Cuéntame la historia...

2 2 5
                                    

Apenas y logro abrir los ojos.Anoche no dormí prácticamente nada, y todo por culpa de mi ex, por dejarme en shock y sin entender nada.

Hoy decidimos venir a la playa.Mi madre tuvo que acudir a una reunión de trabajo que lamentablemente no podía cancelar, así que no queríamos quedarnos en casa.

Durante toda la mañana nos dedicamos a disfrutar del mar y del sol, jugando, besándonos.Justo ahora nos encontramos en un restaurante esperando nuestros pedidos para almorzar.Se siente muy bien respirar este aire salino, al menos así me relajo y evito pensar en otras cosas.

-Te noto un poco rara desde anoche-, habla mi novio de repente, no me extraña para nada sus palabras.

-No estoy rara, Abel-, digo riendo nerviosamente.

-Debe ser mi imaginación-, sé que no me cree y la verdad es que agradezco que no insista.-¿Estás disfrutando de tenerme aquí?-, pregunta y sonrío.

-Claro que sí-, respondo acariciando su mano sobre la mesa.-¿Y tú que tal la estás pasando?, ya sabes, con todo el tema de mi madre-, él ríe.

-La verdad es que me esperaba algo peor, pero me cayó muy bien-.

-Me alegra escuchar eso-.

En ese momento nos traen nuestros platos y comenzamos a comer.

-Yasser me contó que tu padre falleció-, vaya momento para hablar de mi padre.

-Así es, pero eso ya fue hace muchos años, incluso antes de mi relación con Yasser-, le explico y el asiente.-En algún momento tendré que conocer a los tuyos-.

-¿A mis padres?-, pregunta rápidamente y asiento.-Bueno...sí, no sería una mala idea-, lo noto un poco nervioso.

-Si no quieres que los conozca...

-No, no, no es eso-, me interrumpe.-Es que...bueno, a mi madre le encantará conocerte, pero, mi padre es un poco, ¿cómo llamarlo?-.Recuerdo lo que Lía me contó sobre su tío, que le exigía mucho a su hijo.

-¿Estricto?-.

-Imbécil-, me corrige y hago un esfuerzo para no reír.-Esa es la palabra.Me advirtió que no quería conocer a ninguna otra chica que no sea con la que tendré un matrimonio-, abro los ojos más de lo normal.

-¿Quiere que te cases con 19 años?-.

-21-, frunzo el ceño.-Tengo 21-.

-Pero si Yasser tiene 19 y ambos están en el mismo año-, le recuerdo tratando de sacar cuentas.

-Ya lo sé...pero...

-Repetiste un año-, termino por él.

-Pasaron muchas cosas y no estaba totalmente concentrado...

-Abel-, lo interrumpo y se calla.-No pasa nada-.

-De acuerdo-, continúa.-Como sea, para mí la edad nunca ha sido un problema, pero me molesta que me exija tanto, y aún más cuando no había encontrado a la indicada-, trato de ignorar el tiempo en que dijo sus palabras.

-Amo comer en este restaurante-.

-¿No me ves como alguien con quien te casarías?-, pregunta volviendo al tema anterior, y sin más remedio debo responder.

-No he pensado en eso, pero sin duda serías el esposo perfecto-, contesto sinceramente.Abel es un gran chico y sin duda sería un esposo ejemplar, y no miento cuando digo esto, pero yo ahora no pienso en matrimonio.

-Que bien que pienses así, pero dime, ¿de qué tamaño te gustan los diamantes?-, pregunta poniendo voz coqueta.

-Tonto-, digo riendo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

En la UniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora