Capítulo 6

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Un par de días había pasado desde la primera vez que se habían visto las caras. Al final todo volvió a ser como antes, es decir, Leo se dedicó a pensar toda la noche en Aaron y se dijo así mismo que si no podía estar con él de una manera amorosa. Al menos sería su amigo, de verdad que no quería dejar de hablar con él.

Por otro lado Aaron estaba muy confundido y sus sentimientos revueltos. Primero, Stephany no le había respondió ninguno de sus mensajes anteriores, en dónde le preguntaba por su paradero; solo recibió como respuesta la invitación a una fiesta que haría una de sus amigas. Aaron sentía que ese mensaje iba a ser el fin de su relación.

Segundo, todavía en su mente estaba la pregunta del por qué Leo se había comportado así y luego venía como si nada. Había tratado de preguntarle, pero el rubio siempre evadía el tema.

Estaban en unas de sus usuales videollamadas. El pelirrojo esta boca abajo en su cama, resolviendo algunos problemas de matemáticas. Mientras que Leo, tenía su computadora apoyada en el mesón de su cocina, enfocando sus movimientos al cocinar. Aaron siempre lo molestaba con que no creía que él pudiera hacer todos los platillos de los que alardeaba, por lo que le iba a demostrar que si, tal vez no los saborearía, pero si vería la buena pinta que tendría el sushi que estaba preparando.

-Oye...¿Me puedes ayudar en este ejercicio? Lo hago, pero no me da el resultado que se supone,debería de dar.- se queja Aaron, mordiendo la punta de su lápiz y moviendo sus pies de arriba abajo. Leo se volteó a verlo y lo encontró con ese ceño fruncido y su expresión confundida, simplemente si pecho se llenó de calidez.

-A ver.- secó sus manos en un paño de la cocina y se acercó a su computadora- Tienes que estar más pendiente de los signos, cariño.- A veces Aaron creía que Leo le hablaba como a uno de sus alumnos de primaria, al principio le molestaba, pues creía que le estaba diciendo que era un niño. Pero ahora ya era costumbre- Por un signo que te equivoques, todo el ejercicio cambia. Solo arregla eso y lo otro está excelente.- Y la radiante sonrisa de Aaron, valían la pena el tener estos momentos.

-Gracias. No sé que haría sin ti, de verdad.- ríe, volviendo a escribir en su cuaderno.--Oye...¿Te puedo preguntar al...- el pelirrojo no pudo completar la pregunta, ya que el timbre resuena en toda su casa.- Ya vengo.- Leo asiente y ve como Aaron se baja de su cama y desaparece de la pantalla. Volvió a su tarea de envolver los rollitos de sushi, en espera del pelirrojo, pero un hocico se apareció en toda su pantalla.

-Hola Mike.- emitió con en un tono agudo, es ley hablarle así a las mascotas. El perro empezó a olfatear la cámara y a jugar en la cama, hasta que se hecho, acostándose. Y estaría súper bien y hasta muy tierno, si no fuera porque su parte trasera habia quedado justo apuntando hacia la cámara. Que hermosa vista ¿Verdad?- Ey, ¡Mike!- siguió jugando con el dálmata hasta que el sonido de una puerta abriéndose lo alertó.

-Ya volví.- anuncio el pelirrojo apareciendo otra vez, pero no venía solo. Una chica morena y muy bonita a su parecer, se mostró también.- Uh...amm, ella es mi novia, Stephany. Stephie el es Leo, una amigo.- los presentó. La chica le dió una mirada penetrante, para luego sonreírle y acercarse más a la pantalla.

-Hola querido, no sabía que Aaron tuviera amigos tan guapos.- terminó con un guiño. Leo rió un poco incómodo, pero igualmente le devolvió el saludo.

-Lo siento Leo, pero tengo que ir a un lugar, se me pasó el tiempo.- se disculpo avergonzado.- Hablamos otro día ¿Bueno?- preguntó.

-Claro, que la pasen bien, Adiós.- se despidió agitando su mano y viendo por última vez al pelirrojo, el cual estaba con sus mejillas un poco si rosadas y una expresión intranquila en su rostro. Eso lo dejó pensativo.

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