El primer FlashIDEA ha llegado a IDEA House. Este reto fugaz busca compartir cortos relatos inspirados en las canciones de Empathy, el álbum debut de D.O. de EXO.
¿Te animas a participar?
Quiero que los tiempos se llenen de recuerdos más deslumbrantes
Y siempre estemos uno frente al otro intentando estar juntos
Mi papá.
Dad
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El mejor del mundo
Todo era tan hermoso cuando tomaba su mano y le decía lo mucho que lo quería.
Tal vez no podían verse todos los días, después de todo al pasar el tiempo entiendes que las responsabilidades cambian y cada día era más difícil estar juntos. Eso hacía que lo admirara más y que entendiera lo difícil que era el papel que jugaba.
Nunca se enteró de las veces en las que estaba cansado y jugó con él a pesar del cansancio. Tampoco se enteró de las veces que no tenía mucho dinero y hacía lo posible por comprarle aquello que pidió.
No se enteró de las veces que entró a su habitación para darle las noches mientras estaba dormido, pero ahora tomando la mano de su propio hijo entendió.
—Te amo, papá. —Fue lo único que pudo decir mientras posaba las flores sobre la tumba que visitaba siempre que podía.
—¿Podemos ir a jugar, papá?
Y a pesar de la tristeza miró a su hijo y sonrió. Él también quería ser el mejor papá del mundo.
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Sunday Tears
Podía verlo en sus ojos.
El tormento de un alma herida reflejada en un par de orbes desenfocados, el dolor de una pérdida intensificándose a medida que las palabras salían de sus labios.
Quería hallar su mirada y lamentarse por traerlo de vuelta a esas heridas abiertas. Apoyar una mano en la ancha espalda encorvada, cansada por cargar el peso de su realidad.
Él había perdido a su padre.
Cuando lo vio alzar el rostro, no quitó la vista de su devastador semblante. Cantó, transmitió, y expuso su necesidad por llegar a tocar su alma. Reparar el daño que había eliminado el rastro de sonrisa del moreno que solía ir a escucharlo cantar los domingos y que había terminado por apagarse.
Kyungsoo siempre interpretaba la misma canción, pero esta vez el sentimiento era diferente. No había alguien a quien dedicársela, pero sí alguien a quien recordar.
Porque JongIn iba a él y a ese canto que le daba esperanza, con la promesa de un día llevar a su padre y mostrarle al mayor al chico de voz angelical que le daba fuerza para levantarse otro día más y no rendirse ante la irremediable enfermedad que había terminado por arrebatarle a la persona que más amaba.
