Juego En Línea

Capítulo 8

-No me digas así.- dijo serio Aaron. Estaba en su escritorio, con sus audífonos puestos y jugando una partida de un juego que se había vuelto muy famoso, en su computadora. Había estado muy concentrado hasta que Leo había dicho eso.

-Pero sólo es un apodo.- se quejó el rubio.

-¿Pero por qué bebé? Me da pena ajena. Te dije que no me gustaban esas cosas cursis.- replicó.

-¿Y como quieres que te diga? No te voy a decir Aaron todo el tiempo.- respondió obvio.

-No sé, otra cosa.-

- Te parece ¿Cariño?-

-Mhm.- Respondió el pelirrojo, como le había costado a Leo llegar hasta ese punto, no era tan difícil decir esa palabra. Sentía que ese apodo siempre había estado allí, aparte de ser el q menos repelía le daba.

-¿Es enserio?- rió- Aaron ¿Por qué eres tan dramático? Pero volviendo al tema del principio ¿Estás celoso?- dijo con tono burlón.

-¡Claro que no! Pero es que siempre están pegados a ti.-

- Son niños..De ocho años. Y soy su profesor convivo con ellos todo el día, Aaron.- se carcajeo.  Todo había empezado por un comentario del pelirrojo acerca de pasar mucho tiempo con ellos.

-¡Pero te quitan mucho tiempo! No estoy celoso, solo me preocupa que no duermas por culpa de esos mocosos.- refunfuño.

-Vamos a hacer como que te creo.- respondió- Pero.- interrumpió la queja que iba a empezar el pelirrojo- Estamos en exámenes finales, no puedo dar el lujo de retrasar todo.- informó. El tiempo se les había pasado tan rápido que ya solo quedaban un par de semanas para terminar el ciclo escolar y que Aaron se graduara.

-Oye...- dijo en voz baja Aaron.

-¿Si?-

-Se que probablemente sea muy apresurado pero... ¿Crees que puedas venir a mi graduación?- preguntó con sus nervios a mi y rompiendo en pequeños pedazos un papel que tenía en su escritorio. No quería decirle que literalmente si el no estaba allí, iba a estar solo el día de su graduación. Sus padres probablemente estarían nada más un par de minutos para fotos y demás; su otra familia vivía muy lejos de su ciudad por lo que no era opción. Y probablemente Sam y sus otros amigos irían a una fiesta, y él no tenía muchas ganas. Así que que Leo estuviera allí lo alegraría un montón.

-Aaron, te prometo que voy a hacer todo lo posible por ir, pero sabes que aquí las clases duran un poco más que allá.- respondió cauteloso. Leo se sentía culpable de no poder cumplir con el deseo del pelirrojo, pero tenía responsabilidades que atender.

-Está bien, no te preocupes. Lo entiendo.- respondió con una risa suelta- ¿Seguimos?- preguntó prestándole atención a su personaje. Aunque si pecho dolió un poco por esa respuesta.

-Enserio Aaron si fuera por mi iri...- trató de decir el rubio.

-No, no, lo entiendo Leo, no soy un niño se que tienes que trabajar, no es tu culpa.- dictó. Los dos sabían que Aaron se había molestado, pero el pelirrojo sabía que Leo no podía hacer nada.

-Como sabía que esto iba a pasar, te tengo una sorpresa preparada para ese día.- dijo después de unos segundos de silencio.

-¡Leo!- se quejó molesto Aaron.

- ¿Que? ¿Que hice?- preguntó confundido.

-Ahora me vas a dejar con la intriga de saber que es.- dijo malhumorado.- Te odio.-

-Si, sabemos que eso no es verdad. ¡Pero no sabía que eras así de impaciente!- se defendió.

-Ya que, ahora como recompensa me tienes que dar una pista.- dijo con una sonrisa maliciosa.