CAP 2

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A Luffy le resultó muy agradable dormir junto a Nami, estaba suave y tenía un dulce olor a mandarinas que le alegró el despertar.

Aún no quería levantarse de la cama y su querida nakama seguía dormida así que remoloneó un poco y se acurrucó más junto a ella intentando aprovechar el tiempo, aunque sabía que ya era de día y Nami podría seguir durmiendo lo que le apeteciese.

Luffy se recolocó en el cuello de Nami y aspiró su dulce aroma, fue entonces cuando la puerta de la habitación se abrió apareciendo Robin.

-Buenos días capitan-san. -Saludó divertida, Luffy no se había movido de su posición pues tampoco hacía nada malo.

-Buenos días Robin, shishishi.

Su capitán parecía feliz y su amiga descansada, anoche espió su pequeño trato y como pudo ver había funcionado, Nami todavía no se había ni inmutado.

Pronto llegó el olor del desayuno al olfato de Luffy, y hasta él se sorprendió de pensar si ir o seguir un rato más en la cama, Nami era tan agradable. Finalmente el hambre le ganó y se levantó con cuidado evitando que su navegante despertara, cogió su sombrero de la mesita de noche y se dirigió al comedor donde estaban casi todos.

-¿Luffy dónde estuviste anoche? Me levanté para ir al baño y no te vi. -Preguntó inocente Chopper a lo que su capitán rió de buen humor, pero cuando fue a contestar recordó que Nami no quería que sus Nakamas supieran de sus problemas de insomnio y mucho menos Chopper.

-Me quedé dormido en la cabeza del Sunny, shishishi.

Chopper quedó satisfecho con la respuesta, pero el perspicaz Brook notó que su capitán estaba de mejor humor que de costumbre y no terminó de entender por qué hasta que Nami apareció por la puerta y Luffy no paró de mirarla hasta que se sentó.

-Yohohoho, buenos días Nami-san, ¿me dejarías tus bragas hoy?

Nami con la energía de haber dormido por fin bien toda la noche, le propinó tal puñetazo a Brook que lo mandó al suelo.

-Hoy Nami da miedo. -Le habló Usopp al oído a Chopper con la cara blanca, temiendo las acciones de su nakama.

Luffy se rió contento de ver animada a su compañera y disfrutó de su desayuno y mitad del de sus amigos.

La tarde transcurrió como cualquier otra en el Sunny, una vez habían repuestos suministros en la anterior isla no contemplaban la siguiente hasta dentro de 3 o 4 días.

Atardecía cuando de pronto el barco se encontró con un rey del mar. Chopper, Usopp y Brook se asustaron, al contrario que sus compañeros Luffy y Zoro, que mientras uno reía y se acariciaba la barriga, el otro se puso en guardia para atacar.

-¿Sanji esta noche podemos cenar rey del mar? -Gritó el capitán mientras se le caía la baba.

-Claro, hay una receta nueva que podría probar.

-Yo me encargo. -Habló Zoro mientras se tiraba con sus tres katanas hacia el monstruo marino, que en 10 minutos ya se encontraba a trozos en el barco.

Nami aprovechando que todavía quedaría un rato para cenar se dirigió al baño para darse una ducha mientras sus Nakamas, celebraban en la cubierta haber cazado esa enorme cena bebiendo sake.

La pelinaranja conectó el agua caliente y dejó que relajara cada músculo de su cuerpo, ya más descansado después de la noche anterior pero aún con bastantes horas de sueño en falta.

Nami pensaba en que al final Luffy si que la había ayudado y lo cómodo que es dormir acompañada. También pensaba en lo solitaria que se sentó al despertarse y no tener noticias de su capitán, de hecho apenas hablaron en el día.

Miedo en la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora