Prólogo

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Takemichi Hanagaki, el pequeño de solo 4 años de edad. Quién debe cargar con la irresponsabilidad de su padre. El que no pudo ponerle la debida atención a lo que su único hijo hacía.

...

Mientras el hombre se divertía fuera de casa, aún cuando debía estar en ella. Un infante escalaba el lavamanos, llegando al armario del baño, tomando con sus pequeñas manitas, los botes alargados de color amarillo que se guardaban ahí.

"¿Esto será rico?"

"Claro que si. Mami siempre lo come."

Takemichi puede escuchar, dentro de lo que cabe mejor. Solo si usa sus nuevos amigos, los aparatos auditivos.

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Cuando salieron del otorrinolaringólogo, especialista en diagnosticar y tratar las enfermedades del oído, la nariz y la garganta. La mujer de la familia fue directo a su habitación. Sin siquiera voltear atrás.

Aunque él no pudiese oírlo, sabía que su madre lloraba, con el sentimiento de culpa instalado en su pecho.

El corazón calando. Taladrando tornillos en su dolor.

"Tal vez si fue mi culpa."

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Ella es madre soltera, su padre los abandonó cuando cuando el era tan solo era un niño. No se hizo ni hace cargo de ningún gasto, por lo que su madre lo ha cuidado sola desde entonces. No tienen a nadie más. Solo son ellos dos.

Su madre tiene dos trabajos, por lo que la mayoría del tiempo, no está presente.

El se queda solo en casa.

No pueden contratar a una niñera. Eso está fuera de su alcance. Abra que buscar otro trabajo para pagar los gastos que el necesita.

Pobre de su linda madre.
Maldito sea su irresponsable padre.

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Al igual que la mujer, corrió a su habitación. Cuando la puerta tocó los marcos, lágrimas gruesas y saladas salieron de sus grandes ojos azulados.

"¿No puedo volver a ser solo una persona normal?"

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Miro como la mujer de bata blanca saco hojas del cajón a su izquierda. No eran demasiadas, solo las necesarias para explicarle a un niño de cuatro años por qué no volvería a escuchar.

¿Cómo le explicas a un infante algo tan complicado?

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Los de urgencias no fueron de mucha ayuda. No tenían los materiales necesarios en ese momento. Lo mejor que pudieron hacer fue mandarlos a "Estudios en Otorrinolaringología."

Otorrinolaringología, no pudo hacer mucho.

"Tenemos problemas. Los medicamentos que ingirió son demasiado fuertes. Usted lo sabe. Al tomar juntos demasiados fármacos innecesarios para su cuerpo, reaccionaron en ototóxicos. Lamento mucho esto, pero su hijo no puede recuperarse de algo así. Nadie puede.

Quisiera poder ayudar, pero me es imposible con la cantidad que ingirió. Podemos hacerle un lavado de estómago, es lo único que está a nuestro alcance. "

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Con solo 4 años fue víctima de la negligencia.

Perder algo tan valioso como el oír, a tan corta edad. Perder algo que tuviste tan poco tiempo.

Perder el mundo cuando recién estás descubriendolo.

Si pensamos positivos, al menos no fue diagnosticado con alguna enfermedad terminal.

"Solo soy sordo."

DEAF |RePublicandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora