   - Un gusto Señorita. Si, yo soy el Señor Georgin Dupont, ¿Necesitan algo?

   - Hola...soy Rose. Necesitamos hablar con usted.

   - Entonces pasen así hablamos con más privacidad y tranquilidad.

  
   Una vez que entraron a la casa el Señor Dupont, él las dirigió hacía una
sala-comedor, les ofreció sentarse y luego les llevó unas tazas de café y un plato de galletas.

   - Bien, ¿que es lo que tienen para decirme?

   - Pues...anoche mí madre murió y ella me dijo que tú eres mí padre pero que no sabías de mí existencia, ¿es eso verdad?

   - Señorita Rose...siento mucho la muerte de su madre, pero ¿cuántos años tienes?

   - Tengo veinticinco años.

   - ¿Tu madre es la Señora Lamprou?
 
   -Si.

   - Yo estuve a punto de casarme con tu madre, pero mis padres me lo impidieron ya que no se les permite casarse a los "nobles" con personas de "la zona de los pobres". Cuando yo me enteré de que tu mamá estaba embarazada le pedí casamiento, pero alguien nos delató entonces me prohibieron verla...todo este tiempo pensé que ella estaba viviendo en otra ciudad, creí que se había ido a otro lado.

   - ¿Entonces si sabías que ella estaba embarazada?

   - Si, pero ella me había dicho que iba a buscar otro hombre para casarse...¿Lo hizo?

   - Estuvo en pareja durante unos años con un tipo horrible, él era alcohólico, golpeador, drogadicto y también sufrí abuso por parte de él...pero un día le dió una sobredosis y murió en la calle.- Al decir esto a Rose se le vienen aquellas imágenes de su infancia a la mente.

    - ¿Cuando te contó sobre mí?

   - Anoche... mientras estaba muriendo en mis propios brazos...ella me dijo que estabas vivo y que vivías aquí.

   - ¿Tienes trabajo «hija»?

   Rose tarda unos minutos en procesar esa palabra «hija», se siente raro que la llamen así lo primera vez.
   Ellos son muy similares, sus ojos, sus manos, sus gestos...

   - Si, estoy trabajando en el Palacio de la Nobleza.

   - ¿Que?- Georgin se sobresalta y se levanta de su asiento de un salto y mira a Ellen.

   -¿Que sucede? - Dice Ellen.

   - En el Palacio guardan unos libros que llevan a un laberinto...