Corrí con la suerte de que esta vez mi teléfono pudo darme de manera correcta la localización del establecimiento donde se encontraba Fuutaro, y la verdad cuando Raiha se refería a las afueras de la ciudad, no esperaba a que literalmente estaría refiriéndose a que quedaba tan lejos que ni siquiera las luces de Tokyo se podían ver a lo lejos.
Por culpa de eso, el taxi en el cual fuí al lugar, me cobró bastante por el viaje.
Ignorando eso, me bajé el auto dejándole casi toda una quincena al taxista para luego ir hacia el lugar, el cual tenía que llegar a pie. El sol ya se estaba empezando a ocultar, pintando el cielo de unos hermosos colores naranjas y violetas, pero en vez de conmoverme, me puso un poco nervioso, porque significa que ya me estoy tardando demasiado, y aun no he conseguido la respuesta sobre la situación de Miku.
Literalmente era la única persona caminando por ese sendero, un camino que llevaba a lo profundo del bosque, camino rodeado por arbustos y árboles, en el fondo siendo nada más que una oscuridad penetrante.
Me sorprendió que en ningún momento pensé que me iba a salir un fantasma de ahí, creo que vivir por casi un año con un fantasma hizo que se olvidara el miedo por ello.
Fue una caminata demasiado agobiante, porque cuando creía que estaba a punto de llegar al ver el camino iluminado, resultaba ser una estúpido poste de luz, y aunque quería derrumbarlo de alguna manera del enojo, en el fondo me alegraba de que al menos el camino no era completamente oscuro en comparación al bosque que me rodeaba.
Y finalmente después de más de veinte minutos caminando, llegué al establecimiento de salud mental donde se encontraba la persona que buscaba.
Para ser un establecimiento de salud mental, no se veía para nada mal, parecía más una cabaña de campamento de verano, pero sinceramente no quiero bajar la guardia, porque al ser un lugar para personas que les falta un tornillo, significa que tarde o temprano me podía salir un loco con intenciones asesinas.
Miré a los alrededores para ver si podía ver a una persona, pero el lugar estaba completamente abandonado, como si fuera un lugar fantasma, no creí que no había nadie en el lugar, porque la cabaña que no era para nada pequeña estaba iluminada por dentro.
Caminé hacia la entrada principal del lugar para seguidamente tocar la puerta, y aun así después de varios intentos, nada la abría, así que no tuve más que otra opción que entrar por cuenta propia. Lo primero que sucede al abrir la puerta es una fuerte corriente de aire frío golpeandome el rostro, provocandome un desagradable escalofrío por todo mi cuerpo, o la recepcionista tiene una obsesión por el frío y el ambiente tiene que estar frío para que las personas con problemas no se salgan de control.
Con algo de nerviosismo, me acerqué al área de recepción, me llené de inquietud, ya que aparte de la recepcionista, no había otra persona en el lugar, lo único que podía escuchar era el sonido del poderoso aire acondicionado y de las teclas de la computadora de la recepcionista.
—B-Buenas noches...— Saludé claramente nervioso.
—Agarre un numero— Pidio la recepcionista, un chica ya adulta de cabello amarillo sumamente claro.
—P-Pero si no hay nadie...— Fue una petición algo extraña de la mujer, pero aún así hice caso.
Tomé el número y me fue a sentar en una de las sillas de lugar, cuando me senté, el sonido del chillido de la madera no fue para nada normal, un sonido que inundó toda la habitación.
—Número 61— La mujer llamó el número que tomé, prácticamente el único número que había disponible.
Me levanté de la ruidosa silla en la que estuve sentado únicamente dos minutos y me acerqué de nuevo a la chica.
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Amor sin Materia. [Miku Nakano X Tu]
SpiritualEstaba yo solo en aquella casa, lo único que escuchaba era el sonido del viento a través de la ventana, se escuchaba el sonido de las tablas de madera del suelo rechinar con cada paso que daba. Incluso podía escuchar mi propia respiración, pero no p...