49. El secreto de Yaoyorozu

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El gigantesco comedor de la U.A estaba casi vacío. No había nadie a excepción de algunos estudiantes de primero o de tercer año donde algunos lo utilizaban para pasar el rato o algunos comer un aperitivo.

—¡¿QUE YAO-MOMO QUE?!—exclamó con fuerza Ashido levantándose de su silla abruptamente. La vergüenza vino en su rostro logrando que se tapará su boca con la ayuda de Hatsume y Tsuyu que se encontraban al lado suyo.

—¡SHH!—le dio una señal en sus labios, Jirou. Logrando que las cinco chicas se pusieran incómodas al ver que algunos alumnos de la U.A de diferentes departamentos miraban en la misma dirección con una cara confusa.

Sus rostros se sonrojaron quedando en silencio por la vergüenza.

—Te digo que son suposiciones. No sabemos nada aún.—explicó ella jugando con sus audífonos, nerviosa.

—¿Pero qué será?—pregunto curiosa la de cabellos castaños mientras tomaba un paquete mochi de color verde-limón de sabor matcha.

—Ribbit... entonces es algo que trato de decirnos en el grupo.—recordó.—¿Qué nos dirá?

—¡Tal vez sea algo importante! ¡Para eso nos confió a nosotras!—exclamo Hatsume mirando a cada una. Donde muchas asienten con su cabeza.

Izuku se encontraba callada al respecto. Solo bebia su jugo de frutilla viendo como Mina y Hatsume hablaban de teorías conspirativas de la pelinegra. Hasta mencionaron que podria tener un novio misterioso. Que por alguna razón lo nombraron con un nombre de un cantante Puerto Riqueño.

—Pero... ¿Qué pasa si se tiene que casar obligada?—la repentina pregunta de Jirou lograron que las chicas se pusieran azules.—¡Como una telenovela!—chilló horrorizada imaginando a la pobre Yaomomo con una persona cruel.

Como si sus mentes estuvieran conectadas. Todas se imaginaron a la chica pelinegra llorando con la persona misteriosa tratándola mal por tener que casarse obligatoriamente por sus padres. Y no olvidaron del detalle que su casa era una gran mansión que obviamente pertenecía a una clase alta.

—¡Eso no lo permitiremos!—vociferaban todas con determinación.

—No quiero que Yao-momo este con un idiota bueno para nada.—dijo esta vez molesta Hatsume.

—¡Ella se merece alguien más! ¡Es inteligente, amable y una futura heroína!

—Pero si no es eso... ¿¡Y si va del Instituto U.A!?—interrumpió con ojos bien abiertos Izuku si la chica pelinegra se va de la escuela por el trabajo de sus padres.

Como si alguien tuviera la singularidad de congelar el tiempo. Nadie había dicho nada.

—Ribbit...

—¡NO PUEDE SER CIERTO!

—¡Hay que hacer algo!

—¡¿Pero qué?!

Todas empezaron a sentir una gran presión en su sangre. ¿Qué es lo que quiere decir realmente Yaoyorozu? ¿Acaso se va a casar obligatoriamente? ¿Se va de la escuela? ¿Se mudará a un país extranjero?

—¿Por cierto donde se encuentra?—la de cabellos rosados miraba para todos lados sin tener ninguna señal de una chica con coleta alta.

—Yo me separé de ella cuando estábamos en el salón. Después desapareció por completo.

—¿Antes o después de la clase?-preguntó Izuku.

—Después de que terminaran sus clases.—respondió Jirou.

—¿Y si la llamamos?—sugirió Ochako con su celular buscando el número de la pelinegra. Era muy extraño que Yaoyorozu no estuviera en el comedor cuando siempre almuerzan todas juntas.

Watashi no Hero Academia!!! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora