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Viraha

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Este término del hindi podría describirse como «el descubrimiento del amor a través de la separación».

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— ¡Estoy en casa! — Gritó un cansado rubio luego de estar en la torre Hokage firmando y leyendo papeleos todo el día, tenía ganas de tomar un largo baño y dormir

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— ¡Estoy en casa! — Gritó un cansado rubio luego de estar en la torre Hokage firmando y leyendo papeleos todo el día, tenía ganas de tomar un largo baño y dormir. Escuchó unas voces provenir de la cocina y se le hizo extraño, ya que ni su hija y esposa fueron a recibirlo como siempre lo hacían.

— Hay visitas, viejo. — Saltó del susto al escuchar  a su hijo que estaba parado al lado de las escaleras. — Como sea, mamá ya sabe que dormiré en casa de Shikadai y Himawari está con el abuelo, hasta mañana. — Y sin más que decir, se fue.

¿Visitas? ¿A ésta hora? Se sacó los zapatos y entró viendo a su esposa charlar con Sakura mientras terminaba de picar unas verduras.

— Hace tiempo que no nos veíamos cabeza hueca. — Saludó con una sonrisa mientras se acercaba a él.

— ¿Qué haces aquí Sakura-chan? Pensé que te habías ido con Sasuke a buscar las hierbas de las que me hablaste hace dos semanas.

— Bueno... Discutimos, dijo que iba a buscarlas solo y... se esfumó, como sea, estoy enojada con él y no deseo verlo. — Contó con un poco de tristeza y a la vez pena rascándose con el dedo índice la mejilla.

— Ya estará lista la comida, ¿Podrían preparar la mesa, por favor? — Avisó la ex-Hyūga sacándose el mandil y desatando su poco cabello.

— Sakura-chan ¿Podrías hacerlo tú? Iré a darme una ducha antes, los días calurosos en Konoha me están afectando mucho y necesito refrescarme. —

— Si, si, como sea solo date prisa. — El rubio corrió por las escaleras en dirección al baño. Hinata sólo sonrió y le pasó los platos a Sakura para acomodarlos en la mesa.

— Uhm, Sakura-san, disculpa el atrevimiento pero necesito salir un momento, olvidé comprar algunas fresas y leche para terminar el postre. ¿Podrías quedarte a revolver la comida en lo que vuelvo? — Hinata sonrojó un poco por su torpeza, ¿Cómo olvidar lo más importante del postre favorito que le había prometido a su amiga? Sakura asintió y salió rápidamente agarrando dinero y poniéndose sus botas en la entrada.


Viraha SasuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora