Amor sin Materia. [Miku Nakano X Tu]

Capitulo 6.

Me levanté de golpe de mi cama, sentía mi corazón en la garganta, mis manos no paraban de temblar, el subir que recorría todo mi cuerpo era tan frío como el agua del refrigerador, respiraba igual de rápido que los latidos de mi corazón y mis párpados estaban tan abiertos que sentía que mis ojos se saldrían de sus cuencas.

Lo único que tenía en la mente era ese sueño o recuerdo que vino a mi mente, yo en Kyoto junto a Miku, y no sabía porque tuve ese sueño si jamás en mi vida he interactuado con Miku antes, prácticamente lo único que hablé con ella fue al momento que dejé de asustarme con su fantasmal presencia.

Retire la sabana que cubría mis piernas y me levante para ir rumbo al baño, una vez ahí, abrí la llave del lavamanos para lavarme la cara, no sólo por el sudor que dejaba toda mi cara grasosa, si no también para tratar de recobrar la estabilidad que perdí gracias a ese tan extraño sueño.

Levanté mi mirada hacia el espejo, viendo el reflejo de mi húmedo rostro, mis hebras de cabello pegadas a mi frente gracias a la humedad, mis pupilas completamente dilatadas y mis mejillas completamente rojas.

—¿En donde... estará?— Me pregunté pensando en la fantasma.

—Buenos días, T/n— Asomó su cabeza por el espejo atravesandolo.

—¡M-Miku!— Di un paso hacia atrás por eso susto.

—¿Dormiste bien?— Pregunta con una sonrisa.

—B-Bueno...— Mierda, no se si decirle que soñé con un recuerdo suyo, quizás decírselo hará que se ponga triste por no poder revivir ese recuerdo a causa de su muerte. —S-Si, dormí bien, aunque con un poco de calor.

—Bueno, al menos dormiste bien.

—¿Y tu como dormis-...? Oh, cierto que los fantasmas no duermen— Reí.

—¿Que te parece si-...?— El tono de llamada de mi teléfono la interrumpe.

—Espera, vuelvo en un segundo— Me doy la vuelta hacia mi habitación a buscar mi teléfono.

Y resulta que mi amigo Tsukasa me estaba llamando.

—¿Tsukasa? Son las ocho de la mañana. ¿Que sucede?.

—Hasta que al fin contestas...— Bufa. —Es para preguntarte si estas ocupado.

—No, recuerda que hoy es mi día libre.

—Cierto... Entonces, me autoinvito a tu casa.

—¿Como que te autoinvitas?.

—Te veré en un rato, adios— Tranca la llamada.

—Este hijo de...

—¿Que pasa?— Miku se acerca a mi.

—¿Eh? Oh, nada. Es solo que un amigo vendrá en un rato de visita.

Ella ladea su cabeza confundida.

—¿Sabes el chico que aveces viene como si esta casa fuera suya?.

—Hmm.

—Bueno, vendrá hoy.

—Oh...

Me quedé en silencio por unos segundos. —Mierda...— Murmuré.

—¿Que sucede?.

La veo directamente a los ojos. —¿Que vamos a hacer contigo?.

—¿Por qué lo dices?.

—Quiero decir... Eres un fantasma, Tsukasa se entera de tu existencia y va a explotar.

—Si pude ocultarme de ti por un mes entero, puedo ocultarme de él por unas horas— Sonríe.