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—¿Necesitas dinero? Porque puedo mandarte a misiones donde hay buenas recompensas si así lo deseas— Habló el de cabello plateado con una ceja levantada.

La petición de Hinata le había parecido algo—por no decir muy—rara. Claro, tenía una muy buena paga cuidar a dos prisioneros, en especial si se trataba de los dos últimos Uchihas... Pero ¿Por qué quería específicamente ocuparse de ellos?

—Realmente quisiera que aceptara mi petición si es posible— Lo ignoró. Kakashi sonrió por debajo de su máscara mirando los papeles en frente suyo.

Una única firma suya pondría a la hija primogénita del clan Hyūga a cargo de dos renegados peligrosos, se divirtió al pensar que el patriarca lo regañaría. Esta más que claro que no le negaría la petición a la mujer em frente suyo.

Tenía cosas a su favor que aceptara el puesto, primero y principal, era una de las mujeres más pacientes que conoció en su vida; segundo, su Byakugan. Era un arma a su favor ya que Sasuke e Itachi necesitaban atención médica ocular y qué mejor que un Hyūga con conocimiento y tercero, su intuición sabía que algo bueno saldría de esto.

—Aceptaré tu petición Hinata, esta misión será de tiempo completo así que tus misiones exteriores quedarán suspendidas por tiempo indefinido. Tráeme los informes dos veces por semana— La nombrada asintió feliz de haber podido lograr su objetivo.

(...)

Al llegar a su casa fue directo al escritorio de su padre y entró luego de tocar. Su padre se encontraba bebiendo té, mientras mantenía su porte sereno. Tomó asiento frente a él manteniendo la calma.

—Tengo una nueva misión padre y quería informarsela antes de que escuchara algo impropio de mí— El silencio de Hiashi hizo que continuara hablando. —Pedí que me asignaran cuidar a Uchiha Itachi y a Uchiha Sasuke—

—Continúa— Sabía que el té no era el causante de la amargura en su boca.

—Me siento bastante capacitada de mantener en mi cuidado a ambos debido a que he visto injustas maneras de cómo han sido tratados la vez que acompañé a Uzumaki-san. Hokage-sama ha estado de acuerdo y firmó los papeles correspondientes, también debo mantener en mi cuidado la recuperación de sus ojos—

Hiashi se mantuvo en silencio recibiendo la información que su hija le daba. En primera se sintió sorprendido de que en ningún momento haya tartamudeado o vaciló con sus palabras. Y ahora se daba cuenta que ella nunca le pidió permiso, es más, ya estaban los papeles firmados con la autorización del Hokage.

—Puedes retirarte— Hinata asintió y con una reverencia dejó solo a su padre dirigiéndose a su habitación, había estado nerviosa pero había practicado la explicación en el camino imaginando todos los escenarios posibles desde donde su padre la regañaba hasta donde la exiliarían del clan sin permitirle el regreso.

Mientras tanto Hiashi en su escritorio apoyó su cabeza en su mano mirando hacia arriba.

Quién diría que sus hijas crecerían tan rápido, ojalá Hana estuviera para verlas. Y así, dió otro sorbo de té.

(...)

Al día siguiente preparó dos pequeños desayunos mientras comía el suyo.

Eran casi las 7 de la mañana y contaba con tiempo para terminar de alistarse. Una vez listo el desayuno se dió una ducha rápida y eligió su atuendo de siempre. En el camino decidió comprar dos cambiadas de ropa, la eligió un talle más que el de Kiba, supuso que era adecuado al comprar cuerpos.

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2021 ⏰

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Viraha SasuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora