Aquel chico se había paralizado, de repente, justo en el lugar donde estaba. Por la forma en que se había quedado quieto, alguien podría pensar que algo le pasaba a su cuerpo o que había chocado con algo, pero las dos ideas estaban equivocadas. Su cuerpo no le afectaba en lo mas mínimo, ni siquiera le importaba. Y lo segundo era imposible, no solo porque estaba en un lugar muy espacioso, sino porque el estaba flotando en el aire en medio del cuarto.
Solo estaba muy sorprendido. Eso se notaba en su mirada mas que nada.
Finalmente salió de su estupor, recobrando la compostura y se elevo mas hacia arriba. Su cabellera blanca se agito un poco por la velocidad a la que iba.
Una vez estuvo muy arriba en el cielo miro hacia todas las direcciones, como si buscara algo. Luego de unos segundos se quedo mirando hacia el Este del mundo por un rato, casi sin expresión y bajo a toda velocidad devuelta a donde estaba.
No se detuvo, ni siquiera cuando su cara estuvo frente al suelo, simplemente siguió y lo atravesó como si no estuviera ahí.
Entro en una sala en la cual se encontraban dos personas que se encontraban jugando un ajedrez.
_Maestro _ llamo con una voz muy neutral.
Uno de los hombres a penas se giro para verlo de reojo y volvió su atención al juego.
_ Espero me molestes por algo importante _ le dijo.
_ Si que lo es, maestro _ le aseguro _ detecte el libro verde.
Ahora si que se giro para verlo, con algo de sorpresa pero al ver que el chico asentía con total seguridad su expresión fue remplazada por una maniaca sonrisa
_ Al fin.Todas las computadoras del lugar comenzaron a brillar, algunas tenían pequeñas luces que parpadeaban repetidamente y en las que sonaba un potente ruido de alarma. Dos hombres vestidos de forma muy casual, aunque los dos con una identificación casi igual en el pecho, entraron desesperados al cuarto a ver que pasaba.
_ ¿Qué demonios pasa? _ pregunto uno viendo una pantalla. Mientras el otro tecleaba en otra.
_ Dame un segundo y ahí te digo _ dijo a la vez que revisaba. lo que vio lo dejo sorprendido_ No puede ser.
_ ¿Qué ocurr..? _ no termino de preguntar al ver la pantalla. No podía ser. Movió los dedos sobre el tecleado una vez mas para estar seguro y lo confirmo _ Ahí esta. _ rápidamente agarro su celular y marco a un numero, al mismo tiempo que el otro seguía en la computador. Hubo un ruidito en la computadora y en la pantalla aparecieron unas coordenadas. No tuvieron que decir palabras para saber que lo habían logrado y fue ahí que hizo la llamada_ Hola señor, lo encontramos.Hubo un momento de silencio entre los dos antes de volver a llevar las tazas de te a sus labios. Ninguno de los dos necesito de palabras para saber lo que estaba pasando. El lo sabia y su aprendiz también lo sabia muy bien, no tenían porque alterarse o apresurarse, se lo podían tomar con calma antes de prepararse. Al fin y al cabo tenían tiempo y sus enemigos no atacarían inmediatamente.
Además no era como si el libro verde fuera su principal objetivo.El hombre salió de un cuarto oscuro hacia un enorme pasillo completamente blanco. Camino de una forma tan rápido que casi parecía no tocar el suelo y aun con todo su paso era muy firme. Pozo su mirada seria en una chica que se acerco por su costado.
_ Llama a tres de los grandes generales _ le ordeno _ saldremos a una misión de guerra a recuperar lo que nos pertenece.
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Los soles oscuros
Fiksi PenggemarEn un mundo donde la gran mayoría de personas tienen poderes, todos creen Lincoln nace sin uno. Ahora siendo mayor, es alguien que pese a su crianza es un perdedor y casi un cobarde, pero eso debe cambiar cuando se una a un grupo conocido como Los S...