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Harry

Cada mañana era lo mismo, despertarme haciendo el mínimo ruido posible, preparar un café con dos cucharaditas de azúcar y dos pancakes al punto medio, sin estar crudos pero tampoco muy cocidos, poner todo en una bandeja de madera color cobre, y llevar todo a la mesa, sin faltar el sirope de miel boca abajo para poder servir la miel mas rápido.

Al dejar la bandeja en la mesa, escucho el ruido de unas pantuflas siendo arrastradas sobre el piso, lo mas rápido que puedo me siento en una silla en la otra punta de la mesa. Al elevar la mirada asustado por el fuerte ruido de una silla chirriando contra el viejo piso de cerámica, lo veo a el con la mirada fuertemente clavada en la bandeja, mejor dicho, en el plato donde deberían estar los pancakes, los había olvidado en la cocina. Mi mirada bajo hacia el piso, temblando y rogando por piedad,  me saca de mis pensamientos un fuerte gruñido junto con una gran cachetada.

- Como vas a olvidar los pancakes, eres idiota Harold, ni para ser omega sirves, tráeme ya mis pancakes, omega idiota. - Decía gritando fuertemente Frank.

- S-si, pe-erd-do-on Fra-an-nk. - Digo muy asustado y aturdido por los gritos.

Rápidamente agarro el plato donde deberían estar los pancakes para ir a la cocina y poner los en el, con manos temblorosas agarro el plato con los pancakes y lo llevo a la mesa donde debería estar Frank, al llegar no lo veo por ningún lado, dejo el plato en la mesa y lo llamo.

- ¿Frank?. - Digo con una muy temblorosa voz.

- Ven al cuarto Harry, ahora. -

Muy desconcertado por las palabras de Frank, ya que el nunca me decía Harry, empiezo a caminar hacia el lugar.

- Harry, me iré de viaje por una semana, te quedaras aquí, no tendrás que salir a comprar para rellenar la despensa ya que lo hiciste ayer, cuando vuelva te quiero ver aquí, ¿entendiste?. - Decía Frank con un autoritario tono.

- S-si. - Dije tembloroso al escuchar el tono en el que me hablaba el alfa.

- Bien, comprare ropa en el viaje, así que no es necesario que hagas una maleta para mi, nos vemos en una semana, Harold. - 

Asiento lentamente tratando de asimilar la breve conversación. Se me hace muy raro que se vaya de viaje y me deje solo, sabiendo que con todos los maltratos tranquilamente podría escapar.

Escucho la puerta cerrarse fuertemente y con eso un pensamiento se me viene a la mente, un pensamiento que por mas que trato de disipar, aparece todas las malditas noches en mi cabeza antes de dormir y al despertar y hacer esa maldita rutina. El pensamiento de escapar, por los últimos 2 años estuve intentando disipar esa idea de mi mente, engañándome, pensando que él volverá a ser como era antes de mudarnos.

Esos recuerdos, que parecen tan lejanos a pesar de que no ha pasado tanto tiempo, esa libertad que anhelo volver a tener a pesar de los años y de todo lo que ha pasado, esos recuerdos que suplico por volver a vivir, esos momentos en donde era feliz y de lo único de lo que me preocupaba era si la estaba pasando bien, no sobre si un pancake se tuesta demás o de menos, extraño mi libertad.

Con este pensamiento empiezo a idear mi plan de escape, pensando en cada detalle, porque esta es mi única oportunidad de ser libre, si me atrapa, conociéndolo, es capaz de matarme de la forma mas violenta y dolorosa, tristemente.

Lo primero que hago es fijarme si la puerta fue cerrada con llave, al darme cuenta de que si, pienso si hay otra llave de repuesto, busco en todos y cada uno de los rincones de la casa, no encontré ninguna. Un pensamiento un poco suicida viene a mi mente, podría saltar de la ventana, estoy en el piso 3, no creo que me suceda algo, pienso en buscar en algún sitio web las consecuencias de saltar desde un tercer piso, pero recuerdo que ayer a la noche Frank rompió mi celular en uno de sus tantos ataques de ira. Podría preguntarle a algún vecino, pero recuerdo que no puedo salir.

 Empiezo a guardar mi poca ropa en un bolso que tengo hace mucho, un regalo de mi mama al cumplir 15, antes de venir a vivir con Frank. Guardo mis únicas 2 fotos, una de mi mamá y hermana, mi única familia, la otra es una foto de mi cuando tenia 15, días antes de venir a vivir con Frank, la foto muestra a un hermoso chico, con una bella corona de flores y esa gran sonrisa con hoyuelos que me caracterizaba, dejo de mirara las fotos antes de empezar a llorar y arruinar mi plan, ya que mi idea es irme lo antes posible, antes de que sea tarde.

Rápidamente tiro mi bolso por la ventana, seguidamente me tiro sin pensarlo mucho, cuando ya estoy en el piso me levanto rápidamente, miro hacia los costados para ver mi alguien me vio caer, al levantar mi mirada lo veo, mirándome, antes de siquiera pensarlo, empiezo a correr, corro lo mas rápido que mi frágil cuerpo puede, miro por arriba de mi hombro y me doy cuenta que me persigue, viene muy cerca, ya que al ser alfa y ser bastante atlético, corre muy rápido.

Sin pensarlo mucho doblo en una esquina y entro a un bosque, miro hacia atras y ya no lo veo, al contrario, lo vi seguir de largo, rápidamente antes de que se de cuenta donde me he metido, entro mas profundo dentro del bosque. Al correr por tanto tiempo sin descansar mi cuerpo no dio mas y me caí, empecé a ver borroso y una luces, personas borrosas acercándose a mi, luego de eso todo se volvió negro.







¿Are you lost, Omega?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora