Amor sin Materia. [Miku Nakano X Tu]

Capitulo 5.

¿Que rayos estoy haciendo? Estoy viviendo bajo el mismo techo con un ente que la verdad no se cuales son sus verdaderas intenciones, no sé si sus intenciones son buenas o malas.

Y creo que jamás lo sabré, quiero decir, estamos hablando de un fantasma, algo que no tiene vida ni su corazón latiendo.

Sin embargo, nunca negaría que esa fantasma era bastante linda, digamos que no es la primera vez que la veo, la vi la primera vez que que soñé con todas esas hermanas que ahora descansan en paz... Esa camisa azul celeste de mangas largas, ese short color beige claro con unas rayas de color rojo y esas medias largas moradas le daban ese detalle lindo a esa tal Miku, y ni hablar de esos ojos azules que a pesar que ella esté muerta, esos ojos estaban llenos de vida, su cabellera color castaño que seguramente es bastante suave, aunque es algo que jamás sabré... Y esos audífonos modernos azules rodeando su cuello, unos audífonos que la caracterizaban bastante.

¡¿Que carajos estoy diciendo?!.

Aunque ahora que lo pienso, si sus hermanas deben estar descansando en paz... ¿Por qué ella aun sigue vagando por este lado de la vida? ¿No debería irse con sus hermanas a el más allá si es que existe? ¿O es que sus hermanas también están vagando por ahí también? Bueno, es algo que jamás sabré, quizás lo sepa si se lo pregunto. Pero primero, tengo que dejar de desmayarme del estúpido miedo de cada vez que la veo.

Poco a poco siento que estoy recuperando el control de mi cuerpo tras ese desmayo que tuve hace seguramente horas atras, y apuesto que seguramente ya es de noche.

Y si, era de noche.

Aunque...

—¿Hmm? ¿Estoy en mi habitación?— Me pregunté al ver que efectivamente estaba en mi habitación, echado en mi cama.

No tenía ni la más mínima idea de que hacía ahí, uno desmayado es casi imposible que camine.

Consideré la idea de que la fantasma me haya traído hasta aquí, sin embargo, era algo descabellado que alguien que podía atravesar las paredes pudiese si quiera tener el más severo contacto conmigo.

—¿Todo lo del fantasma fue un sueño?— Suspiré aliviado... Alivio que duró solamente unos milisegundos.

—Un amigo tuyo vino y te trajo hasta aqui— De un milisegundo a otro, apareció al lado mío, esos grandes ojitos azules viendo directamente a los mios.

—¡Ah!— Me aparté bruscamente, lo que hizo que me cayera de la cama.

—¡¿E-Estas bien?!— Ella se me acerca levitando, con una expresión de preocupación.

Al verla acercarse tan rápido hacia mí, obviamente me eché hacia atrás, aunque ahora eso hizo que terminara acorralado al chocar contra la pared.

—¿Q-Que amigo mío vino...?— Pregunté lo mejor que pude, tenía que mantenerme activo o si no, me desmayaria del miedo como siempre.

—No sabría como describirlo exactamente... Pero tenía una camisa parecida a la tuya cuando sales en la mañana y regresas en el atardecer— Respondió jugando con sus dedos, como si estuviese avergonzada de no poder darme la respuesta que quería.

—Ha-Hablas de Tsukasa...— Poco a poco trato de relajarme, aunque me esta costando un poco.

—¿Tsukasa? ¿Así es como se llama?.

—S-Si...

Ella baja la mirada. —Lamento mucho estarte asustando tan repentinamente...— Ella se empieza a alejar y a desaparecer, como si pudiera hacerse invisible a su propia voluntad.