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– Esto... es más que unos simples mareos – comento un rubio doncel mientras limpiaba la comisura de sus labios por tercera vez en ese día – y tal vez... esa cosa tenga razón – con algo de ilusión comento –

Kaigaku no se encontraba en casa y su abuelo seguramente tampoco estaría en la suya. El doncel se limito a tomar las llaves que estaban en la mesa mientras acomodaba sus ropajes y se dirigía a la salida de su vivienda.

Al salir de su casa, paro un taxi y pidió que lo llevaran a la clínica. No es que pensara que esto seria algo grave, pero si talvez algo que han estado planeando él y Kaigaku desde hace tiempo. Llego a su parada, pago por el viaje y procedió a entrar en la gran puerta del enorme edificio. Pidió el poder hacerse una revisión y algunos exámenes de sangre. En cuestión de minutos el doncel ya se encontraba en el consultorio con su doctora, respondiendo a las preguntas que le hacia la mujer de ojos lila.

– ¿Se encuentra casado Zenitsu-san? – pregunto la doctora con una encantadora voz –

– S-Si... llevamos tres años – respondió con algo de pena, claramente le ponían nervioso como la doctora le aplicaba ese frio gel en su estómago –

– Ara ara~ – expreso la doctoro – Entonces creo que nos veremos más seguido a partir de hoy – comento con severa calma, mientras terminaba de examinar la ecografía que se había realizado – todos tus síntomas, mareos continuos, gran apetito y algo de cansancio – explicaba la mujer – me dicen que estas embarazado, podría asegurarte unos dos meses, pero quería estar más segura con la ecografía. Acerté completamente con mi diagnostico

– Estoy embarazado... – comentaba el doncel, con gran emoción y alegría en su rostro –

– Me alegra que te hayas realizado los exámenes de sangre, así estaré segura de que tu condición está bien – comentaba la doctora – nos veremos el próximo mes para su control prenatal, si llegas a sentir alguna molestia tienes que venir cuanto antes ¿entendido? ~ – la suave voz de la doctora relajaba al doncel, que se encontraba con sus manos en su vientre –

– ¡Estaré aquí el próximo mes! – comento el doncel con entusiasmo, mientras se levantaba de su asiento para dirigirse a la salida – nos vemos el próximo mes, señorita Shinobu – se despidió el doncel –

Mientras el doncel se dirigía a la recepción, entro otra doctora al consultorio de Shinobu.

– No es justo hermanita~ - hablaba una pediatra mientras le pasaba una taza de café a su acompañante – no puedes tener a todos esos lindos papis primerizos, yo tengo que esperar a que sus bebés puedan venir a pediatría.

– Aunque no lo creas – comento la doctora de ojos lila – el otro doncel que tengo que tratar, es un caso contrario a este – bromeo un poco – Nada más y nada menos que Tomioka-san. El pobre pensaba que solo tenia gastritis y se puso todo atareado cuando le mostré lo exámenes.

– Pero se te ve muy feliz por tratarlo hermanita – comento la mayor de las mujeres –

La menor de las hermanas se sonrojo por ser descubierta. A pesar de siempre estar peleando con las palabras con el doncel pelinegro en su juventud, se tenían ese cariño de hermanos, claramente se alegraría por el cuando se caso con el varón más calmado y severo de su tiempo.

– Espero que le esposo de ese rubio este tan contento como lo estuvo Sabito – Comentaba recordando la cara brillosa de Sabito cuando recibió la noticia –

Las doctoras terminaron su conversación y se separaron para seguir con su trabajo, mientras que el doncel rubio salía del edificio y se dirigía ya a su casa.

Pequeño Llorón \Kaigaku x Zenitsu/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora