𓄹𓈒🍷 ๋ ִֶָ ִֶָ"0 0 1" 𓄹𓈒🍷 ๋ ִֶָ ִ

784 69 41
                                    

[¤]  Disculpen mis faltas de ortografía y gramaticales.

[¤] ¡Espero que lo disfruten!.

.

.

.

.

¿Qué le digo?.

"Estoy jodido, no sé que escribirle" pensó con desesperación. Estampando la lapicera con brusquedad en la mesa, dando así un estruendoso golpe a la hora en que esos dos objetos choquen a la par. Dejando salir un amargado suspiró, seguidamente entre cerro sus ojos con molestia, ¡Nada se le venía a la cabeza! ¿Cómo podría hacerle así la carta que tanto tiempo ha pensado en desarrollar para poder expresar sus sentimientos de una buena vez? No tenía idea en como comenzar, hacer ideas desordenadas no ayudará mucho: lo siente apresurado y carecerán de el sentimiento que quiere transmitir.

Que quiere demostrar.

Ha pasado un largo plazo de tiempo desde que se había dado cuenta de las emociones que había desarrollado durante los días que pasaba a lado de aquel castaño chico de la clase 78, poseedor de encantadores ojos olivas, que te transmiten una confortable comodidad con tan solo verlos, muchacho que emanaba una fuerte esperanza y daba una inquietante paz para todo aquel que se hallaba o pasaba a su alrededor. ¿Y su sonrisa? Su sonrisa... esa tan maravillosa, capaz de iluminar hasta la más pura y desbatadora oscuridad, esa que es capaz de volverte adicto a siempre querer verla, ¡así como su risa! Tan contagiosa y melodiosa ante sus oídos. 

Tan fantástico y extraordinario.

Sí, ese chico lo tenía ante sus pies. No solo por la forma en que lo piensa, sino, que también podría confirmarse por la línea de baba que se hallaba bajando por su boca y sus ojos perdidos, divagando hacia un punto inexistente, demostrando lo metido que estaba en su fantasía hacia ese lindo trébol de ojos soñadores, ¿y el sonrojo? Se notaba bastante, no podrías culparlo, su tan delicadas y pálidas mejillas podían delatarlo sin mucho esfuerzo.

"¡Vamos, reacciona!" Habló su subconsciente, dándole una cachetada mental, sacándolo de un saltó a la realidad, donde casi se cae de su asiento al ya estar en sus cabales de nuevo. Sacudió un poco la cabeza para los lados, haciéndose estar consciente de que debe concentrarse en su trabajo —Cual consistía seguir con la carta—.

Una hoja en blanco era lo que sus ojos veían, no había escrito nada desde que la sacó, dispuesto escribirle algo al que sería el amor de su vida. Su esperanza más viva y encantadora, su chico de sonrisa matadora. Merecía algo dignó de él, ¡algo que pueda sacarle un bello sonrojo! ¡Aquel que lo hacía aún más adorable de lo que ya puede ser! O posiblemente un risita, ¡o cualquier emoción positiva!. Aunque... sabia que no podría llegar a lograrlo.

¡Vamos! ¿Una basura como él poder alegrar el día de Makoto Naegi? Pff, eso ya sería soñar más allá de sus límites. No tenía derecho, o incluso no tenía la capacidad de lograr sacarle con su sola presencia alguna emoción al castaño —Teniendo en cuenta que Makoto estalla de alegría con tan solo verlo—.

Era estúpido hacer aquello, pero sus esfuerzos de siempre darle lo mejor y demostrarle cuanto ama a ese muchacho eran más fuertes que nada. Siempre hace lo que este a su alcance para darle algo, ya sea una simple Margarita, o el regalo más caro del mundo, total que Makoto sea feliz, lo llenaba de alegría y grandes esperanzas.

—Vamos, no te rindas ahora —Se motivo a si mismo, mirando la hoja en blanco que había en la mesa. Soltó un sonoro suspiró y dejó que su corazón hablé por él, que el lápiz sea su guía, la tinta que sea capaz de poder demostrar lo que siente y la hoja que escuché atentamente.

Vamos, ¿qué le puede decir? Que le encantan sus rabietas, le gusta esa forma tan especial de hacerlo feliz. Que quiere perderse en él y luego perderse con él. Que aspira en convertirlo en poesía, en querer darle más amor de lo que ya le han dado y luego hacerle el amor, pero aquel que todos conocen, sino, al perderse entre sus ojos mientras lo oye atentamente a la hora de hablar de algo que lo apasiona. Que desea quererlo, amarlo, cuidarlo y protegerlo más de lo que hace hoy, más de lo que hará mañana y más de lo que hará en algún futuro lejano.

Así qué, ¿Que le puede decir? 

Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras que un brillo intenso se apoderaba de sus ojos, su mirada posada en lo que había escrito y la aceptación de un "¡Si!" Por su parte era más que suficiente para entender que lo había logrado, había acabado con la carta y sobre todo, era de su agrado.

Y posiblemente también la de un castaño, quién había visto todo desde la puerta de la habitación, asomándose un poco a esta para no ser notado por el otro hombre. Este estaba maravillado por como se hallaba su esposo, ¡tan emocionado por al fin finalizar algo para él!.

 ¡Simplemente adorable!.

﹒ᄈ   ˒˓   ❝Un Amor Suertudo❞  ᱹ   ⇡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora