La casa en si no era ni pequeña ni grande, era, sencillamente, suficiente para las personas que ahí vivían. Tenia dos pisos, el de abajo que estaba compuesto por una larga sala con paredes color marrón y una biblioteca con pilas de libros y cajones cerrados, una cocina azul sin mucho espacio, casi era un pasillito ocupado por un horno e una heladera, y un comedor diario donde había únicamente una mesa con una tele al lado. En el piso de arriba se encontraban los cuartos, aunque no era mucho puesto que solo eran tres habitaciones, dos para dormir y el ultimo un almacén de recuerdos. Era cómoda y rara vez había sufrido un cambio notorio.
Quien vivía ahí lo había echo por mas de la mitad de su vida y se sentía cómodo con ello. Aunque en los últimos años, la casa había sufrido un gran cambio. Uno que a veces estaba bien y otras era molesto.
Esa mañana no fue la excepción.
El dueño de la casa, un hombre bastante mayor con bigote, se había despertado con pesadez, se estiro y sin queja alguna se levanto de la cama. Se limpio la cara, los dientes y preparo el desayuno. Estuvo en silencio un rato, sentado en la mesa hasta escuchar la melodía de una alarma sonar desde arriba. Se quedo ahí un rato mas pero no paso nada.
_¿Lincoln? _ pregunto, acercándose a la escalera. Cuando no hubo respuesta, grito: _ ¡Lincoln! _ nuevamente solo hubo silencio.
El anciano subió las escaleras con una mirada cansada y algo enojada. Dejando salir refunfuños de su boca.
Atravesó una puerta, entro a un cuarto y prendió la luz. Era una habitación de color rojo, algo desordenada, con ropa tirada por todo el suelo, con una pequeña biblioteca en una esquina y una mesita de luz en la otra. Justo en el centro, se encontraba una pequeña cama muy mal echa y con alguien envuelto en ella.
_ Lincoln, despierta _ le dijo tranquilamente. Este no dio señal alguna de escucharlo. Volvió a decir lo mismo, pero un poco mas fuerte: Lincoln, despierta _ esta vez si se movió aunque apenas fue un milímetro. Así que se repitió una tercera vez aun con mas fuerza _ ¡Lincoln, despierta!
Esta vez el chico se dio vuelta y lo miro con los ojos entre abiertos.
_ ¿Qué pasa abuelo? _ le pregunto, sacando a la fuerza su voz.
Este se encogió de hombros con una sonrisa irónica.
_No se ¿Será que es la hora de ir a la escuela?
_Ah _ Dijo como si se le hubiese olvidado y luego hizo un gesto con la mano como si le restara importancia. _ Iré mañana, mejor. Porfa apaga la luz.
Se dio la vuelta y se tapo con las sabanas de nuevo. El hombre claramente no se iba a rendir y se acerco a la cama, algo que el chico noto. Antes de que Lincoln tuviera tiempo siquiera de pensar que iba a hacer, su abuelo lo tenia agarrado de los hombros y lo estaba sacudiendo a una gran velocidad.
Se detuvo al rato viendo que su nieto tenia cara de estar mareado y muy confundido, aunque mas despierto al menos.
_ Te veo abajo en cinco minuto _ ordeno con un tono muy serio.
Lincoln no le quedo de otra que asistir.
Se levanto con algo de pesadez de la cama, agarro su ropa del suelo y se la puso con lentitud. Caminaba lento como si su cuerpo le pesara, y al bajar las escaleras vio que su abuelo ya le había preparado un desayuno.
Le dio una sonrisa y se sentó.
_ Gracias, abuelo.
_ De nada_ le contesto _ come rápido, sino llegaras tarde.
Así lo hizo. Cinco minutos después ya estaban en el auto.
Sentía frio, por mas abrigado que fuera el buzo de la escuela ese día no era suficiente. Miro por la ventana del auto las nubes en el cielo, esos días las mañanas eran mas frías de lo normal. Miro su reflejo en el espejo retrovisor.
Su mirada estaba cansada, incluso el color marrón de sus ojos parecía apagado y tenia algo de lagaña. Noto que su albino pelo estaba muy despeinado, trato de acomodarlo como pudo pero este volvía a la misma posición. Además si alguien se hubiera puesto a mirarlo notaria que llevaba toda la ropa mal arreglada, la campera estaba algo rota y las rodillas de sus pantalones estaban agujeradas. En definitiva era la definición de mal arreglado.
_ ¿Cómo dormiste hoy, abuelo? _ le pregunto sin nada mas que decir. No hubo respuesta, solo silencio.
Se giro para verlo. Este miraba hacia el camino, aunque parecía estar concentrado también se veía algo tenso.
_Abuelo, abuelo _ insistió con un poco mas de fuerza hasta que este lo miro_ ¿Estas bien?
Este tardo en contestar, lo miro un largo rato hasta hasta que se relajo y finalmente le contesto:
_Si, solo necesito dormir mas _ luego de un rato agrego _ Por cierto, un amigo vendrá mañana, ayúdame a ordenar por favor
_ Si claro, ningún problema.
Antes de que se dieran cuenta ya estaban en la puerta del colegio, un edificio color marrón de dos pisos y con puertas de color azul claro.
_ Bueno te veré luego _ saludo Lincoln. _ te quiero abuelo.
_ Adiós, yo también te quiero._ se despidió y se fue con el auto una ves lo vio entrar.
Sin muchas ganas, entro a su colegio, se había tardado tanto que ya todos estaban en los salones. Se apresuro a subir las escaleras que llevaban a su salón.
La profesora lo vio con malos ojos pero no dijo nada, simplemente lo vio sentarse. Su lugar era justo en el medio y delante de todos, justo para que todos lo burlaran sin que se diera cuenta, de echo mientras se sentaba escucho unas pequeñas risas de algunos alumnos.
Toda la clase fue igual, la profesora hablando a una velocidad que le parecía en exceso lenta y para colmo sin poder entender nada de lo que decía. Finalmente llego el recreo, en el que trato de quedarse en una esquina sin llamar la atención de nadie, no tenia ningún amigo así que siempre estaba solo.
De repente se ruborizo al ver pasar a unas chicas. Entre ellas a Cristal, una chica que desde siempre le había parecido bonita. Hoy era el día, respiro hondo con toda su fuerza y se acerco.
_ Ho..l.la Cr..Cris...t..tal _ saludo sin poder evitar tartamudear.
La chica lo miro pero justo antes de que siquiera pudiera decir otra palabra un chico de su clase apareció y se puso al lado de ella.
_ ¿Oye quieres algo con mi novia, inpeculiar? _ le pregunto de una mamera claramente amenazante, que lo asusto, aunque no tanto como ver que sus uñas le crecían un poco.
_ No, no, no, no, no _ negó a toda velocidad _ Solo quería preguntar sobre una explicación de la clase.
Antes de que siquiera el otro pudiera decir algo, sonó el timbre y corrió a su salón. Se sentía el ser mas patético de la historia, incluso aunque la clase entera estaba en silencio, hubiera podido jurar que todos se estaban riendo.
Justo entro la profesora de ingles, una de las materias que mas odiaba. Había sufrido cada una de las clases que había tenido desde que era un niño y aun así no había podido aprender una miserable palabra. Y si lo había echo no lo la recordaba.
_Hello, how are you? _ los saludo en ingles.
_Fine_ contestaron todos.
_ Espero todos hayan traído la tarea de la semana pasada _ Les dijo con una sonrisa amistosa.
En ese momento Lincoln abrió los ojos como platos, como era posible que lo hubiera olvidado. La mayoría de sus compañeros se acercaron a la mesa para entregar sus hojas, los únicos que no lo hicieron fueron el y otros dos chicos, uno que parecía estar tan nervioso como el y el otro que parecía importarle muy poco.
Lincoln podía suponer que eso era porque ya tenia las notas mínimas para hacer lo que quería, que era entrar en un futuro a una academia de héroes o hacer una pasantía directamente como uno. Además, por lo que había oído su poder era uno muy útil para atrapar criminales. Podía generar una armadura, con lo que sea que tuviera a mano, para defenderse. Con una habilidad así ya tenia asegurado un futuro.
La profesora Nomi miro las hojas sobre su mesa y luego lo miro a el. Era una mujer algo rellenita pero no tanto como para parecer gorda, con una sonrisa en exceso blanca y que siempre vestía de marrón. Para esa altura de su vida no sabia si esta lo odiaba o creía que el tenia el potencial de ser algo importante en su vida pero el punto es que si podía lo hacia participar, le recordaba siempre que podía hacer la tarea y la mayoría de las veces al acabar las clases esta lo llamaba para hablar con el.
Esta vez no fue la excepción.
_ ¿Lincoln, porque no hiciste la tarea esta vez? _ le pregunto, con calma.
_No se, se me olvido _ le contesto algo avergonzado.
La profesora Nomi lo miro seriamente.
_¿Te olvidaste o quisiste olvidarte? _ le pregunto.
Tardo en contestar, ya que si bien no había sido su intensión olvidarlo, lo cierto es que tampoco es que al llegar a su casa su mente hubiera estado atenta a eso. Finalmente le contesto:
_ No claro que no, lo juro.
_¿Entonces, porque nunca la haces? _ lo reprendio, aun con calma. El no le contesto, no tenia nada que decir. Ante su silencio ella suspiro y agrego _ Si tan solo pusieras un poco de ti para hacerlo estoy segura de podrías mejorar en poco tiempo, solo tienes que ponerte en ello.
Volvió a haber silencio, no le contesto solo se quedo viéndola, no sabia que decir.
_ Gracias, lo intentare.
Aunque parecía que ella no estaba del todo satisfecha, lo dejo marcharse al segundo recreo con esa respuesta.
De nuevo se sentó en una esquina, pero esta vez no le fue bien. Unos chicos entre los que se encontraba el chico de las uñas largas. Estos tres chicos lo miraron con una mirada fría.
_ ¿Oye, crees que soy idiota niño?_ le pregunto el chico.
_ ¿¿Que??.. Claro que no _ negó con fuerza.
_ Claro, pero ¿crees que no me di cuenta de lo que tratabas de hacer? Tratabas de hablar con mi novia para seducirla ¿No? _ Se acerco mas a el, con una sonrisa amenazante_ Si te vuelves a acercar a ella te cortare esas hermosas mejillas que tienes.
_ Igual, no se de que te preocupas jefe _ dijo un regordete con burla_ Ella jamás se fijaría en un inpeculiar como el.
_En especial en esta larva inútil _ acoto el otro.
_ Lo se, solo quería recordarle su lugar _ se acerco a su oído y le susurro _ y te lo digo jamás cambiara.
Se quedo paralizado en el lugar mientras ellos se iban caminando. Se sentía tan incapaz de hacer algo, que solo atino a moverse cuando sonó la alarma de fin de recreo y siguió con su vida normal, como si nada hubiera pasado, ni siquiera considero decírselo a alguien. Total no podía hacer nada para cambiarlo, el era solo un inpeculiar y lo peor ya había pasado, esa era la idea que había en su mente, así que se trago sus pensamientos.
Una vez acabado su día de clase, se puso camino para su casa. Mientras iba noto con asombro una gran nube de humo negro en el cielo. Aunque le daba un poco de curiosidad saber que era lo que pasaba también lo ponía muy nervioso llegando al punto de temblar y sudar un poco, preguntándose si no seria el ataque de algún villano que se había salido de control, aunque intentaba calmarse diciéndose que los héroes controlarían la situación.
Sacudió su cabeza, para sacar esas ideas de su mente. Ya que esas cosas no involucraban a la gente común menos a alguien como el, que había nacido sin un poder. Bajo ninguna circunstancia, arriesgaría su vida por algo, en lo que no podía cambiar nada.
Trato de concentrarse en otras cosas mientras caminaba, como en los nuevos juegos que estaban haciendo ahí para los pequeños. Una parte de el sentía envidia de ellos por no haber tenido esos juegos a su edad. Así logro distraerse con pequeñas cosas hasta llegar a su casa.
Mientras caminaba, no podía evitar pensar en el tiempo en que su mas grande sueño era convertirse en héroe. Eso había sido cuando era niño, ahora lo único que quería era una vida feliz, si se podía.
Llego a su casa, donde vio que su abuelo ya había empezado a ordenar. Suspiro con pesadez, le gustaba su casa pero no era de su gusto ordenar.
_Hola, abuelo _ lo saludo.
_Hola _ le contesto, mientras sacaba un par de bolsas afuera _ ¿Me ayudas a sacarlas?
Asintió a la vez que agarraba una de las bolsas.
_ ¿Cómo te fue hoy?
_Eh... Me fue bien _ le contesto, con duda.
Su abuelo dejo lo que estaba haciendo y lo miro con escepticismo.
_ Esa respuesta es muy dudosa _ afirmo _ ¿Qué paso hoy?
Lo miro con una fuerza que no dejaba espacio para desobedecerlo. Le conto lo que le había pasado con el novio de Cristal. Al instante puso una cara de indignación.
_ Espero que le hayas dicho a alguien _ le dijo, pero su nieto no contesto_ Lo hiciste ¿no?
Lincoln le negó con la cabeza. Eso termino por enojarlo.
_ ¿Cómo puede ser? ¿Qué acaso quieres que sigan abusando de ti? Deberías haber ido con tu profesor para que no quedaran impunes o al menos haberte defendido para que supieran que no pueden simplemente amenazarte _ Le dijo con rabia acercándose a el.
_ Y ahí me hubieran golpeado hasta partirme la cara _ le contesto irritado.
_Parece que de todas maneras se los vas a permitir.
Esta vez no le contesto, sabia que no iba a servir de nada. Su abuelo era un hambre mayor que había estado en la marina, era un hombre firme y recto. Tenia una forma directa de solucionar las cosas y la fuerza para llevarlo acabo, pero lo que le pasaba a el era diferente. El era muy diferente a el.
No siguieron hablando del tema, de echo no hablaron de nada. El lugar quedo en silencio, uno muy pesado e incomodo que solo era interrumpido por el ruido de los autos en la calle o personas caminando. Lo único que le decía su abuelo era que tenia que hacer y el solo pensaba en sus cosas.
Barrio en total silencio, tratando de ignorar su frustración, hasta que su abuelo le paso unos libros y algunos objetos.
_Lleva esto a mi cuarto de recuerdos _ le pidió y el asintió.
Subió las escaleras al segundo piso en silencio. Una vez arriba dejo todo en el cuarto y se dispuso a irse, pero, justo cuando pasaba el marco de la puerta, algo lo detuvo en el lugar. Una sensación que lo anclaba al suelo como si clavaran sus pies. Sentía como si hubiera otra presencia que le decía que quería que la mirara. Y por alguna razón inexplicable, eso mismo hizo, siguiendo el impulso de buscarla.
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Los soles oscuros
FanfictionEn un mundo donde la gran mayoría de personas tienen poderes, todos creen Lincoln nace sin uno. Ahora siendo mayor, es alguien que pese a su crianza es un perdedor y casi un cobarde, pero eso debe cambiar cuando se una a un grupo conocido como Los S...