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Pasan varias horas allí sentado y vendado oyendo las voces de comentaristas, periodistas y aveces de sus captores

-Aqui han estado personas muy importantes-
Le presume el jefe

-Empresarios, celebridades...-
Un escalofrío recorre la espalda de kyungsoo

-¿Y no han matado a nadie?-

-Hace tiempo tuvimos un hombre casado, con un hijo-

Le responde, le dice que pidieron mucho dinero por el rescate y al final el hijo ofreció muy poco

-Por esa cantidad preferimos matarlo-
También le revela que en otra ocasión tuvieron a una niña

-Como de tu edad-

Hija de un político, el padre confeso que sería capaz de reunir el monto pero no tendría como justificarlo en su empresa

-Y entonces tuvimos que matarla-
Terminando con un tono amenazante.

El jefe vuelve a interrogarlo sobre las propiedades de su familia y Kyungsoo reitera los problemas financieros de su familia, el líder le confiesa que la seguían desde hace unos meses y que ellos eran el mismo grupo de la banda que lo detuvieron el viernes.

Kyungsoo recuerda que esa tarde uno sujetos le impidieron el paso pero como iba con su grupo de amigos los dejaron ir después de revisar sus papeles.

Horas más tarde lo trasladan a otro cuarto, y un poco más tarde le dicen que será su habitación durante el resto de su encierro.

El jefe le explica que puede quitarse la venda cuando ellos no estén pero cada vez que toque la puerta deberá colocarse contra la pared con una almohada.

Además de la cama hecha Kyungsoo encuentra un televisor, un equipo de DVD, una mesita y un ventilador, del techo cuelga un foco sostenido por un cable negro, lo sigue y descubre un lavabo color crema, una bañera y un excusado blanco.

-Te quedarás aquí, te juro que no vas a estar mucho tiempo aqui, no te preocupes nadie va a tocarte ni hacerte daño-

Susurra el jefe, kyungsoo le ruega a que se quede ya que desconfía de sus empleados, el jefe permanece con el unos minutos y luego le explica que tiene cosas que hacer.

En la madrugada le marcan de nuevo al padre de kyungsoo

-Quisiera que me de una respuesta-

-Nosotros no vamos a ceder-

Se enfada y le indica que el dinero del rescate deberá estar separado mitad y mitad en dos bolsas.

Insung insiste en que no tiene ese dinero, y furioso el secuestrador cuelga.

Aguja en un pajar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora