Los días pasaban y su relación se volvía más fuerte, ya no se consideraban conocidos, ya eran amigos pues prácticamente sabían muchas cosas de su vida privada. A demás Aaron había desarrollado un sentimiento muy raro hacía Leo, no podía decir que lo consideraba la persona más importante, pero cada vez que escuchaba su voz un sentimiento cálido se encendía en su pecho. Literal cada vez que terminaba de hablar con él se miraba en el espejo y su sonrisa no podía ser más grande brillante, y el hecho de que Leo realmente se preocupara por él y fuera tan amable y protector, le encantaba.
Y que decir de Leo estaba fascinado con ese chico, su personalidad, que aunque era un poco difícil de tratar, a él se le hacía súper fácil hablar con él. Aunque el sentimiento que Leo experimentaba lo conocía muy bien, conocía muy bien las mariposas que aparecían en tu estómago cuando le gustaba algo de una persona, conocía la emoción que siempre tenía durante el día hasta prender su laptop. Y si bien las había experimentado, no las quería admitir, no quería volver a sentir eso, no era momento.
Su confianza era tan grande, que ya se habían dado sus números de celular. Ya el pensamiento intruso de si era un asesino, violador, hacker o simplemente una persona mala, se había esfumado por completo.
En ese momento estaban en una de esas partidas en dónde se tomaban el jugar muy enserio, se encontraban en un videojuego de disparos, en el modo de cooperativo, como siempre. Sólo tenían que derrotar a dos equipos más y ganarían, así que en verdad estaba metidos en las tácticas, estrategias y todos los trucos que pudieran emplear. Hablaban también por el micrófono, cuidando sus espaldas.
En una de esas, estaban frente a frente con sus otros rivales, disparaban y se escondían tras una pequeña cabaña de madera. Leo había podido derrotar al jugador que el había escogido. Aaron estaba peleando rudamente para derrotar al suyo, quedaban solo segundos para que la partida terminara y ningún equipo ganara, su personaje tenía muy poco por ciento de vida, un solo disparo y perdían. Pero pudo derrotarlo, al parecer su contrincante se había quedado sin balas y así obtuvieron la victoria.
—¡Mierda, si! ¡Ese es mi chico!— gritó Leo, alzando su puño hacia arriba, estaba muy orgulloso de Aaron, claro que él pensaba que lo había dicho para sí mismo, pensó.
Al otro lado de la pantalla, Aaron no se espero para nada ese grito, más bien lo asustó un poco. Pero ese miedo se transformó en unas mariposas en su estómago, por alguna estúpida razón que él no entendía su rostro se sentía sumamente caliente, delatando lo sonrojado que se encontraba, su corazón latía rápidamente y en ese momento algo cambió dentro de él, un pensamiento intruso de si en verdad le gustaba Leo le pasó por la cabeza. Pero por supuesto que como vino, se fue; él tenía novia, además fuera el colmo para sus padres si el salía con la noticia de que le gustaba un chico. Para Aaron ese pensamiento en ese momento, fue ridículo. Pero eso no quitaba lo que había sentido, eso lo sabía muy bien él.
—¿Q-Que?— soltó nervioso, y dentro de él rezaba por qué hubiera escuchado mal, aunque lo desilusionara.
—...Oh, mierda— se lamentó él rubio cuando, efectivamente, se dio cuenta de que tenía el micrófono activado. Se llevó la mano a la frente y se dio unos pequeños golpes en ella, reprochandose por ser tan estúpido y descuidado. Aaron solo escuchaba los pequeños idiota, idiota, idiota que susurraba el rubio, y eso le pareció sumamente tierno —Por favor, olvida eso. Que vergüenza— pidió con una voz avergonzada.
—Sabes que te voy a recordar esto toda la vida ¿Verdad?— dijo soltando una adorable sonrisa al final, solo para darle el tono "inocente".
—Agh, que insoportable eres— respondió.
-No más que tú, cariño— dijo en tono de burla. Unos toques resonaron en su puerta. —Oh, un momento ya vengo— Y Leo le dio las gracias a todas las deidades posibles, esperaba que el pelirrojo se olvidara al menos un poco del bochornoso momento. El fondo pasó de no escucharse nada, a escucharse murmullos, que parecían gritos al otro lado de la pantalla, eso lo dejó un poco intrigado.
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Juego En Línea
Teen FictionLion6969 te ha enviado un mensaje. Sólo eso bastaba para que Leo se adentrara en la vida de Aaron. Uno era fastidioso e insistente, y el otro se molestaba fácilmente y era aburrido. No combinaban para nada pero eso fue lo que los llevó a juntarse. ...