Si estás por aquí supongo que has terminado I like boy, espero la hayas disfrutado y me disculpo de antemano si te ha hecho llorar un poquito, jajaja.
Estoy aquí para mostrarte mi nueva historia, he vuelto a escribir después de seis años, y con un tono un tanto más maduro, te platico:
El concepto trata de almas que deben pagar una condena viviendo cientos de vidas humanas hasta volver a encontrar su propósito. Louis es un alma vieja que se ha topado con un par de ojos verdes familiares que lo tienen deseando ser un mortal; pues no se imagina una eternidad después de él.
La historia está en mi perfil pero aquí te dejo un adelanto del prologo, ¡Disfruta!
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La primera vez que Louis lo vio fue en un gran panorámico, el rizado no pasaba de los veinticinco años y tenía la sonrisa mas divina que Louis había visto en todas sus visitas a la tierra. Ni siquiera los seres celestiales tenían aquel brillo que parecía tener a todo el mundo a sus pies. Meses después, tras un no tan divertido giro de eventos, le conoció. El menor era un tanto extravagante pero tenía un aura cálida que compensaba el frío color de sus ojos esmeralda.
Habían conectado insanamente, Harry no parecía poder hablar de ninguna cosa que no fuera aquel fotógrafo y Louis pasaba noches enteras incluso llegando a considerar que el ojiverde fuera la razón de estar viviendo otra vida humana. Sus ojos le resultaban familiares pero el menor parecía ser demasiado inocente, demasiado puro para que su corazón no fuese efímero como cada encuentro fugaz que sus ojos sostenían en las alfombras rojas.
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¡Espero poderte encontrar en Mil vidas!
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