Capitulo 3: Gente Brillante.

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El sol se empezó a asomar por el horizonte, tapando la ciudad como una sabana dorada. El amanecer había comenzado, dando inicio al día de todos, y con el llego algo mas. Acercándose por las calles, se podía ver una furgoneta negra. 
Era una furgoneta normal, lo suficientemente grande para que entraran varias personas, parecía estar en buen estado, aunque bastante sucia, y con solo las ventanas de enfrente, también de color negro que apenas dejaba ver dentro. No tenía nada destacable que hiciera que la gente se fijara en ella, se veía completamente normal.
Pero ese vehículo no era uno cualquiera, ya que en su interior vivían algunas de las personas mas peligrosas y tercas del mundo.
La furgoneta hizo todo un recorrido hasta salir de la ciudad por la ruta, fueron derecho por un par de kilómetros, hasta llegar a una zona mas rural aunque aun con edificios en la que bajaron. Una vez dentro dio un par de vueltas pasando por varios mercados, largas filas de casas, en su mayoría muy bonitas, y paso por calles enormes tan transitadas que parecían estacionamientos.
Finalmente pararon justo enfrente de la casa de Lincoln y su abuelo.
Una de las puertas se abrió y salió por ella una delgada figura masculina con el pelo muy largo.
_ Yo me encargare de todo aquí _ les dijo a la gente dentro de la furgoneta y luego con un tono mas firme les ordeno: _ vayan por su nieto, debe estar en la escuela.
Así lo hicieron, una vez el cerro la puerta, el auto se retiro y el entro en la casa.

El timbre sonó por todo el colegio, de una forma muy estruendosa, marcando el final de las clases y haciendo que los alumnos se levantaran alegres de sus asientos para al fin volver a sus casas mientras su profesor trataba de recordarles a puro pulmón que hicieran su tarea, aunque ellos le hacían poco caso.
Entre la gran masa de gente, perdido en sus pensamientos, se encontraba Lincoln. Tenia los brazos detrás de su cabeza, como si le costara tener su cabeza en su lugar. Ese día, no había tenido problemas con nadie y, dentro de todo, las clase no le había resultado muy pesadas. Ese día había estado bien pero de todas maneras no podía mantener a su cabeza tranquila. 
No podía sacar el libro esmeralda de su cabeza. Había estado los dos últimos días buscándolo por todo el cuarto de recuerdos de su abuelo, pero no importaba cuantas fotos moviera, ni cuantos muebles corriera o las cosas que sacaba de lugar, el libro no aparecía. La historia de los tres reinos se le aparecía en sus sueños y la imagen del libro lo obligaba a levantarse.
Medito un segundo si tal vez el libro era parte de su imaginación, aunque esa idea entro a su cabeza tan rápido como se esfumo. Estaba seguro de que era real. Aparte justo el día de ayer le había preguntado por el.
_¿Lincoln, has visto un libro verde que estaba en mi cuarto de arriba? _ le había preguntado.
_ Eh, no, no le he visto _ le contesto, con prisa y algo nervioso. Su abuelo se lo quedo mirando un segundo, como si analizara lo que había dicho, y finalmente se encogió de hombros.
_Esta bien.
Pudo dejar que se fuera, la verdad no quería meterse en problemas con su abuelo, sabia como se ponía. Pero de alguna forma le gano las ganas de preguntar y se paro.
_ Abuelo _ lo detuvo, con un tono mas fuerte del que quería usar. Este se detuvo, lo miro y ahí titubeo un poco, pero pregunto_ ¿Por qué ese libro es tan importante?
Lo miro de manera algo interrogante por unos segundo, en los que lo puso nervioso.
_ Es una reliquia familiar que encontré en uno de mis viajes _ le contesto simplemente y se retiro.
Eso lo había dejado pensando. ¿Ese libro realmente era viejo? Se veía tan nuevo. ¿Además, era una reliquia familiar? Aunque le resultaba tan difícil de creer, lo cierto es que no sabia nada de su familia. ¿Tenia su familia algo que ver con aquellos reinos que se habían extinto? La sola idea lo dejaba muy confundido.
Todos esos pensamientos y preguntas se le agolpaban en la cabeza mientras salía de la escuela. 
Una vez fuera de la escuela se quedo mirando las nubes tratando de ordenar sus ideas hasta que algo lo descoloco de sus pensamientos. Frente a el paso girando un yo-yo a alta velocidad. Se lo quedo mirando mientras este volvía a su dueño, el cual era mas raro que el objeto en si.
Era un joven algo delgado, con una mirada concentrada en su juguete, aunque noto que también parecía mirarlo a el, y con una cara muy angulosa. Tenia una ropa mal combinada, una campera verde abierta que dejaba ver una remera blanca, un sombrero de lana negro y un pantalón azul ajustado.
Empezó a hacer que el yo-yo diera vueltas en el, puso los dedos en medio de la trayectoria y, de una manera que no entendió, hizo que este quedara como un triangulo con la rueda dentro. Luego de esto lo miro con una sonrisa.
_ ¿Quieres que te muestre un truco? _ le pregunto, moviendo la cabeza para que se acercara.
Por un segundo estuvo a punto de hacerle caso y acercarse, sentía ganas de distraerse con cualquier cosa, pero sintió un cosquilleo en su espalda. Fue una sensación similar a una advertencia de peligro. Le gritaba que se alejara de ahí y así lo hizo, ante la mirada sorprendida del sujeto.
_¡Espera tengo otros juguetes! _ le grito, sacando autitos y muñecos de su sombrero.
Lo ignoro y siguió caminando derecho a su casa, incluso acelero un poco el paso. Sintió que el sujeto lo seguía mirando, a pesar de que ya tenia dos cuadras de distancia. 
Andaba tan concentrado en eso que no noto a una persona en frente suyo y choco de lleno con ella. De hecho, iba tan rápido que hizo que cayeran los dos.
_ Lo siento, lo siento. _ se disculpo, muy apenado.
Se puso aun mas nervioso al ver que había chocado con una chica de su misma edad que le hubiera parecido linda de no ser por la mirada de rabia que tenia, así que empezó a disculparse con mas ímpetu. Solo se detuvo cuando ella le dijo:
_¡Ya basta! Por favor, si quieres disculparte, simplemente piérdete bajo un auto.
No supo que contestar a eso, estaban tan sorprendido como avergonzado, así que solo se quedo callado un segundo y, luego, se dio la vuelta para continuar su camino. Ahora iba mas rápido que antes.
Llego antes de lo usual a su barrio, solo le quedaba por cruzar una calle para estar frente a su casa pero fue entonces que vio una de las cosas mas extrañas que había visto en su vida. 
Lo cierto es que, incluso en su corta vida, había visto gente con todo tipo de poder, muchos de los cuales alteraban la apariencia. Se acordaba de algunos con alteraciones mínimas, como el color de sus ojos o el tamaño de sus manos, algunos eran mas notorios y ya otros que eran imposibles de ignorar. Los había visto de todo tipo, desde uno que tenia alas o toda la piel alterada e inclusive uno que era únicamente un ojo con piernas y brazos.
Pero esto... Esto estaba sencillamente a otro nivel. 
El sujeto frente a el estaba cubierto con abejas, cucarachas y otros insectos, de los pies al cuello, lo único que se veía era su cabeza encapuchada con una campera azul. Al sujeto no solo no parecía importarle los insectos, sino que los miraba con cariño.
De repente giro la mirada y lo vio directamente. Tenia una cara muy seria y ojos grises muy profundos, que lo veían como si quisiera atravesarlo. Se lo quedo mirando un segundo, en el que se sintió congelado e muy incomodo. Mas incomodo se sintió cuando el sujeto hizo una media sonrisa, abriendo un poco su boca en la cual casi pasa un gusano.
Eso fue suficiente para hartarlo y hacerlo irse. Aunque ni bien dio un paso, su instinto le grito nuevamente para que se diera vuelta antes de dar otro paso y se dio media vuelta.
Detrás de el había una chica encapuchada que parecía querer robarle pero se quedo paralizada al ver que la había descubierto. Se quedaron así por un segundo, hasta que Lincoln reacciono y salió corriendo antes de  que la chica pudiera hacer algo.
Finalmente llego a su casa con la respiración algo alterada, relajo un poco su respiración y entro. Una vez adentro, suspiro de alivio, ya podía estar tranquilo.
_ Abuelo, ya llegue _ dijo, caminando a la cocina.
Se detuvo en seco al ver que su abuelo no estaba solo. Sentado en la mesa se encontraba otra persona, un joven adulto, que se lo quedo mirando un momento. Vestía un pantalón deportivo azul y una remara de mangas largas color roja. Tenia un pelo rubio tan peinado que casi parecía  un casco y unos profundos ojos celestes. A parte de todo eso no pudo evitar notar que en una de sus manos llevaba puesto un guante negro. Lo miro detenidamente y sonrió amistosamente.
_ Te pareces mucho a tu abuelo _ le declaro _ Incluso en su pelo blanco.
De repente la puerta del baño se abrió, antes de que pudiera decir cualquier cosa. Era su abuelo.
_ Disculpa la tardanza... Oh, hola Lincoln_ dijo, al darse cuenta de que estaba ahí.
_Hola ¿Quién es el? _ le pregunto rápidamente.
_El es el amigo del que te hable _ le contesto_ el que te dije que iba a venir.
Lincoln se lo quedo mirando, no se esperaba que un tipo así fuera amigo de su abuelo. Principalmente porque era mucho mas joven que el.
_ Mucho gusto, mi nombre es Luke _ se presento, dándole la mano.
Tardo un momento en salir de su sorpresa, casi fue descortés, pero finalmente se recompuso y se presento.
_ Es un gusto para mi también, me llamo Lincoln _ dijo, dándole la mano.
_ Bueno, ya que estas aquí. ¿Por qué no tomas un mate con nosotros? _ le pregunto su abuelo acercándose con un termo. 
Lo miro un momento y asintió. Se quedo gran rato sentado en silencio, viendo como el mate pasaba de mano en mano hasta llegar a el varias veces, mientras su abuelo y Luke hablaban animadamente. A pesar de la edad, se podía notar que eran muy amigos por la espontaneidad con la que surgían los temas que conversaban. 
_ Bueno, dime Lincoln _ Dijo, de repente Luke, llamando su atención _ ¿Qué planeas hacer en tu futuro?
Se quedo mudo, no solo por lo repentino de la pregunta, sino que tampoco tenia alguna idea de contestar. No porque la pregunta fuera rara, era una muy común de hecho. La realidad era que no lo había pensado realmente. No tenia nada que contestar, aunque sentía vergüenza de decir eso.
_ La verdad no lo he decidido todavía _ contesto, tímidamente _ Podría dedicarme, al dibujo soy bueno en eso.
_Wow, eso esta muy bien, es una digna vocación _ declaro, sonriendo _ La verdad es que es muy difícil dibujar, yo nunca podría hacerlo. Es impresionante que lo hagas siendo tan joven.
_ Eh... muchas gracias.
Se sentía algo avergonzado por el halago, pero aun así se sintió bien al recibirlo.
_ ¿Qué clase de dibujos haces? _ pregunto.
_ Bueno, de todo tipo _ Contesto Lincoln.
Hablaron un rato mas del tema e incluso, ya mas animado, Lincoln fue a su cuarto y trajo su uno de sus cuadernos para mostrarle algunos de sus dibujos. Le explico un poco de que trataba cada uno, la técnica que se requería para poder hacerlos, el porque de las formas que tenían algunos o porque los había echo. 
La verdad que le gusto hablar del tema.
_ Oh, no hay mas pan _ dijo su abuelo al rato _ Lincoln, ¿podrías ir a comprar a la esquina?
Asintió, tomo la plata que su abuelo le acerco y se fue. 
Una vez los dos hombres se quedaron solos sus expresiones pasaron de estar relajadas a volverse serias y se miraron fijamente. Albert suspiro, sabiendo que debía ser el quien tenia que dar comienzo a la conversación. 
_ Bueno. Creo que llego el momento de hablar de lo que nos reunió hoy. 
_ Ya era hora _ declaro Luke._ Dime Al ¿Qué ocurre con el libro verde?
_ Es difícil de decir ... _ le dijo, pensando muy bien sus palabras. _ Creo que el libro eligió un portador.
Esto dejo mudo a Luke un momento.
_¿Estas seguro de eso? _ le pregunto.
_ Definitivamente _ Aseguro con un tono entre serio e intranquilo  _ Desde el día que te llame que a empezado a brillar y hace dos días que no lo encuentro.
_ Válgame _ murmuro Luke, tocándose la cabeza completamente estupefacto. Tomo un poco de aire para relajarse y pregunto _ ¿Tienes alguna idea de quien podría ser?
Albert bajo la mirada con algo de pena.
_ ¿Por qué crees que te presente a mi nieto? 
Nuevamente Luke se quedo mudo, estaba muy desconcertado. No podía creer lo que acababa de oír.
_ ¿Me lo estas diciendo en serio?_ le pregunto sin poder evitarlo.
El anciano levanto la cabeza con enojo y lo miro fijamente a los ojos. Hubo un momento de sorpresa por parte de Luke pero finalmente pudo recomponerse y volvió a ponerse serio.
_Lo siento Al _ se  disculpo_ pero no me negaras que es algo extraño. El chico es muy distinto a ti. No me mal entiendas, se nota que es un buen chico, pero es todo lo contrario a lo que esperaría de algún portador de ese libro.
Inhalo una fuerte bocanada de aire con cansancio.
_ Lo se Luke, lo se _ dijo y cerro los ojos. Apoyo las manos en la mesa y agrego _ Aunque es solo una sospecha mía, fácilmente podría no serlo, pero eso no quita que esto traerá muchos problemas.
Asintió mirando su mano, el tenia mucha experiencia en ello.
_ Es por eso que quería pedirte algo Luke _ dijo, haciendo que este levantara la mirada.
_¿Un favor? ¿De que se trata?
Hubo un momento de silencio en el que Albert pareció estar contrariado por lo que estaba por decir. Esto desconcerto un poco a Luke, ya que jamás lo había visto así. Su amigo era un hombre firme y que rara vez iba con rodeos, el hecho de que dudara significaba que era algo o, muy serio o, muy duro de aceptar. Sea lo que fuera necesitaba su apoyo. 
_ Cualquier cosa que sea, hare lo que pueda para apoyarte. _ dijo con total seguridad.
Aunque no fueran del todo un consuelo, estas palabras parecieron darle fuerza.
_ Luke, necesito que cuides a mi nieto _ dijo finalmente en un hilo de voz.
_¿Que? _ pregunto, pasmado.
_ Luke, si los tipos que buscan el libro vienen, y se que vendrán, necesito que alguien de confianza cuide de mi nieto _ explico, aun en voz baja _ Es un buen niño y necesitara que alguien lo proteja y le enseñe a defenderse, ya sea el elegido o no. No quiero que le pase nada de forma colateral si me atacan y puede que lo busquen pensando que tiene algo de información que le haya dado del libro o directamente lo maten por tener una relacion conmigo.
_ Eso lo entiendo ¿Pero porque yo? _ pregunto lentamente y agrego _ ¿Por qué no escapas con el y le enseñas directamente? 
_ Ya no puedo escapar de ellos, Luke, y ya no tendría caso por mi parte hacerlo.
_ ¡¿Que cosa?! _ dijo, exaltado y con el ceño fruncido _ ¿Qué es esa actitud pesimista? ¿Cómo que no tendría caso?
_Ya soy viejo _ le contesto.
_ Pero eso no significa que te tengas que mor...
_ Ya me estoy muriendo Luke _ lo interrumpió. Este se quedo con la boca abierta y, antes de que pudiera hablar, Albert continuo _ Hace unos días me lo confirmaron, me queda muy poco realmente.
_ Yo... lo siento _ dijo, sin saber que mas decir y poniéndole su mano en el hombro.
_ No, ocurre nada, niño. _ respondió sosteniendo su mano y continuo _ Te lo pido como un ultimo favor amigo, quiero irme seguro de mi nieto estará bien.
Luke asintió con la cabeza, ya sentía que no tenia otra opción, ese hombre había sido su amigo en momentos muy importantes de su vida y verlo así le dolía, así que en esa instancia solo podía  corresponderle con la misma amistad.
_ Una cosa mas, solo para que sepas...

Un rato después, la misma furgoneta negra se puso de nuevo frente a la casa y abrió sus puertas para que Luke pasara. Este apenas hizo un pequeño gesto a los que estaban, como un saludo, y se quedo mirando la ventana, sumido en sus pensamientos.
Mientras que, no muy lejos, se podía ver a un hombre enmascarado que observaba todo a la distancia. Este dejo escapar una leve risita.
_Hizo bien, señor Albert, en ya preparar su bote salvavidas. Al  fin y al cabo, este es el Titanic y ya estamos frente al iceberg  _ dijo riéndose, se dio media vuelta y se marcho _ mejor me aseguro de no tener una Rose cerca mío.
Así, caminando desapareció del sitio sin que nadie lo viera.

Los soles oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora